De la ambulancia aérea a la cima del trail: la épica victoria de Alexia Hartmann en los Picos de Europa

0
136

Tiene 27 años, trabaja como médica de repatriaciones en un avión ambulancia y, entre guardias y vuelos intercontinentales, encuentra tiempo para calzarse las zapatillas y perderse por senderos imposibles. Alexia Hartmann no es una atleta profesional, pero su gesta en el Gran Trail Picos de Europa (GTPE) la eleva a la categoría de ultrarunner por derecho propio.

El pasado 28 de junio, la ibicenca completó los 70 kilómetros y 5.300 metros de desnivel positivo de la prueba reina del GTPE, firmando un tiempo oficial de 16 horas, 17 minutos y 17 segundos, y alzándose con la victoria en la categoría senior femenina. Además, logró un meritorio 55º puesto absoluto, compitiendo de tú a tú con el pelotón masculino en una carrera que vio retirarse a más de la mitad de sus participantes.

Desde la salida en Benia de Onís, Alexia transmitía serenidad. Sus primeras palabras, grabadas en vídeo durante el recorrido, daban cuenta de una estrategia clara: calma, hidratación y disfrute del paisaje, antes de que el sol y la dureza del trazado convirtieran la carrera en una prueba extrema. “Beber mucha agüita y con la calma”, repetía al inicio, consciente de que el verdadero reto estaba aún por llegar.

Pronto el terreno asturiano mostró su rostro más severo. Las bajadas, donde Alexia encontraba fluidez y seguridad, le servían para recuperar tiempo. Pero cada subida era un muro, una lucha cuerpo a cuerpo contra el cansancio y la pendiente. El sol, que apareció sin piedad a media mañana, no hizo más que endurecer el desafío.

Por el kilómetro 20, las piernas ya acusaban el esfuerzo, pero la mente seguía firme. En los tramos más técnicos, donde correr estaba prohibido por seguridad, mantuvo la concentración, y en cada descenso apuró el ritmo para no verse fuera de los cortes horarios.

Ampollas, calor y la dureza del ultrafondo
Las ampollas llegaron cuando más falta hacía la concentración. El calor elevó el sufrimiento físico y las dudas aparecieron. Pero a pesar del dolor y el agotamiento, Alexia no cedió. Alcanzó los lagos de Covadonga con 50 kilómetros completados, en cuarta posición femenina provisional, mientras veía cómo decenas de corredores abandonaban ante la crudeza del día.

A cinco kilómetros del final, su cuerpo rozaba el límite. Exhausta, confesaba sentirse “muerta”, pero empujada por la convicción de terminar, siguió adelante. Y la recompensa llegó: cruzó la meta tras 16 horas, 17 minutos y 17 segundos, coronándose primera senior femenina y firmando el 55º puesto absoluto, en una prueba donde la resistencia valía más que la velocidad.

La gesta de Alexia habla de pasión por el deporte, disciplina personal y amor por la montaña. Su historia no es la de una corredora profesional, sino la de una mujer que combina su labor como médica en un avión ambulancia con largas horas de entrenamiento, sacrificios silenciosos y desafíos personales que trascienden el cronómetro.

Ahora, desde la tranquilidad de Ibiza, Alexia Hartmann comienza su recuperación. Pero el futuro promete nuevos retos, quizás en otras cumbres, en carreras por etapas o incluso en pruebas internacionales. Porque quien ha aprendido a resistir cuando todo invita a parar, sabe que el límite está siempre un poco más allá.

No hay comentarios

Dejar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.