La arena, el mar y la roca como testigos. La UD Ibiza ha presentado su tercera equipación en un escenario tan simbólico como natural: una cala de la isla que respira la misma calma y carácter que el nuevo diseño. El club celeste, fiel a su estilo de fusionar fútbol y cultura ibicenca, ha apostado esta vez por el blanco como protagonista absoluto de una camiseta que desprende sobriedad, equilibrio y un guiño inequívoco a la identidad mediterránea.
Lejos del bullicio urbano y del artificio, la presentación se desarrolló en un entorno puramente pitiuso, donde los jugadores posaron con el nuevo uniforme mientras el atardecer bañaba el horizonte. El blanco, limpio y sereno, contrasta con el celeste de la primera y el atrevido rosa fucsia de la segunda, completando así una paleta que refleja las distintas almas del club: tradición, modernidad y frescura.
El diseño, firmado por Puma, mantiene las líneas minimalistas que han caracterizado las últimas temporadas, pero introduce matices que refuerzan la elegancia de la prenda. El escudo, en tonos oscuros, destaca sutilmente sobre el fondo claro, mientras que el logo de Power Electronics, patrocinador principal, se integra con armonía, sin romper la estética general. Es una camiseta que, más allá de lo deportivo, parece pensada para llevar también fuera del estadio, como parte del estilo de vida isleño.
La elección del blanco no es casual. En Ibiza, el color simboliza pureza, luz y equilibrio, valores que el club quiere trasladar a su juego y a su filosofía. En un fútbol donde la imagen y el mensaje pesan tanto como los resultados, la UD Ibiza ha sabido proyectar una identidad propia, con un cuidado sentido estético que conecta con su entorno y con su afición.
Con esta tercera equipación, el conjunto ibicenco no solo amplía su repertorio cromático, sino que refuerza una marca que ha sabido consolidarse como algo más que un club de fútbol. La UD Ibiza vuelve a demostrar que en la isla, el deporte también puede ser arte.
