Adiós al capitán: Álex Llorca deja el Sant Antoni tras dos años de entrega total

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El baloncesto, como la vida, también tiene estaciones. Hay inviernos largos de trabajo silencioso, primaveras de crecimiento, veranos de plenitud y otoños que anuncian cambios. Para Álex Llorca, el reloj del CB Sant Antoni ha marcado el final de una etapa que quedará grabada en la memoria del club de Portmany. Dos años, un brazalete simbólico de capitán, y el papel indiscutible de líder en un equipo que soñó —y rozó— el ascenso a Primera FEB.

El escolta catalán, con una trayectoria amplia en el baloncesto nacional, llegó a Ibiza procedente del Cornellà en la temporada 2023-24. Desde el primer día, no se limitó a cumplir en la pista: se convirtió en el termómetro emocional del vestuario. Su experiencia fue un salvavidas en partidos tensos, su serenidad un recurso valioso cuando el calendario se apretaba y el margen de error se estrechaba. No hacía falta que hablara mucho. Su forma de competir hablaba por él.

En la última campaña, sin embargo, el físico empezó a pasar factura. Molestias y contratiempos le impidieron rendir con la continuidad deseada, aunque su compromiso nunca menguó. Participó en 18 partidos entre Copa, Liga y fase de ascenso, aportando 6 puntos por encuentro. Lejos de sus mejores cifras, pero más cerca que nunca de ese perfil de jugador que suma en lo intangible: el que empuja desde dentro, el que no baja los brazos, el que marca el camino. En su primera temporada, en cambio, los números fueron más generosos con su esfuerzo: 13,4 puntos por partido en la fase regular, mostrando un nivel ofensivo que ayudó al Sant Antoni a dar un paso al frente como proyecto deportivo.

Más allá de estadísticas, Llorca deja en Sa Pedrera algo que no cabe en las hojas de Excel ni en las bases de datos de la FEB. Deja cultura de equipo, hábitos de trabajo, el ejemplo de quien sabe cuándo hay que dar un paso al frente… y cuándo es el momento de apartarse. Porque eso también es ser líder.

El CB Sant Antoni pierde a un jugador, sí. Pero sobre todo despide a un referente. Y eso, en cualquier deporte, siempre es una pérdida que se nota. El baloncesto en Sant Antoni sigue creciendo, y lo hace gracias a nombres como el suyo, que han contribuido a cimentar el camino con profesionalidad, humildad y entrega.

Ahora, toca escribir nuevos capítulos. Para el club, con la mirada puesta en consolidarse entre los grandes de la categoría. Para Álex Llorca, quién sabe. Tal vez otro reto, tal vez una pausa. Pero, en cualquier caso, con la certeza de haber dejado huella donde estuvo.

Y eso, en este juego, es lo que realmente cuenta.

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