noudiari.es La travesía de la Peña por la Segunda B está siendo una agonía. La agonía no tiene que ser de per se mala, si tiene final feliz. Eso sí, el sufrimiento, el estar cada matinal de domingo con un ojo en el verde pitiuso y el otro en Livescoreo alguna otra de esas aplicaciones de resultados en el móvil, viendo como los rivales ganan y tú no lo haces, ahí se pierden años de vida.
Hoy la agonía ha llevado a ver una Peña que languidecía, con la momentánea derrota, a sacar la cabeza y coger algo de aire con el gol de Salinas en la recta final que le dio una vida extra. Quedan 4 partidos, y las cuentas dicen que habrá que ganar al menos 3. Difícil, pero posible.
El del Llagostera era el día D y en Santa Eulalia todos lo sabían. Dani Mori planteó un once ofensivo, una vez más con Guille Andrés, Salinas y Górriz compartiendo titularidad. De todas maneras, y como ya había sucedido hace 15 días contra el Atlético Saguntino, no hubo mucho tiempo al análisis táctico sesudo. A los 4 minutos, el Llagostera aprovechó un fallo en la marca peñista para adelantarse con un gol de Alain, que remató de cabeza al segundo palo completamente solo. Una vez más, tocaba heroica.
La Peña acusó el golpe y tardó en levantarse de la lona. La empanada duró más o menos 30 minutos, e incluso los gerundenses (un buen equipo que cuesta de creer que ocupe posición de descenso) tuvieron el 0 a 2. Pero a partir de la media hora la Peña impuso su dominio, y llegaron las ocasiones.
Los intentos peñistas al menos servirían para una cosa: el portero catalán Marcos tendrá material para hacerse un videobook. Gran actuación la suya, que comenzó a cimentarse con una parada imposible ante un cabezazo de Pau Pomar. Nada hubiera podido hacer para evitar el gol en un latigazo desde casi 30 metros de Pepe Bernal, pero su tiro se estrelló en la madera. Mala pata, y al descanso con derrota.
Tras el paso por vestuarios la Peña, forzada por el marcador, metió una marcha más y ganó metros. El Llagostera se dejó ganar esos metros, y aculó hasta límites vergonzantes durante todo el segundo tiempo. Los blancos lo intentaban de todas las maneras, con balones largos, combinando, a balón parado… Salinas tuvo una buena ocasión que chutó arriba desde el área pequeña. Pepe Bernal seguía intentándolo de media distancia y Górriz se peleaba hasta con los pájaros en los balones largos.
Fruto de la insistencia, llegó el empate. Golazo de Salinas, que recoge un envío largo de Pepe Bernal y,tranquilo como quien se pide un cortado en un bar de carretera, se acomoda el balón, reta al meta con la mirada y se la pone pegadita al palo. Era el minuto 84, y se podía soñar con otra vuelta de tortilla.
Todavía con el ímpetu del empate, la Peña se llevó un susto mayúsculo. Gol olímpico del Llagostera que el árbitro primero concede y luego anula por una falta sobre Imanol que poca gente vio. Gracias al cielo.
La Peña pudo perder ahí pero pudo ganar también en un remate de Marco Rosa al que el meta Marcos respondió con una mano prodigiosa. Al final, la remontada quedó a medias y la Peña sigue en la UVI. Viva, pero en la UVI.