La Peña Deportiva suma una pieza de peso a su engranaje de cara al próximo curso. Pedro Parra, centrocampista con un recorrido madurado en las trincheras del fútbol modesto, aterriza en Santa Eulària con el objetivo claro de fortalecer el eje del campo y aportar su versatilidad en una temporada que promete exigencia y altas aspiraciones.
Procedente del Molinense, conjunto del grupo 13 de la Tercera RFEF, Parra se despide de un proyecto con el que rozó el ascenso tras disputar los playoffs y dejar huella como titular indiscutible. A sus espaldas, carga con una mochila repleta de minutos y de aprendizaje, forjada en clubes como el Real Murcia B, Águilas FC, UD Los Garres o el CAP Ciudad de Murcia. Pero si algo define al nuevo mediocentro peñista es su capacidad para adaptarse, su regularidad y su disciplina táctica.
Formado en la cantera del Lorca, donde destacó ya en categoría Nacional con apenas 18 años, Parra dio el salto a la Segunda RFEF con el Atlético Pulpileño en la 21/22, experiencia que le curtó en escenarios más exigentes y ante rivales de entidad. Desde entonces, su trayectoria ha seguido un camino ascendente, con dos años de consolidación en el Molinense que lo han convertido en un jugador con criterio, poso y liderazgo.
La Peña Deportiva encuentra en Parra un perfil que encaja como anillo al dedo en su esquema: presencia en ambos costados del campo, lectura de juego, capacidad de destrucción y llegada desde segunda línea. Pero, sobre todo, un futbolista con hambre de demostrar que está preparado para retos mayores.
La temporada está por escribirse, pero en Santa Eulària ya hay un nuevo nombre llamado a ser protagonista. Pedro Parra no viene a mirar el paisaje, viene a empujar el tren.