Sant Antoni de Portmany detuvo este viernes por un momento su ritmo habitual para mirar de frente a sus deportistas más brillantes. No era una gala, ni una entrega de premios cualquiera. Era un acto de justicia. El Ayuntamiento, con su alcalde Marcos Serra y el concejal de Deportes Daniel Sánchez al frente, reunió a algunos de los atletas más destacados del municipio para rendirles un homenaje por todo lo alto.
Era el reconocimiento a muchas horas de entrenamiento, a la constancia silenciosa y a esos valores que solo el deporte sabe inculcar: esfuerzo, superación y compromiso.
Entre los protagonistas del día, un nombre brilló con luz propia: Alejandro Díaz, del Club Tennis Taula Portmany, que este verano tocó el cielo en el Campeonato de España paralímpico en La Nucía, colgándose una medalla de oro y otra de plata. Lo suyo es una lección constante de lucha y talento.
Pero Díaz no estuvo solo. Junto a Pau González, Albert Prats y Svilen Kalinov, y bajo la dirección técnica de José Ramírez, el equipo masculino del club logró un hito histórico: el ascenso a Primera Nacional, tras superar la fase decisiva disputada en Calella los días 24 y 25 de mayo. Un salto de nivel que coloca al tenis de mesa portmanyí en el mapa nacional.
También hubo espacio para el tiro con arco, disciplina que en Sant Antoni tiene nombre propio: Nur Gómez. La arquera del Club És Cubells se vistió de rojigualda para representar a España en el Europeo celebrado en Catez (Eslovenia), donde se colgó el bronce individual y la plata por equipos en la modalidad de arco compuesto U21. Talento precoz, cabeza fría y puntería de élite.
El acto concluyó con la entrega de un obsequio simbólico por parte del consistorio, pero lo más valioso ya lo llevaban de casa: el respeto de su gente y la certeza de estar dejando huella.
En tiempos donde el ruido mediático suele eclipsar el trabajo de base, Sant Antoni demostró que sabe cuidar lo suyo. Y estos deportistas, lejos de buscar focos, seguirán entrenando en silencio… hasta que el próximo logro vuelva a hacerlos imparables.
