El atletismo ibicenco está de luto. La isla ha perdido a uno de los hombres que ayudaron a sembrar las primeras semillas de este deporte en tiempos en que correr era casi una rareza en las Pitiusas. Juan José Marí Benítez, cofundador del Club Atletisme Pitiús, falleció el pasado viernes a los 69 años, según informó Diario de Ibiza. Su funeral tendrá lugar este martes, a las siete de la tarde, en la iglesia de Sant Carles, tras el velatorio que se celebrará desde las tres en Pompas Fúnebres.
Para entender la dimensión de su figura hay que retroceder a 1975, cuando junto a un pequeño grupo de amigos –Toni Roig, Armando Tur Gotarredona, Germán Olariaga y Joan Ferrer– decidió dar forma a una entidad que marcaría un antes y un después en la historia deportiva de la isla. Aquel club, que recibió el nombre de CAP, fue la primera institución dedicada exclusivamente al atletismo en Ibiza. Una aventura nacida más de la ilusión que de los recursos, pero que con el tiempo se convirtió en referencia para generaciones de atletas.
Benítez ejerció como secretario, aunque su labor iba mucho más allá de la burocracia. Su papel fue el de un acompañante incondicional, casi un segundo padre para muchos chavales que, sin su ayuda, jamás habrían podido presentarse en una competición. No era raro verle al volante de su viejo Seat 127 o de un Ford Fiesta maltrecho, coches que terminaron exhaustos de tanto viaje a la pista de Can Misses. Años más tarde, esa anécdota se convirtió en símbolo de la entrega desinteresada de un hombre que nunca buscó protagonismo, pero que siempre estaba allí cuando hacía falta.
El recuerdo de aquel episodio volvió a tomar vida en el 40 aniversario del club, cuando Toni Roig y Marí Benítez compartieron escenario. Entre risas y nostalgia, evocaron aquellos trayectos cargados de atletas y sueños. Era la prueba más evidente de que, detrás de cada éxito deportivo, siempre hay figuras silenciosas que sostienen la ilusión con sacrificio.
Hoy, con su ausencia, queda la certeza de que su legado se mide en haber construido comunidad, en haber dado alas a un deporte que necesitaba pioneros con la determinación de abrir caminos en un territorio por explorar. Casi cincuenta años después, el Club Atletisme Pitiús sigue vivo, y en cada atleta que pisa la pista late también un pedazo de la historia de Juan José Marí Benítez.
Un hombre discreto, pero imprescindible, cuya memoria quedará unida para siempre al corazón deportivo de la isla.
Fuente: Diario de Ibiza
