Autoescuela del Mar: 40 años al volante de muchas vidas

0
85
De izquierda a derecha: Cristina, Marilina, Sergio, Toni y Jorge.

Hay cosas que no se olvidan. El primer suspenso. El primer aprobado. Esa rotonda maldita. O el profesor que te decía “relájate, que el coche no muerde”. Si has pasado por Autoescuela del Mar, seguro que alguna de estas escenas te suena. Y si no has pasado, probablemente conoces a alguien que sí. Porque esta autoescuela, que arrancó motores allá por 1985, acaba de cumplir 40 años formando a generaciones enteras de conductores en Ibiza y Formentera.

Sí, cuarenta. Que se dice rápido, pero se vive con muchos kilómetros de historias. Y lo mejor de todo es que lo han celebrado como toca: con promociones que han volado, sorteos, recuerdos compartidos en redes y ese buen rollo que llevan cuatro décadas cultivando. “Estamos encantados. La verdad es que todo lo que organizamos para celebrar el aniversario ha tenido una respuesta brutal. La promo del 40% ha sido un éxito total y nos ha emocionado ver cómo la gente ha respondido con tanto cariño”, cuenta Sergio Cobos, actual gerente de la autoescuela y una de esas personas que no habla de alumnos, sino de personas. De historias. De confianza.

Pero vamos por partes. Corría el año 1985. No había test online, ni GPS, ni plataformas digitales. Pero sí muchas ganas. Antonio y Remedios, los fundadores, decidieron abrir una autoescuela diferente, con alma. Y desde entonces, han pasado por allí padres, hijos, primos, novias, abuelos, y hasta algún despistado que aprobó al tercer intento… y luego se hizo profesor.

Hoy en día, Autoescuela del Mar sigue manteniendo esa esencia de familia, aunque se ha adaptado a los nuevos tiempos. Clases online, test desde el móvil, info clara en su web, horarios flexibles y formación para coches automáticos y eléctricos. Pero lo más importante sigue igual: las ganas de enseñar con calma, sin agobios y con humanidad.

Porque si algo te queda claro al entrar por la puerta es que esto no es un negocio cualquiera. Es un sitio donde te reciben con una sonrisa (hola, Marilina), donde los profes no se cansan de repetir lo que no entiendes, y donde cada aprobado se celebra como si fuera un gol en el último minuto. “Aquí cada alumno es único. Sabemos que hay nervios, inseguridades, dudas… y por eso intentamos acompañar a cada uno como se merece. Con paciencia y sin presión. Eso no ha cambiado en 40 años”, dice Sergio.

Y tiene razón. Pocas cosas dan tanto respeto como sentarte por primera vez al volante. Pero en Del Mar lo hacen más fácil. Toni, Jorge y Cristina —los profes de prácticas— ya han visto de todo: desde quien se sube temblando al coche hasta quien pregunta por la fecha del examen antes de aprender a meter primera. Pero todos salen sabiendo conducir. Y lo que es más importante: sabiendo respetar, convivir y compartir carretera.

Durante las últimas semanas, la autoescuela ha estado de aniversario, pero no se han limitado a colgar globos. Han regalado matrículas con descuento, han revivido anécdotas épicas, han sorteado packs, compartido fotos antiguas y —como siempre— han llenado su Instagram de alegría. Porque si algo tienen claro es que enseñar a conducir también puede ser divertido.

“Una alumna nos trajo una tarta el día después de aprobar. De chocolate. Fue precioso. Y no es la única historia bonita que tenemos. Hay muchas, y nos gusta recordarlas porque forman parte de lo que somos”, cuenta Sergio con una sonrisa.

Y lo que son es una parte importante de la vida de mucha gente. Porque en 40 años no solo han enseñado a aparcar o a hacer un ceda. También han visto cómo los alumnos vuelven años después, traen a sus hijos, recomiendan a sus sobrinos. “Eso es lo más bonito. Saber que nos recuerdan con cariño. Que volverían a elegirnos”, dice el gerente.

Ahora, con 40 años cumplidos, miran al futuro con energía. Quieren seguir adaptándose, seguir enseñando con respeto y calma, y sobre todo, seguir acompañando a cada persona que entra por la puerta con ese espíritu que los ha hecho diferentes desde el principio.

Así que si tú o alguien que conoces está pensando en sacarse el carnet, pásate por Autoescuela del Mar. No prometen que vayas a aprobar a la primera (aunque ojalá), pero sí te garantizan que vas a sentirte acompañado, comprendido y bien guiado.

Porque cumplir 40 años no es echar el freno. Es pisar el acelerador con más ganas que nunca.

No hay comentarios

Dejar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.