Adiós a un guerrero bajo los aros

0
144

En el mundo del baloncesto, hay jugadores que, más allá de las estadísticas, dejan una huella imborrable por su carácter, entrega y compromiso con la camiseta. Ese es el caso de Laron Smith, quien pone punto final a su etapa en el Class Bàsquet Sant Antoni tras haberse convertido en una de las figuras más emblemáticas del conjunto ibicenco en los últimos años.

El adiós de Smith no es uno más. El pívot estadounidense, de imponente presencia en la pintura, ha sido pieza clave en la trayectoria reciente del club portmanyí. Su aportación la pasada temporada resultó determinante para que el equipo rozara de nuevo el ansiado ascenso a Primera FEB, quedándose, una vez más, en la orilla del sueño. Smith no solo aportó músculo y centímetros bajo el aro; también ofreció liderazgo silencioso, solidez defensiva y un espíritu competitivo que contagió a sus compañeros.

No era la primera vez que vestía la camiseta blanquinegra. Smith ya había defendido el escudo del CB Sant Antoni en etapas anteriores, y su regreso fue recibido con los brazos abiertos por una afición que siempre supo reconocer su entrega incondicional. En cada lucha bajo el tablero, el pívot dejó claro que no venía a pasar el tiempo, sino a dejar el alma en la pista.

La Segunda FEB ha sido un terreno exigente y competitivo, donde cada jornada supone un pulso físico y mental. En ese contexto, Smith se erigió como un bastión, un ancla defensiva que permitió al equipo construir su identidad desde la solidez en campo propio. Su ausencia abrirá un vacío difícil de llenar, no solo por lo que ofrecía en los minutos de juego, sino por su influencia en el vestuario y su conexión con la grada.

El club ha hecho oficial su marcha con un mensaje cargado de afecto, deseándole lo mejor en sus próximos retos, tanto dentro como fuera de las canchas. Y no es para menos. Laron Smith ha sido más que un jugador: ha sido un ejemplo de profesionalidad y compromiso, un estandarte de la ambición con la que el CB Sant Antoni quiere seguir creciendo.

Ahora, con la mirada puesta en una nueva temporada llena de incógnitas y retos renovados, el conjunto ibicenco deberá reinventarse sin una de sus referencias interiores. El listón queda alto, pero también el legado de un jugador que, sin levantar demasiada voz, supo hablar en el idioma del esfuerzo y la constancia.

Sant Antoni pierde a su torre, pero conserva el recuerdo de un gladiador que jamás rehuyó la batalla. Allí donde vaya, Smith llevará consigo un trozo de la isla. Y en Sa Pedrera, su nombre quedará grabado como uno de los pilares de una etapa inolvidable.

No hay comentarios

Dejar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.