En Can Cantó no hay descanso. Mientras el calor aprieta en la isla, en los despachos del Inter Ibiza se cuecen los cimientos de una temporada que promete emociones fuertes. El club sigue armando su escuadra con mimo, combinando talento local y apuestas internacionales. Esta semana, dos nombres propios han irrumpido con fuerza en la actualidad guerrera: Felix Eckert y Toni Riera.
Dos perfiles distintos, dos caminos opuestos, pero un mismo destino: el azul y amarillo de un Inter que quiere seguir creciendo sin renunciar a su esencia.
Con apenas veinte años, Felix Eckert aterriza en Ibiza con las botas llenas de kilómetros y ambición. Procedente del Southwell City FC, donde se fogueó en la exigente United Counties League Premier Division, este delantero desembarca en la isla con una carta de presentación clara: verticalidad, movilidad constante y olfato de área.
Eckert es ese tipo de atacante que no da una pelota por perdida, que incomoda a las defensas rivales con su presión y que sabe buscar los espacios como si llevara un GPS integrado en las piernas. Su paso por el fútbol inglés, aunque lejos de los focos mediáticos, le ha curtido en un estilo físico e intenso que ahora pondrá al servicio de un Inter que busca más pólvora arriba.
Su llegada no solo suma competencia a la parcela ofensiva, sino que aporta un perfil diferente: dinámico, versátil y con hambre de demostrar que está preparado para dar un salto más en su carrera.
Toni Riera, sangre ibicenca para el motor del equipo
Pero si Eckert representa la apuesta internacional, Toni Riera simboliza el arraigo. Nacido en la isla, formado en el juvenil nacional de la UD Ibiza y con minutos de peso la pasada campaña en el San Jordi de Tercera, este joven centrocampista es uno de esos talentos locales que piden paso con voz propia.
Con capacidad para jugar como mediocentro o mediapunta, Riera ofrece recorrido, visión y una energía contagiosa. Es ese perfil box-to-box que sabe interpretar el juego, filtrar balones con intención y sumarse al ataque con peligro. Un comodín en la medular que encaja a la perfección en el esquema dinámico que propone el cuerpo técnico del Inter.
Su fichaje tiene, además, un valor simbólico: el de seguir dando protagonismo al talento pitiuso, ese que tantas veces ha tenido que buscar oportunidades fuera y que ahora empieza a encontrar su sitio en proyectos con ambición dentro de la isla.
Con estos dos refuerzos, el Inter Ibiza lanza un mensaje claro: quiere ser protagonista. La planificación no se limita a acumular nombres, sino a construir un equipo con sentido, equilibrado y con variantes para afrontar una temporada larga y exigente. Felix y Toni son el reflejo de esa idea: juventud, proyección y compromiso.
Los Guerreros siguen sumando efectivos y lo hacen con criterio. Porque en Can Cantó, el futuro se escribe con trabajo… y con gol.