En una era en la que el deporte base se ve desbordado por la urgencia de resultados y la presión competitiva precoz, la S.D. Portmany ha optado por remar a contracorriente. Y lo hace con una convicción firme: antes que campeones, quiere formar ciudadanos. Bajo esa premisa nació “Creciendo Juntos”, un proyecto de formación integral que ha sido presentado como ejemplo de buenas prácticas en las recientes Jornadas sobre entornos seguros y de buen trato a la infancia y adolescencia en el deporte, celebradas en el Consell de Formentera.
Lo que diferencia a esta iniciativa no es su ambición, sino su compromiso real. Raúl Garrido, director de cantera, y Alberto González, coordinador del club, han sido los portavoces de una experiencia que trasciende los límites del campo de juego. “Creciendo Juntos” no se limita a una lista de buenas intenciones; es una hoja de ruta concreta que apuesta por la formación continua de entrenadores y familias, abordando aspectos que van desde la psicología deportiva hasta la nutrición y la preparación física adaptada.
Durante la temporada, se han multiplicado las sesiones formativas y los espacios de encuentro entre club y familias. Estas actividades no solo han aportado conocimiento, sino que han generado una cultura de corresponsabilidad que empieza a marcar diferencias. La inclusión de un Decálogo de Buenas Conductas y la creación de un Comité de Padres representan pasos firmes hacia una convivencia más sana y una comunicación más fluida entre todos los agentes implicados.
El valor de esta apuesta no se mide en trofeos, sino en pequeños gestos diarios: un entrenador que sabe leer el estado emocional de su equipo, una familia que entiende su rol de apoyo, un niño que aprende que competir también es respetar. El modelo Portmany no busca milagros, pero sí transformar el entorno deportivo en un espacio de crecimiento real. Y eso, en los tiempos que corren, es ya una victoria.
En un contexto donde a menudo se desatienden las necesidades emocionales y formativas de los más jóvenes, iniciativas como “Creciendo Juntos” recuerdan que el deporte puede y debe ser también una herramienta educativa. La S.D. Portmany ha demostrado que es posible construir un modelo donde los niños estén realmente en el centro. Y lo ha hecho sin discursos grandilocuentes, pero con hechos concretos.
Porque formar futbolistas es importante. Pero formar personas lo es aún más.