En el mundo del baloncesto, donde cada centímetro cuenta, fichar a un pívot de 2,10 metros no es sólo una cuestión de altura, sino de ambición. El Class Bàsquet Sant Antoni lo sabe bien y ha cerrado la incorporación del montenegrino Nikola Zizic, un refuerzo de primer nivel para apuntalar su juego interior de cara a una temporada 2025-26 en la que no se conforman con participar: quieren dominar.
A sus 25 años, Zizic llega en un momento clave de su carrera, con el bagaje suficiente para asumir galones y la motivación intacta para marcar diferencias. Formado en la cantera del FC Barcelona, el nuevo ‘cinco’ del conjunto ibicenco no es un desconocido para el baloncesto español. Durante su etapa con el filial blaugrana, alternó minutos en LEB Oro y Plata, y fue protagonista en aquella generación que alzó la Euroliga Junior en 2016, un título que marcó su irrupción como uno de los talentos más prometedores del país balcánico.
Su recorrido posterior ha sido una travesía de crecimiento: desde su paso por la NCAA con los South Dakota Coyotes —donde afinó su físico y lectura de juego— hasta su regreso a Europa con el Maderas Sorlí Benicarló. Pero ha sido en su última parada, el KK Podgorica de la ABA Liga 2, donde ha dado un nuevo paso adelante. En una competición exigente, que reúne a equipos curtidos de los Balcanes, el montenegrino acumuló 108 puntos, 63 rebotes y 10 asistencias en 22 partidos, dejando muestras de su solidez en ambos lados de la pista.
Zizic no sólo aporta centímetros: aporta experiencia, determinación y un perfil poco habitual en la categoría. Con buena capacidad de intimidación, sentido del timing en el rebote y una inteligencia táctica que le permite encontrar siempre la mejor opción cerca del aro, encaja como anillo al dedo en la propuesta del Class Sant Antoni, que busca consolidarse como una de las potencias de la Primera FEB.
Su llegada responde también a una planificación que va más allá del corto plazo. En Sant Antoni saben que los ascensos no se construyen sólo con talento, sino con equilibrio, experiencia y un vestuario comprometido. Con Nikola Zizic, suman a un jugador con recorrido internacional y una madurez que puede ser decisiva en los momentos calientes de la temporada.
El nuevo gigante del conjunto pitiuso tiene claro su papel: ser el referente interior que empuje al equipo hacia el sueño del ascenso. Y si algo ha demostrado en su aún joven pero intensa carrera, es que cuando se trata de crecer, él nunca ha tenido miedo a dar el siguiente paso. Ahora, ese paso lo da sobre el parqué de Sa Pedrera, con la mirada puesta en un objetivo tan ambicioso como ilusionante: llevar a Sant Antoni a lo más alto.