1-3. La UD Ibiza se viste de equipo grande: remontada, carácter y fútbol ante el Atlético Madrileño

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En pleno agosto, con las piernas aún algo pesadas por la carga de la pretemporada, el Ibiza ofreció un recital de madurez y determinación en un amistoso que tuvo poco de amistoso. Los de Paco Jémez se impusieron por 1-3 al Atlético Madrileño en un choque intenso, bien disputado y con ritmo de jornada oficial. No solo remontaron un gol en contra, sino que dejaron sensaciones de bloque cohesionado, competitivo y con hambre de más.

El duelo comenzó con dominio colchonero. Los primeros compases fueron para los locales, que intentaron intimidar con un par de aproximaciones sin demasiado filo. El Ibiza, en cambio, tardó en entrar en calor, pero lo hizo con firmeza. A partir del minuto 7, con un cabezazo de Sofiane que fue preludio de lo que vendría, los celestes comenzaron a mover el balón con criterio y temple, consolidando poco a poco su presencia en campo rival.

El Atlético golpeó primero, aprovechando un despiste defensivo que Sergio Esteban no perdonó. El error en la salida de balón dejó al delantero solo ante Ramón Juan, y el 1-0 subió al marcador. Pero lejos de diluirse, el tanto espoleó al equipo de Paco Jémez, que respondió con personalidad. Las ocasiones comenzaron a llegar y, justo antes del descanso, una internada de Sofiane terminó en penalti. Fede Vico no falló desde los once metros y devolvió la igualdad al marcador, reflejo fiel de lo visto en el césped.

El paso por vestuarios no alteró la dinámica. El Ibiza regresó con la misma ambición y encontró el premio a los doce minutos. Bebé sirvió un centro preciso al segundo palo y Sofiane, siempre incisivo, se anticipó con decisión para hacer el segundo. El ariete celeste está demostrando que puede ser una de las piezas clave en el engranaje ofensivo del conjunto ibicenco.

Jémez movió el banquillo tras el gol y los cambios no solo mantuvieron el nivel, sino que lo elevaron. Davo, Ernesto, Paolo y compañía imprimieron energía, desequilibrio y velocidad en los últimos metros. El Ibiza creció con los minutos, dominando los ritmos del partido y jugando con inteligencia. Y cuando el cronómetro marcaba el 85, Ernesto cerró el encuentro con un golazo por elevación tras un pase quirúrgico de Gallar. El 1-3 ponía el broche de oro a una actuación sólida y convincente.

Este triunfo no vale puntos, pero sí autoestima. El Ibiza dio un paso adelante frente a un rival de entidad, dejando claro que el trabajo de pretemporada va por buen camino. Con un bloque cada vez más definido, una idea de juego clara y jugadores que marcan diferencias, el conjunto celeste empieza a perfilarse como un serio aspirante a todo.

La próxima parada será en dos días, frente al Real Madrid Castilla en el Alfredo Di Stéfano. Una nueva prueba para medir el pulso competitivo de un equipo que, partido a partido, va dejando claro que quiere más que buenas sensaciones: quiere resultados.

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