¿Qué hay de nuevo, Bruno?

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Víctor M. Victoria Nuevos bríos para el fútbol de la isla. El técnico ibicenco Bruno Novkovic Rubio ha regresado estos días a tierras pitiusas tras un largo periplo en la península, que le ha servido para formular y consolidar sus conocimientos futbolísticos. Tras varios años enrolado en diversos clubes del fútbol catalán, el último de ellos el Llagostera, este preparador de 37 años, que vistió la camiseta de la Peña Deportiva de Santa Eulària desde los seis hasta los 18 años, espera ahora encontrar un hueco en el organigrama técnico de algún club pitiuso.

Ganas, sed de conocimiento y experiencia, desde luego, no le van a faltar. Bruno acumula quince años entregado a su pasión futbolística, bien como entrenador, bien de preparador físico, funciones que combina con su trabajo de Educación Física en colegio o instituto. Posee la titulación nivel tres (entrenador nacional) y la carrera de Educación Física, además de dos másters: alto rendimiento en fútbol por el Instituto Nacional de Educación Física, y alto rendimiento en deportes equipo de Byomedic y FC Barcelona. Se trata, por tanto, de un alma curiosa, inquieta y polivalente, que llegó incluso a fundar y dirigir la creación del Centro Nacional de Entrenadores en la comarca del Maresme, en el año 2015, para dar salida a sus inquietudes balompédicas y su ánimo formador de futuros entrenadores.

Sus últimos pasos en Cataluña los ha dado en el filial del UE Llagostera, que durante el presente curso futbolístico ha competido en la Primera Regional Catalana (el equivalente a la Preferente pitiusa) ejerciendo como segundo entrenador, al tiempo que llevó las riendas del primer equipo juvenil del club, donde también ha sido preparador físico. Pero en los diez años anteriores estuvo enrolado en el fútbol base del CE Vilassar de Dalt, UE Vilassar de Dalt, CF Arenys de Mar, CE Arenys de Munt…

Se trata, pues, de un técnico con sólidos conocimientos tanto del fútbol base como de la preparación física de los clubes. Bruno afirma regresar a la isla “ilusionado” con la posibilidad de dar continuidad al bagaje adquirido en tierras catalanas. “Conozco bien –afirma- la dinámica de los filiales y la puesta a punto de los equipos. Me gustaría tener la oportunidad de participar en un equipo amateur, bien como técnico, segundo entrenador, preparador físico, o tal vez al frente de algún equipo del fútbol base”.

El momento, desde luego, parece propicio. Ibiza vive su época dorada en lo que a fútbol se refiere, como bien atestigua nuestro protagonista. “Es el mejor momento de la historia del fútbol en la isla. Dos equipos en Segunda División B, y ambos con opciones de ascender. Y en Tercera División hay muchos representantes. Nunca se ha visto algo así. Se trata de un escenario muy propicio para dar salida a los talentos que vaya surgiendo en los distintos clubes”.

Y precisamente en torno al papel del futbolista ibicenco en el fútbol amateur, Bruno sostiene que “la Preferente debería dar salida a los futbolistas juveniles de los diferentes clubes, peo siempre tiene que haber unos mínimos de competitividad”. “Ojalá –agrega- se pueda consolidar una categoría más igualada, como este año, porque antes había solamente 2 o 3 equipos muy potentes, y solo había tres partidos duros en todo el año”.

Cuestionado por los principales trazos de su libreto futbolístico, el preparador ibicenco contesta que “me gusta jugar bien al fútbol y tener la posesión del balón. Soy una persona bastante metódica y apuesto por encaminar el trabajo siempre en función del rival”. Sin perder, eso sí, las propias señas de identidad. ¿Se puede pues jugar bien al fútbol en los campos de Preferente? “Me niego a afirmar lo contrario. Por supuesto que se puede, pero, además de buenos jugadores, hace falta tener la capacidad de poder transmitírselo”.

“Es mucho más difícil jugar bien al fútbol que practicar un juego directo, y más con los campos de hoy en día. Afirmar lo contrario me parecen excusas”, agrega un técnico de la nueva escuela que, en cualquier caso, huye de radicalismos. “Todo dependerá del proyecto. No es lo mismo dirigir un equipo de carácter formativo de jugadores jóvenes que luchar por un objetivo en concreto”.

Por último, el técnico aplaude iniciativas de clubes como la UD Ibiza, que a través de su escuela deportiva, intentan coordinar e instaurar una filosofía de juego en todas las categorías inferiores que pueda verter sus frutos en el primer equipo. “Lo más coherente para los chavales es jugar de la misma forma desde pequeños. No me gusta ser muy cuadriculado, pero siempre será mejor practicar los mismos conceptos desde el principio”.

Diecisiete años han pasado desde que Bruno hiciera las maletas rumbo a Cataluña cargado de sueños, ambiciones y proyectos. Ahora, tiempo después, regresa a su tierra natal pero con otro equipaje; el del bagaje futbolístico que puede abrirle otras puertas en el mejor momento que se recuerda en la isla.

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