Que ruede el balón… y que no falte el arroz

0
119
Selección de Ibiza, liderada por Labi Champion y Ángel Arias.

Hay partidos que se juegan por los puntos, otros por la gloria… y después están estos: los que se juegan por puro amor al fútbol, con risas en el vestuario, piernas que ya no corren como antes pero corazón que late como si fuera la final del Mundial. Mañana sábado, a las 12:00 del mediodía, el campo municipal de Sant Antoni será el escenario de uno de esos encuentros que valen más por lo que se vive que por lo que se marca en el marcador. La Selección de Ibiza de veteranos se enfrenta al Vergara, un conjunto venido desde San Sebastián con ganas de darle a la pelotita y, por qué no, meterse entre pecho y espalda una buena paella al acabar.

Sí, has leído bien. Fútbol y paella. ¿Qué más se puede pedir?

Al frente de la tropa ibicenca están dos clásicos de los banquillos insulares: Labi Champion y Ángel Arias, quienes, con más anécdotas que entrenamientos de alta intensidad, han conseguido formar algo más que un equipo. Lo de Ibiza ya no es solo una selección: es una familia con botas, donde antes había piques en los derbis locales y ahora hay abrazos, bromas y cervezas después del pitido final.

Labi, ese míster con más carisma que libretas tácticas, asegura que el grupo está “de dulce”. Hay buen rollo, se comparte vestuario con antiguos enemigos que hoy son colegas del alma, y el sentimiento de representar a la isla, incluso fuera de ella, les llena de orgullo. Porque si hay algo que estos veteranos saben hacer, además de tirar del oficio, es lucir con elegancia la camiseta de Ibiza allá donde van. Como quien lleva el escudo tatuado en el alma… aunque la rodilla ya no acompañe.

Equipo del Vergara, que llega desde San Sebastián.

Del Vergara se espera un equipo con experiencia, nobleza en el juego y alguna que otra triquiñuela de esas que solo saben hacer los que han jugado más partidos que años tiene una cabra. Porque esto, señoras y señores, no es fútbol de niños: aquí se juega con la cabeza, se mide cada sprint como si fuera oro, y el arte del pase al pie se convierte en religión. Nada de correr por correr. Aquí se juega con sabiduría.

Y después del partido, el tercer tiempo: aperitivo y paella en el propio campo. Porque en estos duelos, el resultado más importante siempre se cocina después. Entre chorizo, cerveza fría y risas, se repasan jugadas, se exageran goles que en realidad fueron rebotes, y se forjan nuevas amistades con aroma a hierba recién regada y recuerdos de otras épocas.

La Selección de Ibiza anima a todos los aficionados, curiosos y amantes del fútbol sin filtros a que se acerquen al campo y disfruten de una mañana distinta. Habrá fútbol del bueno, del auténtico, ese que no sale en las teles pero que deja huella en el alma. Y sí, también habrá paella. Que no todo va a ser correr detrás del balón.

Así que ya sabes: mañana al mediodía, deja el sofá y ven al campo. Porque hay partidos que uno no se puede perder. Y este promete ser de esos que terminan con abrazos, risas… y un poco de Almax.

No hay comentarios

Dejar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.