Víctor M. Victoria El Ibiza ha logrado una valiosa victoria contra el Pontevedra (2-1) en Can Misses que le permite ubicarse en la zona noble de la clasificación. El equipo de Pablo Alfaro ha cuajado un partido muy completo, mostrando fases de buen nivel de fútbol con una propuesta atractiva y una fe inquebrantable en el triunfo final. Dos cabezazos de Ángel Rodado y Diego Mendoza, en los compases finales del primer y segundo acto, han supuesto tres puntos que refuerzan la moral de los unionistas en este arranque liguero del grupo I de la Segunda División B.

Pocos reproches se le pueden poner al equipo celeste tras el primer mes de competición. Los ibicencos han superado con solvencia su tropiezo ante el filial de Las Palmas en el estreno liguero, acumulando tres victorias consecutivas y dejando buenas sensaciones sobre el tapete de Can Misses. El técnico, además, dispone de un envidiable fondo de armario para afrontar la dura competición, como se ha demostrado tras la entrada de Kike López y Diego Mendoza en el segundo tiempo, justo cuando más abierto estaba el partido.

Cargado de máxima intensidad y haciendo gala siempre de muy buen gusto con el balón, el Ibiza ha salido muy entonado de inicio, dispuesto a adquirir ventaja pronto en el marcador. El patrón de juego ha sido muy similar en el primer acto. Fútbol asociativo por banda y centro al área, donde un inspirado Rodado ha reinado en las alturas. La primera ocasión, sin embargo, ha sido para Rubén, quien ha estrellado el esférico en el poste a la salida del córner (6’).

Minutos después, Rodado avisaba de sus serias intenciones con otro testarazo, también cerca de la portería que defendía Edu (9’). Excelso el partido del “9” celeste, incansable en el esfuerzo y con mucho acierto en el remate final. Precisamente una de sus presiones ha provocado una pérdida de la zaga gallega, que ha aprovechado Cirio para poner un balón al área rematado de cabeza por el propio Rodado, pero la pierna de Alex González ha evitado el primer gol casi sobre la línea de gol (17’).

Tras el notable esfuerzo sin premio para el Ibiza, el Pontevedra se ha sacudido la presión local y el partido ha entrado en una fase más pareja, hasta que, al filo del descanso, el conjunto de Pablo Alfaro ha logrado su merecido y esperado premio. De nuevo Rodado, tras una excelente asistencia de Javi Lara, se ha elevado con autoridad y ha rematado con acierto de cabeza un centro desde la banda que, esta vez sí, ha besado la red visitante (42’). Justo premio para un atrevido Ibiza y golpe psicológico para el aguerrido Pontevedra.

La dinámica, lejos de cambiar, se ha mantenido después del paso por vestuarios. El elenco de Pablo Alfaro ha seguido apostando por el fútbol asociativo por banda y centro al área, que tan buen fruto le ha dado en la primera mitad. El eléctrico Raí, de más a menos durante el duelo, ha avisado con un buen disparo desde la distancia (49’).

Y sobre un escenario de lo más esperanzador y sin aviso previo, ha llegado el empate del Pontevedra. Ha sido a la salida de un córner, cuando Javi Pazos ha aprovechado de tacón con habilidad un esférico que había desviado previamente uno de sus compañeros con la cabeza. Jarro de agua fría para una afición, la celeste, que lejos de desfallecer, ha seguido animando para insuflar ánimos a sus jugadores tras el inmerecido revés sufrido.

El partido ha entrado en una fase de alternativas, sin un claro dominador, pero la entrada de Kike López y, sobre todo, Diego Mendoza, ha regenerado los ánimos al Ibiza. Ha estado atrevido y acertado Pablo Álfaro en los cambios, lejos de la especulación y con el triunfo siempre en su mente. Y la apuesta le ha salido de lo más acertada.

Los unionistas han ido acosando a su rival, que ha dado por bueno el empate ante el empuje local. Sin generar ocasiones de gol, el Ibiza ha ido creciendo de nuevo en el partido hasta que una brillante jugada le ha dado los tres puntos. Cirio ha combinado en la medular con Morillas, quien tras avanzar con el esférico ha colocado un milimétrico centro sobre la cabeza de Diego Mendoza. El suave testarazo del delantero argentino, aprovechando el efecto del balón, ha llegado con tranquilidad a la red rival y ha desatado la alegría en la grada de Can Misses (87’).

Triunfo justo y merecido para un Ibiza que sale muy reforzado, por juego y resultado de este partido.

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