El fútbol de Ibiza y Formentera pisa distinto a partir de la próxima temporada. La Federación Balear de Fútbol, junto con la Mutualidad de Futbolistas, ha decidido que en fútbol-8 —de debutantes a alevines— será obligatorio el uso de botas multitaco o turf. El objetivo es claro: proteger las rodillas y tobillos de los más pequeños y reducir al máximo las lesiones en edades de formación.
Pero además del calzado, fisioterapeutas y técnicos locales recuerdan otro aspecto esencial para la seguridad de los jugadores: el buen estado del césped artificial, especialmente con un riego adecuado antes de los entrenamientos y de los partidos.
La medida se centra en los más pequeños porque es ahí donde el riesgo es mayor. Los tacos largos, diseñados para césped natural, resultan demasiado agresivos en campos artificiales y aumentan las probabilidades de giros forzados y traumatismos. El multitaco, en cambio, reparte mejor la presión, aporta más equilibrio y evita lesiones innecesarias en articulaciones que todavía están en desarrollo.
En fútbol-11, la norma será más flexible: infantiles, cadetes, juveniles y amateurs podrán escoger calzado, aunque se recomienda utilizar botas con más de 17 tacos y evitar las de aluminio o firm ground, poco adecuadas para las superficies que predominan en Baleares.
En Ibiza y Formentera, entrenadores y padres coinciden en que la decisión es un paso positivo. Los técnicos destacan que los niños ganan confianza y estabilidad con multitaco, lo que facilita la enseñanza y reduce las caídas que interrumpen el juego. Las familias, aunque admiten que supondrá un gasto extra en botas, valoran que la salud de sus hijos esté en el centro de las decisiones.
El comercio local también se ha adaptado. En La Sirena, referente en la isla, ya hay un amplio surtido de multitacos infantiles y juveniles listos para cumplir la normativa: desde gamas básicas hasta las últimas novedades de grandes marcas.
Aunque la normativa habla solo de botas, los fisioterapeutas y la Mutualidad de Futbolistas insisten en otro punto clave: el cuidado del césped artificial. En el clima de Ibiza y Formentera, donde el calor aprieta y la sequedad endurece las superficies, jugar sin un riego previo convierte al campo en un terreno hostil.
El césped seco multiplica el impacto en las articulaciones, provoca quemaduras en las caídas y favorece resbalones incluso con multitacos. Por eso, los especialistas subrayan que regar antes de cada entrenamiento y de cada partido no es un detalle menor, sino una medida preventiva tan importante como el propio calzado.
El fútbol pitiuso encara una nueva etapa en la que la seguridad manda. Con los multitacos ya convertidos en norma en fútbol-8 y con un llamamiento al cuidado de los campos, Ibiza y Formentera apuestan por un deporte formativo más seguro y responsable. Porque al final, de lo que se trata es de que los niños jueguen, aprendan y disfruten sin que el suelo bajo sus pies se convierta en un obstáculo para sus sueños.
