La UD Ibiza mantiene el rumbo firme en su travesía hacia los puestos de privilegio tras una trabajada victoria por 0-1 frente al Sevilla Atlético. Un solitario cabezazo de Escassi en el tramo final decidió un duelo marcado por la paridad y el sacrificio defensivo.
En el estadio Jesús Navas, la tensión fue palpable desde el pitido inicial. El Sevilla Atlético, en busca de oxígeno en la tabla, salió con intensidad, mientras que los ibicencos, conscientes de lo que había en juego, apostaron por un planteamiento sólido y disciplinado. La primera mitad fue un pulso táctico en el que las ocasiones, escasas pero claras, llevaron el protagonismo a las áreas.
El joven guardameta ibicenco, Belman, fue el gran protagonista en los primeros 45 minutos. Debutante en la portería celeste, se erigió como el salvador de la UD Ibiza en momentos críticos. Primero, con una parada acrobática para desviar un testarazo sevillista, y después, con una doble intervención crucial ante Antonetti y Mejía, quienes rozaron el gol antes del descanso.
Mientras tanto, el ataque unionista carecía de mordiente. José Naranjo dispuso de las dos únicas llegadas de peligro para los visitantes, pero sus intentos carecieron de precisión. La primera parte concluyó con un empate sin goles que reflejaba el equilibrio sobre el césped.
El paso por vestuarios pareció insuflar nueva energía a los de Paco Jémez. Aunque el Sevilla Atlético mantenía su agresividad inicial, la UD Ibiza comenzó a asomar con mayor frecuencia en campo contrario. La entrada de Olabe tras la lesión de Jesús Álvarez dio mayor dinamismo al centro del campo, y los celestes empezaron a carburar en busca del gol.
El momento decisivo llegó en el minuto 70. Una falta lateral ejecutada con precisión quirúrgica por Álex Gallar encontró la cabeza de Escassi, que, libre de marca, envió el balón al fondo de la red. El central celebró con rabia un tanto que, aunque con polémica por un posible fuera de juego, valió su peso en oro para el conjunto pitiuso.
Con el marcador a su favor, la UD Ibiza dio un paso atrás para proteger su ventaja. El Sevilla Atlético, empujado por su afición, intentó igualar el encuentro, pero se encontró con una defensa visitante infranqueable. Los locales apenas generaron peligro, salvo un lanzamiento de falta en el tiempo añadido que se estrelló en la barrera.
El pitido final certificó una victoria de oficio para la UD Ibiza, que suma su segunda consecutiva bajo la dirección de Jémez. Aunque todavía queda trabajo por hacer para alcanzar el nivel de brillantez que busca el técnico, el equipo se consolida como un firme candidato en la lucha por el ascenso.
Con esta victoria, los ibicencos refuerzan su posición en la zona de playoff y encaran el tramo decisivo del campeonato con renovada confianza. El próximo reto será en casa, donde la afición espera disfrutar no solo de los resultados, sino también de un juego que combine la solidez demostrada con el espectáculo que caracteriza a los equipos de Jémez.
La UD Ibiza navega con determinación hacia el éxito. Y aunque el camino sea arduo, días como el de hoy refuerzan la creencia de que este equipo tiene los argumentos necesarios para soñar en grande.