David Alba Pocos secretos sobre los tres palos se escapan a la experiencia de José María Berrocal. Cuando el guardameta se calzaba los guantes los campos de la Tercera Balear, allá en los años 80 y 90, eran auténticos enemigos a la integridad física. Era un acto de valor -o de locura- lanzarse al suelo pedregoso y arenoso para despejar una pelota. Había que ser moldeado por una pasta diferente para pelear cada pelota que quisiera introducirse en la red. Quizás fue por eso que a Vicente Román, otro portero de la época, no le costó convencer a Berrocal para que se sumase al proyecto del San Rafael. El ex guardameta tardó un día en aceptar la propuesta: todo es más sencillo inter pares. “En principio, pensaba seguir en el CD Ibiza [club en el que se encontraba muy a gusto hasta la fecha], pero me ofrecieron llevar la escuela de porteros del San Rafael”, explica el que fuera portero del Hospitalet y de la S.D. Ibiza.
Berrocal, como estudioso del fútbol, admira el cambio que se ha producido en la Tercera en apenas “quince o veinte años”. “Antes era más físico -recuerda el ex jugador que hace hincapié en la poca preparación especializada que había para los porteros-. Entrenábamos todos lo mismo: no había preparación específica”. En este mismo sentido, observa que en la época en la que jugaba los mejores equipos de máxima categoría del Fútbol Balear “destacaban por las individualidades” y, quizás, no había tanta dependencia como ahora en tener un gran presupuesto. “A nivel de hacer una buena campaña en Tercera sí, pero para Segunda B ya necesitas algo más”, considera.
Para el preparador de porteros formado académicamente en el Levante “ahora hay más exigencia física, técnica y táctica” en los equipos. “Hoy hay bastante trabajo en el aspecto táctico y por más que entrenes físicamente, si no hay una correspondencia en otros sentidos del juego, estás vendido”. De todas formas, para Berrocal la base para que Ibiza tenga un conjunto en la élite del fútbol español pasa por desarrollar una buena cantera que aglutine a los jóvenes talentos de las islas. “Si todos los clubes nos pusiéramos de acuerdo sería suficiente para mantener un equipo en Segunda B y mucho más”, indica el ex guardameta que recuerda que en este momento las Pitiusas tienen exportados más jugadores que nunca. Sin embargo entiende que cada club defienda sus intereses. “Ese es el problema”.
Jose Maria jugo en el San Rafel tambien que no os enterais.