Víctor M. Victoria El Luchador y la UD Ibiza B protagonizaron un encuentro de máxima intensidad que terminó en empate (1-1), en un choque vibrante, físico y muy competitivo de principio a fin de la Copa Regional pitiusa. Los locales siguen creciendo en sensaciones y carácter, mientras que el filial celeste deja escapar dos puntos que pueden pesar en la lucha por el pase a la gran final. El partido arrancó con fuego, pues Fernando Gutiérrez adelantó al equipo de San Antonio a los cinco minutos (5’), encendiendo la grada y dando aire a un equipo que compitió con alma. Pero la reacción visitante no tardó: Víctor Galera apareció con determinación para igualar el duelo (14’) con un remate que devolvió el equilibrio y la emoción. El ritmo no decayó, con choques, segundas jugadas y duelos al límite. La segunda mitad mantuvo el pulso alto, con el equipo de Fernando Ortiz mordiendo y el filial de Sergio Cirio buscando imponer su calidad y posesión. Finalmente, el empate dejó sabor diferente: el Luchador, con siete puntos, reafirma su crecimiento y demuestra que puede pelear contra cualquiera; la UD Ibiza B, segunda con 14 y un partido más que el Sant Jordi, mantiene su posición pero se complica el camino hacia la final.
En el otro partido del grupo B, el San Rafael y el Santa Gertrudis firmaron tablas (1-1) en un duelo de la parte baja que, aunque intrascendente para la lucha por el liderato, dejó sensaciones para ambos equipos. Los locales, que solo han logrado un triunfo en lo que va de curso, dejaron escapar dos puntos en casa, si bien repartieron minutos en la plantilla; los visitantes, por su parte, sumaron su primer punto del campeonato tras varias derrotas duras, un empate que supone un empujón moral necesario. Tras una primera mitad de tanteo, el equipo que dirige Jordi Riera golpeó primero gracias a Vidal Martínez, que abrió el marcador al poco de reanudarse el encuentro (50’) aprovechando una acción rápida que rompió la defensa rival. Su rival, lejos de venirse abajo, reaccionó con personalidad. Justo Andrade empató el duelo con un tanto oportuno (65’) y a partir de ahí los visitantes supieron sufrir y defender con orden para asegurar un resultado que sabe a victoria por su significado emocional.
El Sant Josep y Formentera B empataron (1-1) en un duelo clave para el desenlace del grupo A, un resultado que deja como líder provisional a la Peña Deportiva B pero mantiene completamente abierta la lucha por el billete a la gran final. Hay tres equipos metidos en la pelea y cada punto cuenta en un tramo decisivo de la competición. El encuentro arrancó con fuerza para los locales cuando Marcelo Marecos adelantó a los anaranjados muy pronto (2’), culminando una salida en tromba y dando un golpe de efecto que encendió al público y marcó la dinámica inicial. El cuadro formenterer, sólido y paciente, tardó en asentarse pero fue ganando terreno con el paso de los minutos, hasta encontrar premio justo antes del descanso: Liam Prados puso el 1-1 (45’), psicológico y que cambió la energía del duelo. La segunda mitad fue intensa, con ocasiones claras y cargada de tensión competitiva, duelos y nervios, con los dos equipos conscientes de lo que había en juego. Ninguno logró romper el equilibrio pese a los intentos finales y el duelo terminó en tablas, con todo por decidir en fechas venideras. Un punto para cada lado que deja todo en un suspiro en lo alto del grupo. El Sant Josep y el Formentera B siguen en la pelea, mientras la Peña Deportiva observa desde el liderato y la recta final promete emoción máxima.
Finalmente, el San Agustín y el Ses Païsses firmaron tablas (1-1) en un encuentro por la zona baja, donde ambos equipos buscaban un triunfo que les permitiera mejorar sus guarismos. El empate, sin embargo, deja sensaciones distintas: los locales suman su cuarto punto del curso, mientras que Ses Païsses estrena por fin su casillero, aunque sigue cerrando la clasificación del grupo A. El partido arrancó con intensidad y el San Agustín golpeó pronto. Augusto Benítez adelantó a los suyos con un buen remate dentro del área (8’), premio a un inicio enérgico y con ambición. Los locales controlaron la primera mitad, manejando el juego y evitando llegadas claras del rival. Tras el descanso, el equipo que dirige José David Rebolledo dio un paso adelante y encontró recompensa. Briant Gómez, muy atento en área rival, firmó el empate (55’) y devolvió la esperanza a los visitantes, que intentaron con entusiasmo una remontada pletórica. Pese a la insistencia de ambos hasta el final, el marcador ya no se movió. Empate que sabe diferente para cada lado: el San Agustín suma, pero deja escapar una oportunidad en casa, mientras el Ses Païsses celebra su primer punto del curso.
