Noudiari Tras el desastroso encuentro ante el Amorebienta, tras cinco jornadas sin ganar y después de que esta semana rodaran cabezas en el club de Can Misses, como la director técnico, Fernando Soriano, la UD Ibiza ha vuelto y ha ganado, 2 a 0, al líder, el Eibar, en un partido para enmarcar de los hombres de Paco Jémez

En la primera parte le anularon dos goles bien desacreditados por parte del VAR a un Ibiza que, además, gozó de sendas claras ocasiones para marcar a remate de cabeza de Juan Ibiza, una repelida por el portero y otra que se marchó fuera por poco. Todo esto ante el primer clasificado, que salió al terreno de juego algo desconectado, errático y despistado, en parte por la movilidad del rival en la zona alta y la falta de espacios que era capaz de generar en ataque.

Era el día de dar un paso adelante para el Ibiza, de demostrar que el equipo tiene arrestos, más ante su público y frente a un rival de fuste y con aroma a Primera División como es, sin duda alguna, el Eibar. No había mejor escaparate para revertir la mala imagen de las últimas semanas y pedir disculpas a la afición por el despropósito que supuso el último encuentro

Y lo que el conjunto de Paco Jémez no pudo lograr en el primer tiempo, el gol, lo consiguió nada más empezar el segundo, cuando Ekain batía al meta del cuadro vasco con un remate certero a la red que ponía a los de casa por delante al minuto y poco de la reanudación. Quedaba mucho partido y más ante el líder y todo el potencial que atesora en sus filas, con lo que, para el Ibiza, era momento de ser prudente, de no arriesgar y jugar de forma práctica para poder mantener la ventaja, sumar tres puntos después de cinco partidos sin ganar y dar un paso casi definitivo hacia la permanencia.

El Eibar, tras encajar el primero, estiró líneas y se fue a por el empate, pero el Ibiza le cazó a la hora de partido en una contra que Cristian Herrera convertía en gol, 2 a 0, con lo que el cuadro de Jémez daba un nuevo paso hacia la victoria. En el minuto 62, el colegiado señaló penalti para los visitantes por manos, pero, de nuevo, el VAR entró a rectificar al árbitro y la pena máxima se convirtiera en un libre directo fuera del área que terminó sin efecto. Los visitantes, con el paso de los minutos, se fueron con todo arriba. Al Ibiza le tocaba defender, proteger el resultado y frenar a un adversario con muchas alternativas arriba.

A pesar de ello, el bloque insular se mantenía cómodo, y Cristian Herrera era una verdadera pesadilla para los defensas rivales cada vez que pisaba área con el balón en los pies. De hecho, estuvo a punto de marcar el tercero a falta de un cuarto de hora para que se cumpliera el tiempo reglamentado. Los aficionados disfrutaban con el juego de los suyos, y les alentaba desde la grada con cánticos.

El respetable, soberano, volvía a divertirse en Can Misses después de varios partidos descafeinados. Regresaba esa comunión que quieren el técnico y el club entre equipo y público. Este es el camino, el del buen juego, las victorias y las gestas, como lo es la de tumbar al líder. No hay otro de mejor para fidelizar a los seguidores. Y más si su equipo, ganando por 2 a 0, no renuncia al ataque, como ha hecho hoy, y tras el segundo gol busca el tercero para romper del todo uno de los gigantes de la Liga.

Tras la tempestad, vuelve la calma al club ibicenco en forma de victoria, un triunfo que, además, le permite certificar de forma virtual la permanencia. Por desgracia, el bache de resultados anterior le impide, de momento, engancharse a la lucha por el play-off de ascenso por el que ha suspirado durante una parte de la temporada. Un marcador, en definitiva, de los que insuflan ánimos y que debe marcar el itinerario a seguir para acabar la competición lo más arriba posible.

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