El Meeting Toni Bonet fue una bomba

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La pista ardía. Y no era por el sol ni por las ganas de verano: era porque Ibiza se vistió de atletismo y sacó pecho. El Meeting Toni Bonet no fue un meeting. Fue un fiestón. Y de los buenos. De esos donde lo mismo te vibra el alma que se te acelera el pulso.

Quique Llopis, más rápido que un WhatsApp cuando pone “escribiendo…”, se marcó un 13.31 en los 110 metros vallas. ¿El tío? Venía reventado de dar vueltas por el mundo en la Diamond League, pero en Ibiza sacó la artillería fina y le ganó el pulso a un Asier Martínez que, aunque se comió una valla, no se fue de la isla con las manos vacías: su 13.58 sabe a caña fría después de una subida al Puig d’en Valls. Y, ojo, que no era un pique cualquiera: era el primer round entre los dos gallos del atletismo español este año. Spoiler: esto no ha hecho más que empezar.

Pero si hablamos de emociones, María Vicente fue la reina de la pista. Vuelve después de más de un año sin competir (maldito tendón) y se planta en Ibiza como si no se hubiera ido nunca. Salto de longitud y, pam, 6.12 metros. Segunda, sí, pero calentando motores. Porque lo heavy vino después: se calza las zapatillas, sale en los 100 metros vallas y… ¡marca personal con 13.33! Y tú en casa aún flipando con tu récord en la cinta del gym. María no solo volvió: resucitó como una diosa del tartán.

Y por si fuera poco, Daniela García, la mallorquina con más garra que una Vespa cuesta arriba, se marcó un 1.500 metros de los que hacen historia. Con el viento soplando más que la abuela cuando sopla la sopa, Daniela tiró, tiró… y cuando todas aflojaron, ella apretó. El crono no fue su récord, pero sí un golpe en la mesa: “Aquí estoy, y vengo con hambre”.

El resto del show tampoco decepcionó. David Barroso, que nadie tenía en las quinielas, se sacó un 800 metros de la manga y dejó a todos con cara de emoji sorprendido. Incluso a Elvin Canales, que venía de ser bronce mundialista y acabó tercero. Eso sí, antes de competir, se marcó un detalle de los que valen más que un oro: hizo de liebre en el 1.500 popular. ¡Crack!

En velocidad pura, el cubano Shainer Montoya fue como un Ferrari sin control: 20.50 en 200 metros y gracias por venir. Aunque el viento (muy ilegal, como algunas risas en misa) le chafó la marca. Óscar Husillos, el eterno guerrero palentino, se dejó ver con un 21.16 que suena bien para estar calentando motores.

Entre las chicas, Paula García confirmó lo que ya sabíamos: que es una bala. 11.66 en los 100 metros y ni el viento se atrevió a estorbarla. En el 800 femenino, la marroquí Souad El Haddad dijo “esto es mío” y no dejó ni las migas.

Y como guinda del pastel, un salto de longitud masculino con Pablo Delgado llevándose el gato al agua (7.54m), carreras de 1.000 metros con nombres como Juan Díaz Ribas y Alessia Geffroy, y un ambientazo de esos que te hacen querer comprar zapatillas con clavos aunque no sepas ni correr para pillar el bus.

Ah, y no olvidemos a los más peques, que tuvieron su espacio para correr, saltar y flipar en colores compartiendo tartán con los cracks. Porque eso es el Meeting Toni Bonet: una mezcla de competición brava, espectáculo puro y cantera con sueños enormes.

Ibiza volvió a demostrar que el atletismo puede ser magia, rock and roll y adrenalina. Y cuando el sol bajó y las zapatillas descansaron, todos supimos que habíamos vivido una tarde de atletismo para el recuerdo… o para repetir mañana.

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