La UD Ibiza ha dado un paso firme en su ambicioso camino de regreso al fútbol profesional con la incorporación de Fran Castillo, un centrocampista malagueño que aterriza en Can Misses tras una temporada consagratoria en el Juventud de Torremolinos. El jugador, nacido en Alhaurín de la Torre en 1997, refuerza la medular celeste con un perfil ofensivo que promete electricidad y goles en el centro del campo.
Castillo no es un nombre nuevo en los campos del sur. Forjado en la cantera del Málaga CF, y con paso por el filial del Albacete y su Alhaurín natal, ha sido en Torremolinos donde ha alcanzado su máxima expresión futbolística. En la última campaña, sus 17 goles y 7 asistencias en 33 partidos lo elevaron al Olimpo de la categoría, siendo reconocido con el Balón de Oro de la competición. Un mérito que no solo habla de su olfato goleador, sino también de su capacidad para liderar y marcar diferencias en el último tercio del campo.
El Ibiza ha visto en él a una pieza clave para apuntalar un proyecto que no esconde sus intenciones: volver cuanto antes a la Segunda División. Y es que el club pitiuso, tras un año de reestructuración, busca futbolistas con hambre, recorrido y una dosis de magia, elementos que Fran parece reunir con creces.
La llegada del andaluz suma profundidad y alternativas a una plantilla que ya empieza a perfilarse con ambición. Su versatilidad para jugar tanto de mediocentro como de mediapunta ofrece al cuerpo técnico nuevas variantes tácticas. Y más allá de los números, su liderazgo silencioso y su experiencia en batallas de barro pueden ser el complemento perfecto para un vestuario que necesita referentes.
El reto está servido. Ibiza suma un talento contrastado, y Fran Castillo, a sus 28 años, encuentra una oportunidad dorada para demostrar que su techo futbolístico está más arriba. La temporada 2025/26 ya empieza a respirar ilusiones renovadas en la isla.