Partíamos de la base de que, ya desde junio, sabíamos que tendríamos una Tercera apasionante. Siempre fue el consuelo para el aficionado pitiuso tras confirmarse los descensos de Peña Deportiva y Formentera y también una vez cocido el desastre de la UD en la Ciudad Deportiva del Levante, la infausta tanda de penaltis que dejó a los celestes sin ascenso. Así pues, gozar de una Tercera con cinco equipos pitiusos era el clavo al que agarrarse los amantes del deporte rey. El ascenso en diferido de la unión deportiva nos trajo la Segunda B de vuelta a la isla, y, de paso, dejó la Tercera sin su máximo favorito al título y su calendario atípico, con 21 equipos y 42 jornadas. La ausencia del club que preside Amadeo Salvo abrió el abanico de candidatos a luchar por el ascenso aún más. Y ahora, cuando entramos en la recta final del campeonato, es momento de analizar lo que nos queda por delante, ya con las cartas sobre la mesa. Un claro aspirante al título y seis equipos peleando por tres puestos de play-off, con abrumadora presencia pitusa. Veamos.

PEÑA DEPORTIVA (1º)

10 partidos le quedan por delante a Raúl Casañ para culminar su obra maestra. Su Peña Deportiva es el gran tirano del campeonato, ha mantenido una regularidad durante toda la Liga muy difícil de repetir y tendrá el premio de proclamarse campeón más pronto que tarde. De hecho, los de la Villa del Río son el segundo mejor equipo en puntuación de toda España entre Primera, Segunda, Segunda B y los 18 grupos de Tercera. Sus 75 puntos son inalcanzables para todos excepto para el Real Jaén, que acumula unos estratosféricos 81 puntos en el grupo 9 de Tercera aunque, eso sí, ha disputado tres partidos más que los ibicencos.

La barbaridad de la temporada de la Peña no solo se explica con sus guarismos. Va más allá de números. Las rotaciones continuas por las que apuesta el técnico valenciano, que hacen prácticamente imposible acertar un once inicial, no solo no han hecho al equipo perder competitividad, sino que han servido para tener a todos listos y contar con una plantilla amplísima en la que todos, de verdad, cuentan. En principio, deberían llegar al play-off como motos.

Y todo hace indicar que la Peña disputará la eliminatoria directa por el ascenso entre campeones. 10 puntos tiene de ventaja respecto al segundo, un Mallorca B ni mucho menos tan fiable como los pitiusos. Los blancos tienen por delante diez jornadas de las que, atención, disputará siete en casa y tan solo tres fuera. De hecho, de los últimos siete partidos, tiene seis en el Municipal de Santa Eulària. Muy grande debería ser la hecatombe para que no cantara el alirón, el cuarto de su historia. Quedaría a dos partidos de volver a Segunda B.

SD FORMENTERA (4º)

Se le va a hacer largo el campeonato al Formentera. El bloque rojinegro ha olvidado ya la lucha por el título, objetivo que se marcó en la primera vuelta y ahora se debe centrar en mantener su plaza entre los cuatro primeros. El empate en Santa Catalina ha hecho caer a los pitiusos a la cuarta posición, con 60 puntos, a unos insalvables 15 del líder y tan solo 4 de colchón respecto al quinto, el Playas de Calvià, y el sexto, el Alcúdia, que acechan con 56 puntos.

La irregularidad ha sido el principal lastre del Formentera a lo largo de esta campaña. Los de Iván Gómez solo han concedido tres derrotas, sí, pero acumulan ni más ni menos que nueve empates. Sin duda, el punto fuerte de los formenterenses ha sido su defensa. Los 17 tantos encajados los convierten en el conjunto menos goleado de la liga, menos incluso que la todopoderosa Peña Deportiva. Pero ofensivamente, y sobretodo tras la marcha de su estrella Víctor Ruiz al Saint Gallen suizo y la lesión de Górriz, al equipo le falta luz. Le lastran sus bajas cifras ofensivas, esos 45 tantos a favor que son bastantes menos de los que suman sus “compañeros” de zona de play-off.

Al contrario de lo que le sucede a la Peña, el calendario, además, no parece favorable para el Formentera. Le quedan 11 partidos, 5 en Sant Francesc y 6 fuera. Ahora, además, tras visitar Santa Catalina, afronta dos salidas seguidas más, a Lloseta y Sóller. Luego, además, aún tendrá que visitar Sa Pobla y al CD Ibiza en Can Misses. Dos partidos dónde puede que se juegue su futuro. El Formentera es un clásico moderno de los play-offs y no quiere fallar a su cita.

CD IBIZA (7º)

El inesperado tropiezo en Sóller frenó a un equipo que iba lanzado y que de haber ganado se hubiera situado quinto en la tabla. El proyecto de Sergio Tortosa, tras un inicio dubitativo en su estreno en la categoría, ha ido cogiendo el pulso de la competición y, de hecho, está llevando a cabo una segunda vuelta magnífica, que le ha metido de lleno en la pomada de los play-offs. En la primera mitad del campeonato parecían lejos, ahora los roza con la punta de los dedos.

En Sa Deportiva sueñan con acabar disputando el primer play-off de su historia. Ahora mismo, Peña Deportiva al margen, y con el octavo, el Santa Catalina, muy descolgado, parece claro que seis equipos lucharán por tres plazas. Mallorca B, Poblense y Formentera serían hoy de play-off. Alcúdia, Playas de Calviá y CD Ibiza quedarían fuera. En Can Misses confían en sus posibilidades. Antonio Manuel Racero, “Puma”, cuenta con una plantilla ahora mucho más compensada de la que empezó el campeonato. A la pólvora de Terán, Ortiz o Adrián Ramos se han sumado piezas como Dailos Tejera, Barragán o Melo, que han dado consistencia al grupo. El CD, de hecho, ha ganado 7 de sus últimos 9 encuentros. A ese ritmo, todo es posible. Parece que sus enfrentamientos directos en Sa Pobla, Calvià, o la visita a Can Misses del Formentera pueden marcar sus opciones.

SANT RAFEL (12º)

Soplan vientos de relativa calma por Sa Creu. El bloque blue transita por la Liga sin la inquietud de otras temporadas, dando la sensación de que la permanencia matemática un año más en Tercera caerá como el fruto maduro del árbol. Vicente Román, en su segunda etapa en el banquillo, ha dotado al equipo de la competitividad que, con él al mando, no se negocia.

El equipo es duodécimo con unos meritorios 36 puntos. Son 10 los que tiene de renta respecto al descenso, que ahora mismo lo marca el Son Cladera con 26. Evidentemente, nada está hecho aún, pero la línea es buena. Además, la sensación es de equipo sólido, sobretodo en casa, dónde tan solo ha cedido tres derrotas en quince partidos. La llegada de Raúl Juliá, además, ha significado un gran acierto de la dirección deportiva, dotando a los azules de la pólvora que necesitaban arriba. Mucho deberían torcerse las cosas para que el Sant Rafel no continúe un año más en la élite del fútbol balear.

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