Por Manu Gon

Como en las mejores películas de Alfred Hitchcock, este mediodía, en el campo de Can Misses, hubo que esperar al final para conocer el desenlace. Y como suele suceder cuando un film es muy bueno, la conclusión dejó un magnífico sabor de boca. Tanto como que un gol de Gregori en el minuto 94 tras una magnífica jugada individual da la ventaja al Ibiza ante el Atlético Levante de cara al partido de vuelta que se disputará en Valencia y que decidirá quien sube a Segunda B.

Lo cierto es que no fue nada fácil y los celestes no hicieron el mejor de sus partidos. El conjunto ibicenco se encontró con un espejo en la primera mitad. El Atlético Levante que entrena Javier Olaizola intentó cuidar el balón, jugarlo por el césped cuando se podía, apostar por las bandas, sobre todo la derecha donde combinaron muy bien Joan y el lateral Shaq, y cuando no buscar la espalda de la defensa de los dos centrales. Lo mismo que el equipo de Rufete.

El Ibiza intentó proponer, sobre todo cada vez que tenía el balón Álvaro pero nunca llegó a provocar ocasiones de verdadero peligro. Con Cirio y Ramos desaparecidos en la punta de ataque y encerrados entre los dos centrales levantinistas, Mongil y Kaiser y con Edu Oriol demasiado fallón en la banda izquierda, llegando incluso a desesperar a la afición, los pocos acercamientos que se vieron en los primeros 45 minutos fueron más por errores que por aciertos de los dos equipos. Tras una media hora de tanteo donde los contragolpes se originaban por robos de balón, el Atlético Levante fue el que más cerca estuvo del gol en el minuto 36. Una jugada magnífica de su delantero centro, Juan Delgado, marchándose de varios jugadores locales tras un robo de balón a Liñán, acabó en los pies de Álex Cortell, que soltó un magnífico derechazo desde la frontal que acabó en el poste izquierdo de Álex, con la fortuna necesaria para que el rebote en su espalda no fuera para dentro. Una situación similar a la que originó el mejor acercamiento de los de Rufete. En esta ocasión el que perdió el balón en el centro del campo fue Fran Manzanara, quien quiso lucirse sacando el balón jugado, originando un rápido contragolpe que terminó con una clara ocasión de Terán, que ante la presión del Mongil acabó lanzando alto.

Del resto del primer acto poco más para reseñar en un partido de guante blanco. Mucho respeto entre los dos equipos, notándose en el ambiente, en los banquillos y los jugadores que hay otro partido de vuelta. El Ibiza apenas subió por las bandas, decidió jugar demasiado balón en largo a la espalda de la defensa valenciana buscando a Ramos y Cirio y únicamente se mascaba algo más de peligro cuando la tenía Álvaro. El mediocentro, elegante con el 8 a la espalda, manejó el centro del campo durante la primera media hora aunque luego acabó por desaparecer ante el empuje visitante. Fue precisamente en esos últimos quince minutos cuando empezó a emerger en el Atlético Levante las figuras de dos de sus centrocampistas, Alex Cortell y Juan Delgado, siempre moviéndose con acierto entre líneas.

Segundo tiempo
En el segundo tiempo el decorado cambió por completo en la primera media hora. El plantel granota salió mucho más enchufado y abriendo el balón a las bandas y jugando por el suelo consiguió ir encerrando a los locales en su propio área aunque sin crear claras ocasiones de peligro. Además, el conjunto de Rufete no tenía el balón y cuando lo tenía lo perdía de manera incomprensible decreciendo en el partido figuras como la de Álvaro, Liñán o Edu Oriol, que tocó su primer balón del segundo tiempo en el minuto 60. Lo mismo que Cirio o Ramos, quien a pesar de luchar cada pelota se pasó más de medio partido en fuera de juego.

Poco a poco el cansancio fue haciendo mella en los dos conjuntos y el descanso preceptivo para beber agua y reponer fuerzas vino mejor al conjunto local. Lo mismo que los cambios. Rufete apostó por Gamiz y su equipo lo notó. El pequeño centrocampista, con el 15 a la espalda, demostró tener personalidad, pidió el balón constantemente y se hartó de intentar filtrar balones buscando a los delanteros. En uno de ellos llegó la mejor ocasión del Ibiza en la segunda parte. Un balón de Gámiz a la espalda de los centrales llegó a Cirio, que se revolvió como un ratoncillo en área, sacó un disparo rápido y sólo la buena intervención de Cárdenas evitó el gol.

Fue de lo poco destacable en unos minutos finales en los que nadie quiso arriesgar más de la cuenta y en el que el cansancio se convirtió en el gran protagonista. Únicamente un amago de tangana por una falta del central Mongil a Edu Oriol cuando se marchaba hacia la portería y el arreón final de los locales levantó al público de sus asientos. Incluso hubo tiempo para la polémica cuando un saque de esquina a favor del Ibiza acabó con Mateu, delantero recién ingresado por Oriol, golpeado de forma involuntaria por el portero visitante. No hubo VAR pero lo mejor estaba por llegar. Como en las mejores películas de Hollywood y con final feliz. Ahora falta rematar en la vuelta.

Alineaciones:

UD Ibiza:
Alex, Devesa, Verdú, Abel, Barragán, Liñán, Terán (Gregori, 73), Álvaro, Ramos (Gamiz, 70), Cirio y Edu Oriol (Mateu, 81). Entrenador. Francisco J. Pérez Rufete

Atlético Levante: Cárdenas, Shaq, Aly, Mongil, Kaiser, Andreu (El Hacen, 70); Joan, Fran Manzanara, Juan Delgado, Alex Cortell, Manu Viana (Iván Moreno, 78). Entrenador: Javier Olaizola Rodríguez

Árbitro: Bruno Montoro Ferreiro

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