No hacía falta mirar el calendario para saber que ayer era día grande. Bastaba con asomarse a Es Raspallar y ver cómo hervía la piscina. No de temperatura, sino de nervios, ilusión y ese ruido inconfundible que hacen las ganas cuando se mezclan con el agua. Era jornada de playoffs, y eso se notaba en el ambiente, en las miradas, en los apretones de gorro antes de saltar al agua. Fue allí, entre abrazos, silbatos y gritos desde las gradas, donde el Club Waterpolo Sant Josep dejó claro que esto no va solo de marcar goles. Va de crecer. De pelear. Y, sobre todo, de sentir.
Los Sargantanes, el alevín más novato de la casa, se presentaron en la lucha por el tercer puesto del grupo B con más valentía que experiencia. Este equipo, formado por jugadores que apenas llevan una o dos temporadas empapándose de waterpolo, ha ido a más durante toda la temporada. Y ayer lo demostraron con creces. Golearon al CN Calvià por un rotundo 12-2 y se llevaron con autoridad esa tercera plaza del grupo, lo que les coloca como séptimos de Baleares. Pero más allá de la posición, lo que queda es la actitud: cada boya peleada como si fuera la última, cada ataque con el cuchillo entre los dientes, cada defensa con alma. Este grupo ha dejado claro que tiene presente… y mucho futuro.
Y luego estaban los Dragons. Qué partido. Qué montaña rusa. Qué manera de vaciarse. El alevín Dragons llegó hasta la final del grupo A, es decir, el partido que decidía el título de la Liga Balear Alevín 2024-2025. Enfrente, el CEIB de Mallorca, un rival de los que no perdonan ni un despiste. Pero los nuestros salieron sin miedo y con las ideas claras: presión, velocidad y ambición. Se pusieron hasta cuatro goles por delante y todo apuntaba a una celebración en clave josepí. Pero el CEIB reaccionó en el último minuto y logró empatar a 12, forzando una dramática tanda de penaltis. Y ahí, en ese cara o cruz cruel del deporte, la moneda cayó del lado mallorquín: 13-14 final.
Derrota amarga, sí, pero subcampeonato Balear más que meritorio para los Dragons, que han hecho una temporada enorme y que, como premio a su trabajo, se han clasificado para el Campeonato de España Alevín Mixto de Clubes, que se celebrará en Elche del 12 al 15 de junio, bajo la organización de la Real Federación Española de Natación. Allí, entre los mejores equipos del país, tendrán la oportunidad de representar a Sant Josep y a toda Ibiza con la misma garra que les ha traído hasta aquí. Que nadie lo dude: van a dar guerra.
Y mientras en Es Raspallar el sol se iba y los aplausos bajaban de intensidad, en Palma de Mallorca el equipo juvenil del Sant Josep tenía su propio desafío: el partido por el tercer puesto balear frente al CN Ciutat de Palma. Los nuestros viajaron con el objetivo claro y cumplieron con oficio. Victoria trabajada, sin artificios, y medalla de bronce para cerrar una temporada en la que han crecido a base de esfuerzo silencioso y compromiso constante. No son los que más ruido hacen, pero están construyendo algo sólido, de esos equipos que dentro de poco ya no se conformarán con terceros puestos.
La jornada dejó medallas colgadas, sonrisas cansadas y alguna que otra lágrima. Pero, sobre todo, dejó claro que el Club Waterpolo Sant Josep está en un gran momento: con cantera valiente, equipos que compiten sin complejos y una filosofía que va mucho más allá del resultado.
Porque lo de ayer en Es Raspallar no fue solo deporte. Fue comunidad, fue identidad, fue futuro.
Y ese futuro, atención, lleva gorro josepí.