La Penya Independent cerró la liga con una derrota por la mínima (1-0) en el campo del Santanyí. Con el billete para el playoff ya asegurado la jornada anterior, el equipo de Ramiro González no pudo despedir la fase regular con una alegría, aunque ya centra todas sus energías en la lucha por el ascenso a Segunda RFEF, en una promoción que se presenta emocionante y en la que también competirá el Formentera.
Tampoco pudo festejar el Sant Jordi, que ya había certificado su descenso a Regional. El conjunto verdinegro cayó 1-2 ante el Constància en el Kiko Serra, en un partido sin trascendencia clasificatoria pero que sirvió de despedida para una complicada temporada. Carlos Tomás y los suyos ya piensan en levantar el proyecto para regresar cuanto antes a categoría nacional.
Por su parte, el Portmany, también descendido a Regional arrastrado por los equipos baleares de Segunda RFEF que han perdido la categoría, se despidió con un duelo loco ante el Llosetense que acabó 5-4. Un adiós amargo para el cuadro de Sant Antoni, que afrontará el nuevo curso con el reto de reconstruirse desde abajo.
