La Penya Independent ha comenzado a dejar huella en la liga nacional juvenil. En su debut en casa, el equipo anaranjado consiguió su primer punto de la temporada tras empatar 0-0 contra el San Francisco B, en un partido en el que las defensas dominaron el espectáculo y los goles brillaron por su ausencia.
El equipo de Sant Miquel llegaba a este encuentro con ganas de redimirse tras la dura derrota 4-1 en su estreno frente al Santa Catalina. Y aunque el empate sin goles pueda parecer un resultado modesto, para la Penya significó mucho más: fue una muestra de carácter y resistencia ante un rival fuerte, en una categoría que no concede treguas.
El duelo fue una auténtica batalla táctica, donde ambas escuadras mostraron un respeto mutuo que se tradujo en pocas oportunidades claras. La defensa de la Penya, liderada por una sólida actuación colectiva, se mostró impenetrable. Sin embargo, el equipo anaranjado sigue buscando afinar su puntería en ataque, algo que fue clave en su primer partido y que, en este empate, volvió a evidenciarse.
A pesar de la falta de gol, el equipo mostró una mejoría en comparación con la primera jornada. Mantener el arco en cero fue un logro importante, y un paso necesario para que los de Sant Miquel comiencen a consolidarse en la categoría.
Con el primer punto en el bolsillo y una defensa que comienza a encontrar su forma, la Penya Independent se prepara ahora para su próximo reto: enfrentar al Palma. Será un partido crucial, donde el equipo buscará no solo sumar, sino conseguir su primera victoria de la temporada.
La confianza empieza a crecer dentro del equipo, y aunque aún queda mucho camino por recorrer, la Penya ya ha dejado claro que no será un rival fácil en esta liga. El hambre de victoria está ahí, y si algo ha demostrado este equipo es que están dispuestos a pelear cada partido como si fuera una final.