Aunque el marcador no acompañó, Can Misses volvió a ser una fiesta de fútbol. La UD Ibiza cayó ante el Teruel, pero el ambiente en la grada recordó que la afición celeste sigue ahí, empujando, cantando y creyendo. Desde los más pequeños ondeando bufandas hasta los veteranos que no se pierden un partido, todos pusieron su granito de arena para vestir de celeste una tarde con sabor a reencuentro.
La nueva etapa con Miguel Álvarez en el banquillo despertó curiosidad y ganas. Desde antes del pitido inicial, los alrededores del estadio ya eran un hervidero: camisetas, fotos, abrazos y ese aire especial que solo se respira cuando juega el Ibiza en casa. Durante el encuentro, la grada no dejó de animar, incluso cuando el partido se torció. Hubo aplausos, hubo cánticos y, sobre todo, hubo unión.
Y si hubo ambiente dentro del campo, fuera no fue menos. Las cámaras captaron cada sonrisa, cada gesto de emoción y ese ritual que muchos repiten domingo tras domingo: la previa con amigos, el bocata, el selfie con el fondo celeste de Can Misses. Porque más allá del resultado, lo que hace grande al Ibiza es su gente.
Ya puedes revivir todos esos momentos en nuestra galería del partido, patrocinada por Restaurante Sa Caleta. Un recorrido visual por las gradas, el ambiente y los rostros que dan vida al fútbol en la isla. Busca tu foto, comparte el momento y siente otra vez la energía de Can Misses.
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