Adrián Ramos lió el taco el día de la madre. El delantero, que salió al terreno de juego en el minuto 81 para sustituir a Gregori, dio la victoria al Ibiza con dos goles sobre la bocina. En el 89, de cabeza, puso el 2-1 en el marcador cuando la hinchada celeste ya se resignaba con el empate ante el Esporles y en el 90, a placer, hizo temblar los cimientos de Can Misses con un chicharro que hacía justicia en el marcador en el último partido liguero de la temporada en casa. Antes, Terán inauguró el marcador en el 36, pero el conjunto mallorquín se empeñó en fastidiar a los celestes y en el 65 estableció el 1-1. Ramos, que volvió a hacer su mítica voltereta con el festejo de su primer golito, dedicó el doblete y el triunfo a su chica y a su madre, que no paró de animar a su hijo desde la grada en una jornada tan especial. El plantel de Rufete, que cierra el campeonato la jornada que viene en el campo del Serverense, disputará la fase de ascenso a Segunda B como tercero de grupo tras las victorias de Poblense y Mallorca B.

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