El Estadio Sánchez y Vivancos vibró como pocas veces, y no fue para menos: la SD Ibiza rompió la racha de partidos sin ganar en casa y se llevó un merecido triunfo por 2-1 frente al Europa, desatando la alegría de sus aficionados. En una jornada de alta intensidad y bajo un cielo encapotado, los isleños demostraron que estaban decididos a escribir una nueva historia en su casa.
Desde el silbatazo inicial, los locales dejaron claro que querían hacerse con el dominio del partido, apostando por un juego en el que el balón era el gran protagonista. Desde el centro del campo, sus jugadores tejían combinaciones rápidas, buscando desestabilizar la defensa catalana. El Europa, compacto y ordenado, trató de cerrar espacios, pero la presión constante del equipo pitiuso comenzaba a desgastar la resistencia de los visitantes.
Pasados los primeros quince minutos, Bengoechea rozó el primer gol con un disparo potente que fue bloqueado por la defensa del Europa en el último segundo. La presión de la SD Ibiza iba en aumento, y no fue hasta la media hora de juego cuando el estadio estalló de emoción: un centro preciso desde la banda izquierda de Nofre encontró la cabeza de Fran Núñez, quien, sin dejar margen de reacción al portero, anotó el primer gol. El Sánchez y Vivancos explotó de júbilo, mientras los jugadores celebraban el tan anhelado 1-0 que parecía abrir un nuevo capítulo para el equipo.
Lejos de conformarse, la SD Ibiza mantuvo su intensidad. Al borde del descanso, el equipo pitiuso volvió a golpear gracias a una acción individual de Bengoechea, que, con gran habilidad, fintó a su marcador y lanzó un disparo inapelable que superó al portero rival, elevando el marcador a 2-0. La afición ibicenca, extasiada, despedía a su equipo al descanso con una ovación cerrada, confiada en que esta vez el esfuerzo les conduciría al triunfo.
Pero el Europa, sin intención de rendirse, salió al segundo tiempo decidido a cambiar la historia del partido. Apenas arrancada la segunda mitad, el conjunto catalán aprovechó un descuido en la defensa local, y Albert acortó distancias con un remate certero. De repente, el marcador 2-1 le daba una nueva dimensión al encuentro y los visitantes aumentaron su presión, buscando la igualdad en cada avance.
El partido entró en una fase de equilibrio tenso, con el Europa decidido a atacar y la SD Ibiza esforzándose por mantener su ventaja. Los visitantes rozaron el empate en varias ocasiones, incluso estrellando un disparo contra el larguero, pero los isleños lograron capear el temporal. La defensa, encabezada por Simón Lecea, se mostró impenetrable en momentos clave, frustrando los intentos del equipo catalán.
En los minutos finales, la SD Ibiza demostró temple y control, logrando retener la posesión y enfriar el juego ante un Europa que, con el tiempo agotándose, ya recurría a jugadas desesperadas. La expulsión de un jugador visitante en la última jugada del encuentro fue la última chispa de un partido que, tras el pitido final, dejó una imagen clara: la SD Ibiza había conquistado su primer triunfo en casa, y lo había hecho con garra, inteligencia y sacrificio.
Con esta victoria, el equipo ibicenco abandona la zona de descenso y se prepara para su próximo reto: enfrentarse al Nàstic de Tarragona en la Copa del Rey. En esta nueva etapa, la SD Ibiza apunta a consolidarse y demostrar que, en su estadio, cualquier equipo deberá luchar hasta el último minuto para arrebatarles el triunfo.