El azar, siempre travieso cuando se trata de sorteos, ha querido que el fútbol pitiuso viva una cita inolvidable en pleno arranque de septiembre. La SD Formentera y la SD Ibiza medirán sus fuerzas el próximo día 10 en el Municipal de Sant Francesc, en un duelo que trasciende lo local para convertirse en un pulso con premio nacional. La Copa RFEF, ese torneo que a menudo pasa de puntillas en el calendario, se viste de gala con un derbi cargado de alicientes.
El formato no permite especulaciones: partido único y el vencedor avanza hacia unos dieciseisavos que esconden un tesoro mayúsculo. Llegar a semifinales abre de par en par las puertas de la Copa del Rey, con el privilegio añadido de recibir en casa a un rival de Primera División. Un sueño al alcance de muy pocos y que otorga a este enfrentamiento una tensión especial, casi de final anticipada.
En esta edición, 32 equipos forman parte de una fase final que reúne a clubes de Segunda y Tercera RFEF junto a otros que se han ganado su billete tras superar los filtros autonómicos. Todos han quedado distribuidos en cuatro cuadros según su ubicación geográfica, con un sistema de sorteo que se repetirá en cada ronda hasta desembocar en la gran final del 8 de noviembre. El camino es corto pero exigente, y cada paso se paga con sudor.
Para el fútbol de las Pitiusas, la cita de Sant Francesc no es una más. Se trata de un duelo que enfrenta proyectos distintos pero con la misma ambición: saborear la grandeza que regala la Copa. Formentera, curtido en noches épicas frente a gigantes del fútbol español, recibe en su feudo a una SD Ibiza que busca recuperar protagonismo en la escena nacional. La isla entera espera un choque eléctrico, con aroma de rivalidad insular y la promesa de un ambiente a rebosar.