El Portmany firmó una actuación de ensueño en el Municipal de Santanyí, donde se impuso por 1-3 a uno de los equipos más sólidos de la categoría. Los pupilos de Vicente Román demostraron que no hay reto que no puedan superar cuando combinan talento, estrategia y determinación. Esta victoria no solo devuelve al equipo a la senda del triunfo, sino que refuerza su posición en la tabla con 14 puntos, consolidándose como un conjunto que apunta a dar guerra en la zona media-alta.
El arranque del partido mostró a un Portmany confiado, con líneas compactas y un ataque que no dudó en asumir riesgos desde el primer minuto. La apuesta ofensiva dio frutos en el minuto 18, cuando Vaccarini, siempre oportuno, desató la euforia visitante al aprovechar una jugada elaborada con precisión quirúrgica. El delantero argentino, en estado de gracia, volvió a ser el faro del equipo, sumando ya seis goles en nueve encuentros, una cifra que lo coloca como el tercer máximo artillero de la competición.
El Santanyí, lejos de amedrentarse, respondió con la solvencia que lo caracteriza. Antes del descanso, Santiago aprovechó un error en la zaga visitante para igualar el marcador en el minuto 44, dejando el partido abierto y con tensión palpable para la segunda mitad.
Con el 1-1 en el luminoso, la reanudación se convirtió en una batalla táctica. Ambos equipos buscaron imponer su estilo, pero el Portmany mantuvo la cabeza fría y esperó el momento adecuado para golpear. Fue en los minutos finales cuando el partido se decidió, y el Portmany demostró que la paciencia es una virtud. Sergio Rico desató la locura con un tanto crucial en el minuto 85, culminando un contraataque fulminante que dejó sin opciones al portero local.
El golpe definitivo llegó en el 89, cuando Vaccarini volvió a aparecer para firmar su doblete y sellar una victoria de mucho peso. Con un disparo impecable, el delantero rubricó una noche mágica para su equipo y una actuación personal que le reafirma como una de las estrellas de la competición.
Este triunfo supone un soplo de aire fresco para el Portmany, que ahora afronta con optimismo su próximo desafío en Sant Antoni, donde se medirá al Alcudia. La ambición de sumar otra victoria está más viva que nunca, y el equipo de Vicente Román parece dispuesto a seguir dando pasos firmes en su camino hacia el éxito.
El Portmany no solo ganó tres puntos en Santanyí, sino que reafirmó su identidad como un equipo competitivo, capaz de plantar cara a cualquier rival. Si el rendimiento colectivo se mantiene a este nivel, el futuro puede ser tan brillante como la actuación que ofrecieron este fin de semana.