La mañana en Ibiza arrancaba con una luz limpia, de esas que realzan cada rincón de la isla. En Punicauto, concesionario oficial Renault y Mobilize para Ibiza y Formentera, aguardaba el protagonista de la jornada: un Mobilize Duo 100% eléctrico, compacto, ágil y con una estética futurista que no deja indiferente a nadie. Fútbol Pitiuso tuvo la oportunidad de ponerse a sus mandos gracias a la gentileza de Punicauto, y lo que estaba por venir fue mucho más que una simple prueba de conducción.
El plan era claro: salir desde el concesionario, recorrer la Marina y conquistar las calles empedradas de Dalt Vila, Patrimonio de la Humanidad. Desde el primer giro de rueda, el Duo empezó a ejercer su magnetismo: peatones, vecinos y turistas giraban la cabeza al paso de este pequeño eléctrico, que parecía robar miradas… y hasta algún que otro corazón. No es para menos. Su diseño minimalista y urbano, unido al silencio absoluto del motor, hacen que el coche se sienta como un visitante distinguido que se mueve sin alterar el pulso de la ciudad.
La unidad probada correspondía a la versión para permiso B, la más prestacional de la gama, con una autonomía más que suficiente para afrontar una jornada de rutas urbanas. El catálogo incluye también versiones para permiso AM, pensadas para quienes buscan movilidad ágil y sostenible incluso antes de obtener el carné de coche tradicional. En cualquier configuración, el Mobilize Duo está diseñado para la ciudad: dimensiones contenidas, aceleración instantánea, una maniobrabilidad que convierte cualquier calle estrecha en un paseo… y un aire acondicionado que garantiza que, incluso en las horas más calurosas, el interior se mantenga fresco y confortable.
La ruta comenzó atravesando la Marina, con sus terrazas ya desperezándose y el olor a café fresco flotando en el aire. Allí, el contraste era perfecto: un vehículo eléctrico de vanguardia en un escenario de tradición marinera. El Duo se movía con soltura entre peatones y bicicletas, sin ruidos mecánicos, dejando que fueran los sonidos de la vida urbana los que marcaran el ritmo del viaje.
Al dejar atrás el puerto, las murallas de Dalt Vila comenzaron a alzarse como un desafío. Las pendientes empinadas, las curvas cerradas y el adoquinado histórico se convirtieron en un examen práctico para el pequeño eléctrico. Patrimonio de la Humanidad desde 1999, este barrio amurallado es un mosaico de siglos, desde la huella fenicia hasta la impronta renacentista. Y allí, entre fachadas encaladas y callejones estrechos, el Mobilize Duo demostró que la movilidad eléctrica no solo es posible, sino ideal para entornos donde el espacio y la sensibilidad ambiental son un bien preciado.
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La ascensión culminó en la Catedral de la Virgen de las Nieves, donde la panorámica de la ciudad y el Mediterráneo recorta el horizonte. Aparcado junto a la muralla, el Duo parecía una pieza de diseño contemporáneo enmarcada por siglos de historia. En ese instante quedó claro que su encanto va más allá de lo técnico: es un coche que conecta con la gente, con el lugar y con la experiencia de conducir sin prisas ni emisiones.
El descenso, con sus curvas y vistas al mar, confirmó la primera impresión. Estabilidad, respuesta inmediata del motor y un radio de giro impecable hicieron que la conducción fuera tan fluida como agradable. De regreso a Punicauto, la sensación era inequívoca: el Mobilize Duo no solo había superado la prueba, había dejado huella. Y, por el camino, había sumado muchas sonrisas y gestos de aprobación de quienes lo vieron pasar.
En un mundo que avanza hacia la movilidad limpia y eficiente, el Mobilize Duo no es simplemente un vehículo eléctrico: es una declaración de intenciones. Y en Ibiza, entre la brisa marina, las piedras centenarias de Dalt Vila y un habitáculo perfectamente climatizado, esa declaración sonó más fuerte que nunca… aunque el coche, fiel a su estilo, lo hizo en absoluto silencio.
