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El campo de fútbol de las pistas Sánchez y Vivancos de Can Misses, hogar de la Sociedad Deportiva Ibiza, enfrenta una posible clausura debido a un error que ha transformado las líneas del terreno en algo mucho más peligroso de lo que cualquiera hubiera imaginado.
Según ha revelado Diario de Ibiza, y tal como adelantó Radio Ibiza Ser, la pintura utilizada para marcar las líneas del campo, durante los dos últimos partidos de la SD Ibiza en la Segunda RFEF, no solo es inapropiada, sino que es altamente tóxica para el césped natural. La Federación Balear de Fútbol ha confirmado que el uso de pintura plástica en lugar de pintura deportiva está prohibido debido a su impacto negativo tanto en el terreno como en la salud de las personas.
Lo que comenzó como un simple mantenimiento rutinario ha desencadenado una serie de problemas que amenazan con cerrar uno de los principales campos de fútbol de la isla. El origen de la controversia radica en una deuda pendiente entre la SD Ibiza y la UD Ibiza, el club que gestiona el campo. Según la información disponible, la SD Ibiza no ha abonado los 16.000 euros correspondientes al mantenimiento del césped natural del campo entre enero y mayo. Esta falta de pago llevó a la UD Ibiza a negarse a seguir asumiendo los costes, lo que desembocó en una serie de decisiones improvisadas y mal ejecutadas.
El Ayuntamiento de Ibiza, en un intento por cubrir el mantenimiento básico, contrató a una empresa externa que, sin los recursos adecuados, optó por utilizar pintura plástica para las líneas del campo. Esta pintura, diseñada para fachadas y paredes, se ha convertido en una auténtica pesadilla para el césped. Las líneas trazadas, además de ser irregulares y estéticamente inaceptables, han matado el césped en las zonas afectadas, causando un daño irreparable.
La situación empeoró tras los informes técnicos emitidos por la empresa Royalverd, contratada para evaluar el estado del campo. Su diagnóstico es claro: la hierba afectada por la pintura plástica no volverá a crecer, lo que obliga a una intervención profunda y costosa para resarcir los daños. Según el informe, las labores necesarias incluyen desde la eliminación completa de las líneas hasta la resiembra de las zonas afectadas, además de un mantenimiento intensivo del césped. Un proceso que, de llevarse a cabo, requerirá tiempo y recursos financieros.
Pero el problema no se limita al campo. El futuro de la SD Ibiza en la competición está en juego. La clausura del campo para partidos oficiales es una posibilidad real, lo que colocaría al equipo en una situación delicada. A pesar de esto, desde la SD Ibiza aseguran que no hay irregularidades, según las actas de los partidos jugados en casa. Sin embargo, los informes técnicos y las declaraciones de la Federación Balear sugieren lo contrario.
El césped de un campo de fútbol es más que un simple escenario; es el alma misma del juego. La precisión en el mantenimiento del terreno es tan crucial como la habilidad de los jugadores. En este caso, un error aparentemente menor ha desencadenado una crisis que podría tener consecuencias duraderas. Las líneas de un campo marcan más que el espacio donde se juega, también delimitan el cuidado y la profesionalidad que se requiere para mantener viva la pasión por el fútbol.