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Futuro de oro en la tacita de plata

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Pablo Sierra del Sol Cádiz no es diferente. Cádiz es única. Para empezar, es la ciudad más antigua de Europa. Esta pequeña península, conectada con el resto de Andalucía por un istmo estrechísimo, ha estado habitada desde hace tres milenios. Tiempo suficiente para que pueblos, culturas y religiones bien diferentes hayan dejado un sustrato de historias, costumbres y tradiciones riquísimo en el puerto que durante siglos sirvió de puente entre dos mundos, el Viejo del continente europeo y el Nuevo de las Américas.

Aunque mira al Atlántico y tiene a sus espaldas el Mediterráneo, la arquitectura de la parte vieja de Cádiz se hermana con las capitales coloniales del antiguo imperio español gracias a los siglos de comercio con La Habana, Santo Domingo o Cartagena de Indias. Visitar Cádiz es saltar al Caribe sin abandonar Andalucía, enamorarse del fluir de unas calles que se recorren para gozarlas, una geografía urbana apretada entre el océano y la bahía donde los viejos se sientan en las puertas de las casas como si vivieran en un pueblo grande y los niños corretean por las plazas detrás de una pelota de fútbol.

Sus habitantes se sienten orgullosos de esa manera de vivir que hereda cada generación para actualizarla a su manera. Entre la gastronomía, variadísima y marinera, la gracia, las máscaras, las chirigotas y el Carnaval o la Constitución que se discutió y aprobó dentro de teatros y conventos allá por 1812 mientras las bombas de los franceses caían sobre la ciudad, el Cádiz Club de Fútbol es una de las cosas más adoradas por los gaditanos. Un gaditano ríe y llora en amarillo y azul. Sueña con el cielo de Primera y sufre el pozo de Segunda B en las gradas del Carranza. Si en la vecina San Fernando no hay más dios que Camarón, en la capital de la provincia el duende se esconde en una gambeta del Mágico González. Y es que hay que tener mucho ingenio para regatear al paro y llegar a fin de mes en la capital de una de las provincias con más porcentaje de desempleados del país.

Desde el pasado verano, un futbolista ibicenco está conociendo ese universo tan peculiar a la vez que disfruta la experiencia de vestirse de cadista cada domingo. Jordi Tur Antonio, de 19 años, llegó procedente de la cantera del Barça con ganas de comerse el mundo y, de momento, la apuesta le está saliendo redonda. Tur ha sido convocado con el primer equipo para dos partidos de Copa del Rey y, aunque el debut a las órdenes de Álvaro Cervera todavía no ha llegado, el filial, donde tiene ficha, está liderando su grupo de Tercera División. El centrocampista tiene un gran porvenir por delante y quiere vivirlo en la tacita de plata.

–El Cádiz B va en serio. A falta de catorce jornadas le sacáis ocho puntos al segundo. ¿Es posible ser campeones del potente grupo X de Tercera?

–Sí, pero hay que trabajar mucho. Nosotros no vamos a sacar partidos adelante jugando mal y tirando de oficio. Hay que mantener el nivel de juego y el tono físico hasta final de temporada. Sobre todo, no presionarse demasiado. Lo que nos está pasando es un premio totalmente inesperado. Yo llegué en verano a un equipo que acababa de subir desde Preferente. El objetivo no era otro que la permanencia en Tercera, en un grupo, además, muy complicado. Cuando era pequeño veía muchos partidos de la Tercera balear, pero el grupo de Andalucía Occidental no tiene nada que ver, aunque ahora en las islas estén el Mallorca B y el Ibiza peleando por el título. Los dos serían rivales durísimos en el playoff. Eso sí, en esta Liga te encuentras a futbolistas que en el pasado estuvieron en equipos de superior categoría. Sin ir más lejos y por nombrarte el caso más ilustre: cuando jugamos contra el Sanluqueño teníamos enfrente a un tal Dani Güiza.

–¿Cuándo os distéis cuenta de que podíais estar en la parte alta de la tabla y disputar el título?

–La clave fue empezar ganándole al Ceuta, que es un equipo muy potente, de los que están diseñados para pelear por el ascenso. Allí juegan Dani Gallardo, el hermano de Javi, el lateral izquierdo de la Peña, y Willy, que el año pasado subió con el Formentera a Segunda B. Derrotarles en la primera jornada fue inesperado. Luego empatamos varios partidos, volvimos a ganar y nos situamos en la parte alta. Tardamos mucho en perder [la primera derrota llegó en la jornada 13, contra el Gerena] y en los duelos directos hemos respondido muy bien. Fue impresionante ganarle al Algeciras en su campo. Ellos van segundos y tienen la obligación de subir por historia y porque su máximo rival, la Balompédica Linense, está ahora en Segunda B.

–¿Cuál es la media de edad en el filial del Cádiz?

–Muy baja. Es un equipo hecho con futbolistas sub’23. No se volvieron locos a la hora de contratar caras nuevas tras el ascenso a Tercera. No han fichado a ningún veterano para sumar experiencia. Eso le da mucho más mérito a lo que estamos consiguiendo. El objetivo del club es formar jugadores que algún día puedan debutar en el primer equipo. Siempre hay gente de la dirección deportiva siguiendo nuestros entrenamientos y partidos. Se nota que están encima del filial.

–¿Te costó entrar en el once?

–Fui suplente en la primera jornada y luego me fui colando hasta hacerme mi sitio. Al míster [Baldomero Hermoso, Mere] le gusta mi manera de entender el fútbol y me está dando minutos. Estoy muy a gusto tanto en la ciudad como en el club.

–¿Cómo definirías Cádiz en pocas palabras?

–Hospitalaria. La sensación que he tenido desde que llegué es la de estar en casa. Tanto en la ciudad como en el club. Me he alquilado una casa en San Fernando donde vivo solo y hay espacio de sobra para la familia cuando viene a visitarme. Salir de un club tan grande como el Barcelona, donde hay muchos protocolos y todo está tan estructurado, podía ser difícil para mí. Yo llevaba en el Barça desde los 16 y estaba acostumbrado a una manera de funcionar muy concreta. En el Cádiz me he encontrado gente tan profesional como cercana. Desde José Carlos Cordero, el director deportivo, que fue quien apostó por mí este verano cuando supo que no iba a renovar por el Barça C, hasta el último empleado del club, todos han conseguido que me encuentre bien aquí. Por ejemplo, los padres de mis compañeros, con los que me llevo genial, me han preguntado más de una vez si estoy bien o si necesito ayuda de algún tipo. Noto y agradezco esa preocupación porque es como si no me hubiera marchado de Barcelona o de Ibiza.

–El primer equipo está haciendo en Segunda A una temporada tan buena como la que estáis protagonizando los jugadores del filial. El Cádiz lucha por volver a Primera casi trece años después.

–La ciudad está volcada con el equipo más que nunca y eso que el Cádiz tiene una afición que apoya en las buenas o en las malas. La Segunda A es muy traicionera, pero el primer equipo está trabajando muy bien y los resultados son muy positivos. Que subieran a Primera sería precioso.

–¿El ascenso del Cádiz B al fútbol de bronce también ilusiona?

–Mucho, aunque a otro nivel, evidentemente. Pero te sorprendería el ambiente que hay en los partidos que disputamos como locales. La ciudad deportiva está fuera de Cádiz y, para hacer más fácil a los aficionados el desplazamiento, el club fleta autobuses gratuitos que salen del Carranza. Podemos meter a más de mil personas los domingos normales y si hay un partido especial, llenamos la grada. Contra el Sevilla C había más de dos mil personas animándonos. La ciudad deportiva se llenó de pancartas, banderas y bocinas. Los cadistas hacen mucho ruido.

–¿Impresiona ver un partido en el Ramón de Carranza?

–Es una sensación mágica. Cuando voy a ver al primer equipo intento concentrarme en el partido, seguir cada detalle del juego y aprender mucho. Lo que ocurre es que es imposible escaparte de lo que ocurre a tu alrededor. La afición es tan entregada y aprieta tanto que los rivales saben que el Cádiz tiene ventaja cuando juega en casa [solamente ha perdido un partido en el Carranza en toda la temporada; el filial, por su parte, está invicto en la ciudad deportiva]. Y, encima, te ríes porque esta gente tiene mucha guasa y siempre está gritando o cantando cosas muy graciosas.

–La guasa no es un mito.

–Para nada. En el filial hay muchos gaditanos y, al principio, como yo no los conocía demasiado y me cortaba un poco, se pensaban que era muy tímido y no me gustaba hablar. Lo que ocurre es que ellos tienen mucho ingenio y cada dos por tres te están haciendo bromas. Así es sencillísimo integrarte en un vestuario que se conoce de antes.

–Se acerca el Carnaval. No sé si el club impone alguna prohibición para que el primer equipo y los chicos del filial y la cantera no os desmadréis.

–[Ríe] ¡No que yo sepa!

–¿Te empaparás un poco del ambiente carnavalero, entonces?

–Hombre, ya que hemos venido a vivir a Cádiz, habrá que conocer un poco el Carnaval sin perder de vista el trabajo diario. Ya están montando cositas en la ciudad y escuchas a la gente hablar de Carnaval por la calle. Seguro que vivir esta experiencia será algo muy bonito.

–¿Te ves mucho tiempo en el club?

–He firmado tres años de contrato y me gustaría aprovecharlos para crecer como futbolista y acabar de formarme. Tengo aún 19 años y mucho recorrido por delante. Si vine aquí fue porque me atrajo el proyecto que tenía la entidad. Creo que están haciendo las cosas bien de arriba abajo y las trayectorias del primer equipo y el filial son la muestra. Entrenar con la plantilla de Segunda A, ir convocado en una eliminatoria de la Copa del Rey y, ojalá, debutar en la Liga de Fútbol Profesional son como premios extra, una motivación que te empuja a entregarte más en los entrenamientos y en los partidos de Tercera con el Cádiz B.

–Precisamente, los que te conocen bien destacan de ti que eres un futbolista que se deja la piel en el campo. ¿Qué más puede aportar Jordi Tur a su equipo además del trabajo?

–Es cierto que soy un futbolista que cree mucho en la disciplina y en el trabajo. Siempre es bueno para un equipo que los centrocampistas sean currantes, tengan largo recorrido y se desvivan a favor del colectivo. Además de eso, creo que sé jugar fácil. Ya admiraba el juego y la filosofía del Barça antes de entrar en La Masia, pero allí acabaron de meterme en la cabeza de que hay que jugar al fútbol con uno o dos toques como máximo. Elegir en el medio del campo la opción más sencilla o lógica. Los años que he estado en Barcelona me han servido para mejorar en ese aspecto y es una de las facetas que Mere, mi entrenador actual, más valora de mi juego.

–Tienes muchos años de fútbol por delante y los estás compaginando con los estudios de Administración y Dirección de Empresas. ¿Has tenido que cambiar de universidad al trasladarte de Barcelona a Cádiz?

–Sí. Tuve que matricularme en la Universitat Oberta de Catalunya y estudiar a distancia. Por suerte, la UOC tiene sede en Sevilla y voy allí para hacer los exámenes cada cuatrimestre. Estudio desde casa y espero ir sacándome todas las asignaturas que pueda. Mis padres me han inculcado desde siempre que para poder ser futbolista hay que estudiar algo complementario. No te puedes cerrar puertas porque este deporte es muy impredecible. ADE es un grado que me gusta y que pienso que en el futuro me puede mantener vinculado al fútbol de alguna manera. Sería uno de mis sueños para el día que cuelgue las botas.

Del banquillo a los despachos

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La situación en el Ibiza del técnico Manel Benavente ha dado un giro de 360 grados en las últimas horas. Así, el catalán, que hasta la fecha hacía las funciones de asistente del entrenador Toni Amor, pasa ahora a desempeñar un cargo en el organigrama de la secretaría técnica del club. Por lo tanto, el preparador, que dirigió al equipo unionista cinco jornadas tras el cese de David Porras en el primer partido de Liga, deja los banquillos para desarrollar tareas en los despachos, como analista y scouting. La entidad que preside Amadeo Salvo se encuentra en estos momentos buscando un sustituto a Manel Benavente para que haga la función de segundo entrenador hasta final de campaña.

¡Puños fuera!

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Adrián Ramos empieza a recuperas sus mejores sensaciones en el Ibiza después de su última lesión de rodilla, que le obligó a pasar por el quirófano y alejarse de los terrenos de juego durante dos meses. El delantero, poco a poco, está entrando en la dinámica de juego del equipo y el míster Toni Amor le va dando minutos, a pesar de la dura competencia que tiene con Cirio, máximo goleador del plantel con 17 chicharros y Mateu Ferrer, nueva incorporación en el mercado de invierno. El ibicenco, no obstante, confía en sus posibilidades y quiere demostrar la gran futbolista que es en el próximo derbi frente al San Rafael, equipo donde jugó durante cuatro temporadas. Ramos tiene más ganas de fútbol que nunca y apuesta por un triunfo ante los de Vicente Román.

Un lateral como una Catedral

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Pablo Sierra del Sol Moha Jami (Rabat, 1996) llegó a Formentera siendo un bebé. Allí aprendió a jugar a fútbol y tuvo la suerte de subir al equipo sénior de la isla a una edad muy precoz. Con 21 años, afronta en el Mallorca B su quinta temporada en Tercera División. Entre medias estuvo dos años en la Peña Deportiva a las órdenes de Dani Mori. En Palma intenta ganarse un hueco en el once de Pepe Gálvez, el principal escollo de la UD Ibiza para cantar el alirón. Acabar primero da la opción de jugar una fase de ascenso directo, un premio demasiado jugoso como para que mallorquinistas e ibicencos, dos escuadras diseñadas para ascender sí o sí, renuncien a él.

–¿Cómo se está viviendo en Son Bibiloni la rivalidad con la UD Ibiza?

–Está siendo muy positivo ese pique para nosotros. El nivel que le está dando el Ibiza a la Tercera nos está curtiendo. La competición no es sencilla. Puedes hacer los mejores fichajes, pero luego tienes que ir a jugar a campos pequeños contra equipos muy trabajados que saben perfectamente lo que tienen que hacer. Nosotros estamos sufriendo fuera de casa. En Son Bibiloni no tenemos problemas para ganar.

–¿Qué has aportado a la plantilla del Mallorca B?

–Un filial necesita gente experta, que sepa hacer piña dentro del vestuario. Yo estaba acostumbrado a jugar con futbolistas más mayores y, fichar por el Mallorca B, ha sido como volver a sentirme juvenil. Intento aportar toda la experiencia que cogí en el Formentera y la Peña, donde jugué 34 partidos entre las dos últimas temporadas.

–¿Qué tal la experiencia de entrenar con el primer equipo?

–Es un premio. Y no es fácil de conseguir. Tampoco es fácil ser titular indiscutible. Pepe Gálvez es un entrenador muy honesto, de los que saben sacar el máximo rendimiento al futbolista porque es justo con todo el mundo. Está repartiendo muy bien los minutos y tiene muy en cuenta los méritos de cada uno. Con Gálvez sabes que si un día apuesta por ti y estás bien volverás a ser titular el domingo siguiente. Pero no puedes fallar. El Mallorca B solamente tiene un objetivo: ser campeones de Liga y conseguir luego el ascenso. Se nos exige lo mismo que al primer equipo en Segunda B.

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–El Ibiza os lleva dos puntos de ventaja y el 22 de abril visitáis Can Misses. ¿Será clave ese partido para el título? Luego solo quedarán nueve puntos en juego.

–Ese partido va a ser muy bonito de ver. Estoy seguro de que habrá gente de Mallorca que viaje a Ibiza para animarnos y que muchísimos ibicencos van a ir verlo a Can Misses. En la primera vuelta les ganamos 2 a 0, pero ahora la historia será muy diferente. El Ibiza se ha reforzado muy bien para el tramo final, nosotros también hemos fichado y los dos equipos nos jugamos muchísimo. Están dos puntos por delante ahora mismo y en ese partido no se puede fallar porque el primer puesto se va a decidir por muy poco margen.

–¿Cómo ves a la Peña Deportiva? ¿Crees que se salvarán?

–Confío en que se salven. Me alegró mucho que los resultados empezaran a llegar en la segunda vuelta. Lo que pasó en Elche el domingo fue una pena porque la Peña estaba compitiendo muy bien y pocos árbitros pitan ese tipo de penaltis. Fue demasiado riguroso y le impidió a la Peña puntuar en uno de los campos más complicados de la categoría. Hablo mucho con varios de mis ex compañeros. Dejé muy buenos amigos en ese club y le deseo lo mejor a Dani Mori. Él quería que me quedara cuando se confirmó el ascenso en los despachos, pero ya me había comprometido con el Mallorca para ir al filial.Sería precioso que celebraran la permanencia.

–¿Fue difícil salir del Formentera con solamente 19 años para irte a un rival directo como la Peña?

–No. La razón fueron los estudios. Los puse por delante del fútbol. A día de hoy sigo estudiando: estoy haciendo un grado superior de Educación Física. En Formentera no hay opciones cuando acabas el instituto y compaginar las clases en Ibiza con los entrenamientos en Sant Francesc era muy complicado. Por eso me cambié de isla. Felip Portas, que era el presidente entonces, quería que me quedase. Yo tenía un año cuando mi familia llegó a Formentera desde Marruecos. Me he criado en esa isla y, en el club, he vivido momentos muy bonitos.Muchos de ellos por Luis Elcacho, un entrenador que tuvo las agallas de subirme al primer equipo con solamente diecisiete años y ponerme de titular en un derbi contra la Peña Deportiva. Tampoco me olvidaré de la eliminatoria de campeones para subir a Segunda B que jugamos contra el Peña Sport. En un partido tan importante Elcacho tuvo los cojones de sacarmetambién de titular. No le importó que yo fuese un chaval. No subimos, pero la experiencia fue alucinante. El ascenso a Segunda B fue la espina que se me quedó clavada con el Formentera. He conseguido uno con la Peña porque formé parte de la plantilla durante todo el año y eliminé al Alzira, pero no pude celebrarlo con el Formentera. Ese proyecto se lo merecía y, afortunadamente, el club lo ha podido conseguir más adelante.

–¿Te ha sorprendido lo que ha pasado en el Formentera durante el último mes?

–No. La Copa del Rey ha sido una gesta histórica. ¡Se cargaron al Athletic! Eso les ha puesto en el escaparate. Mucha gente les ha visto jugar y handespertado el interés de equipos más poderosos. Se veía venir que, en cuanto se abriera el mercado, iban a tentar a más de un jugador para que se marchara. Es fácil ponerse en la piel de Fernando Liñán. Tienes 31 años, te queda poco tiempo como futbolista y recibes una oferta tan importante. Cualquiera habría querido irse al Ibiza y es lógico que el Ibiza, un club que está construyendo una estructura súper profesional, se fije en alguien como Liñán. A mí me recuerda a Busquets, por esa capacidad que tiene para ocupar todo el centro del campo y robar y distribuir igual de bien. Es un fichaje muy bueno para el equipo de Toni Amor.

–¿El Formentera terminará salvándose o va a acusar estas bajas, incluida la de Tito García Sanjuán?

–Ojalá termine salvándose. Creo que tiene equipo para ello y aún está fuera del descenso. En cuanto se recupere anímicamente la plantilla los resultados deberían llegar.

–¿Caben tres equipos pitiusos en Segunda B?

–Si me preguntas si quiero que suba el Ibiza, te diré que sí, pero ojo, quiero que suban después de quedar segundos en Liga porque el título lo tenemos que levantar nosotros. Sí creo que pueden convivir los tres en Segunda B. Sería muy positivo para el fútbol de las Pitiusas. El nivel se elevaría y el fútbol de las islas se profesionalizaría. Por lo que sé, el Ibiza como club tiene cosas que recuerdan a lo que estoy viviendo en el Mallorca. Amor conoce bien el Mallorca porque trabajó bastante tiempo en la cantera.

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–Pasar de un club modesto como la Peña al Mallorca debe ser un cambio fuerte. Aunque esté en horas bajas, el Mallorca tiene otra dimensión.

–Todo es distinto. Cualquier filial lo es. Estar en un B es una oportunidad fantástica para los jugadores sub 23. Son una especie de universidad para futbolistas jóvenes. Aprendes a manejarte en una ambiente muy profesionalizado, donde casi todo está medido al milímetro. El club nos pone muchas facilidades. Vivo en un piso de Palma con tres compañeros más y nos llevan y traen de casa a la ciudad deportiva. La manera de jugar que tiene el primer equipo condiciona la nuestra. Si Vicente Moreno mete una variante en el sistema, Gálvez intenta hacer lo mismo. Es muy complicado llegar a debutar en Segunda B, pero a todos nos preparan por si llega el momento para hacerlo. Cuando he podido entrenar con ellos, me he quedado con varias cosas, sobre todo fijándome en Javi Bonilla, que también es lateral. Hay futbolistas alucinantes, como Lago Júnior, que ahora está lesionado, pero da gusto ver jugar a Bonilla porque está siempre bien colocado, no necesita correr demasiado para ganar la posición, va bien de cabeza y, encima, mete unos centros buenísimos cuando sube al ataque. Salva Sevilla, evidentemente, es una maravilla de futbolista, tanto en el toque como en la precisión a la hora de golpear a la bola. No te explicas cómo puede estar en Segunda B un tío de su categoría. Con Ariday han hecho un gran fichaje. Y el que es un crack de persona es Abdón Prats. Además de ser un hombre-gol, sabe cómo tratar a los canteranos porque él lo ha sido y no ha tenido nada fácil jugar con el primer equipo.

–¿Tú te ves jugando mucho tiempo en el Mallorca?

–No sé qué será de mi futuro. En un club de tanta exigencia se decidirá si renovamos o no muchos de los futbolistas de la plantilla por el rendimiento que demos en las diez últimas jornadas y el playoff. Yo me centro en cada partido. Me lesioné a principio de temporada y me ha costado entrar, pero he tenido la suerte de ser titular las tres últimas jornadas. Voy paso a paso. A lo que no renuncio es al sueño de tener una carrera como futbolista profesional.

7-2. ¡No pasa nada chicas!

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Cuando lo das todo en el terreno de juego y el rival es superior a ti no hay nada que reprochar. Las chichas del Jesús han caído goleadas en el campo del Collerense, pero han hincado la rodilla con orgullo, dejándose la piel sobre el verde. No pasan las rojiblancas por su mejor momento; de hecho, acumulan ya cuatro partidos consecutivos sin puntuar, pero se han conjurado para romper de una vez por todas con esta mala racha y esperan recuperar la senda del triunfo la semana que viene ante el colista Interplà. Con el apoyo de su fiel hinchada, las guerreras de Marcelo Ricagno volverán por sus fueros. Ficha Técnica

A ver quién manda aquí

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El derbi vilero, el partido de la jornada, se lo llevó el CD Ibiza (2-1). El equipo de Iván Córdoba da un golpe de autoridad al derrotar al Inter y se planta como líder en solitario con 16 puntos, a 3 de los gualdiazules cuando se ha disputado la sexta jornada de la Regional Preferente. Aún queda mucha tela que cortar, pero en estos momentos, los de Can Misses dependen de ellos mismos para entonar el alirón.

La copiosa lluvia que ha caído esta tarde no ha impedido que el plantel deportivista se llevara el gato al agua. En un partido de combate y músculo recio, los rojillos sacaron petróleo de dos acciones de estrategia para tumbar al plantel interista, que también vio puerta a balón parado. Youssouf, en el 23, allanó el camino del triunfo para alegría de los suyos y con mínima ventaja en el marcador se fueron ambos contendientes al vestuario.

Las cosas se complicaron para los locales en el segundo tiempo, Juanan fue expulsado en el 65 tras ver dos cartulinas amarillas y dejó a su equipo en inferioridad numérica, circunstancia que supo aprovechar el cuadro de Lolo Hernádez y Carlos Fourcade para poner las tablas en el marcador. En el 72, el Tanque Michlig, todo un especialista en perforar las redes rivales, silenció a la parroquia local y dio alas a un Inter que creyó en la victoria.

Pero las esperanzas de los visitantes se esfumaron en el 77, tan sólo cinco minutos después del gol de la igualada. Marcos Behar, el pistolero deportivista, silenció a la hinchada gualdiazul con un gol que puso patas arriba el encuentro. Después, lo intentó el Inter, pero sin acierto de cara a puerta. En esta ocasión, a los de Can Cantó les tocó morder el polvo en un vibrante partido marcado por la lluvia y en donde también fue expulsado José Antonio Reales en los últimos compases.

Al término del partido, Iván Córdoba, entrenador deportivista, no pudo ocultar su alegría tras la gran victoria cosechada por sus jugadores, destacando la unión del grupo, como clave para lograr los tres puntos. “Hemos sido una piña y esto ha sido muy importante. El equipo ha sabido jugar en todas las fases del partido y también ha sufrido cuando las cosas no pintaban tan bien. Sin duda, mis futbolistas han querido ganar y han buscado el triunfo hasta el final”, ha destacado el estratega.

“El CD Ibiza merecía este premio. Ser líderes en solitario es una recompensa al gran trabajo de mis jugadores y del cuerpo técnico”, ha añadido Iván Córdoba, que ha recordado a su afición que “gracias a esta victoria tenemos muchas más ganas de luchar por nuestro sueño, pero ahora despiertos”. El míster deportivista ha finalizado agradeciendo el compromiso de sus futbolistas, indicando que “seguiremos luchando duro hasta el final”. Ficha Técnica

En el resto de partidos de la jornada cabe resaltar la segunda victoria seguida del Santa Gertrudis (1-2), que ha superado al Puig d’en Valls a domicilio con goles de Walter y Sergio. Ficha Técnica. Asimismo, destaca también la goleada del Ciudad de Ibiza frente al Sant Josep por 4-1. Álex López, Beñat, Manu Cabezuelo y Antonio han sido los verdugos del equipo naranja. Ficha Técnica. El partido que ha enfrentado al Luchador y al Sant Jordi fue suspendido a falta de 15 minutos porque el conjunto local, que sólo alineó a 10 jugadores en el once titular, se quedó con sólo seis efectivos sobre el verde tras la expulsión de Cosmin y las lesiones de tres futbolistas. El marcador reflejaba un contundente 1-6. Morris, Villarino, Alesander y Aitor Castaño, los dos últimos con un doblete, fueron los goleadores del plantel de Fernando Ortiz. Ficha Técnica. Para finalizar el resumen de la jornada, apuntar el importante triunfo del Portmany por 1-3 en el complicado terreno de juego del Formentera B.

Vuela amigo, vuela alto

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El Ibiza vuelve a liderar en solitario la Tercera División balear después del pinchazo del Mallorca B en el campo del Santa Catalina (1-1). El equipo de Toni Amor, que goleó esta jornada al Ferriolense (0-4), se planta en la cumbre de la tabla con dos puntos de ventaja respecto a los bermellones (57 frente 55 dígitos) tras la disputa del vigésimo cuarto capítulo liguero. Los ibicencos, así pues, dependen de ellos mismos para entonar el alirón, aunque aún queda mucho campeonato por delante y ambos rivales pueden dejarse puntos por el camino. La fecha que viene, los de Can Misses reciben al San Rafael en un interesante derbi que examinará el potencial y la solvencia del nuevo mandamás del torneo. Clasificación

2-2. Rey de REYES

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¡Qué manera de debutar! José Luis Reyes, el delantero que llegó en el mercado invernal procedente del Puig d’en Valls, ha salido este mediodía al rescate del San Rafael para empatar el partido ante el Esporles sobre la bocina (m. 89) y dar a su equipo un punto cuando en la grada ya se asumía la derrota de un plantel azulón que jugó con uno menos desde el minuto 55 tras la expulsión con roja directa de Pacheta. El atacante, entró en el campo en el 83 para sustituir a Luna y logró después un chicharro que jamás olvidará.

El conjunto mallorquín se marchó al descanso con mínima ventaja en el marcador después de que Pedro López batiera en el 33 a Santi Fernández, pero en la segunda mitad, el San Rafael, con un hombre menos sobre el verde, igualó la contienda por mediación de Samu Pérez en el 67. El Esporles, no obstante, consiguió establecer el 1-2 en el minuto 87 para desesperación del conjunto local, que recuperó la sonrisa con el tanto de José Luis Reyes cuando el partido ya moría.

La actuación del colegiado Valverde Martínez ha sido muy protestada y criticada por el San Rafael en su Twitter oficial, donde puede leerse comentarios del tipo: “Muchísimo perdón pero muy lamentable el colegiado de hoy pero que muy lamentable que el fútbol pierda por esto” o “Final lastima de la actuación arbitral pero el sant rafel lucho contra un muy buen Esporles en el campo pero salio el enanito hoy en fin 2-2 y sumamos”. Ficha Técnica

2-0. Se acabó la fiesta

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La Peña Deportiva ha mordido el polvo por primera vez en el año nuevo después de dos victorias y otros tantos empates. Ha hincado la rodilla en el Martínez Valero, ante un Elche espeso, pero que supo aprovechar muy bien su oportunidades de gol. En el 66, Benja adelantó el conjunto alicantino en el marcador al transformar un penalti cometido por Borja Navarro y en el minuto 73, Sory sentenció el encuentro para desesperación del plantel de Dani Mori, que continúa luchando por salir de los puestos de descenso.

noudiari.es El 15 de junio de 1982, en una calurosa del verano de Naranjito, el Martínez  Valero de Elche acogía un duelo que fijó un récord mundial todavía hoy, 36 años después, no superado. Aquel día, Hungría ganó por 10-1 a El Salvador en la que sigue siendo la mayor goleada de la historia de los Mundiales de fútbol.

Una anécdota que sirve para una cosa: situar al lector respecto a la grandeza del rival que la Peña tenía delante, y la magnitud del estadio que tocó visitar. Y los peñistas, aunque lo intentaron todo, no salieron indemnes de tamaño reto.

La Peña, desde luego, es otra en este 2018. Los de Dani Mori se plantaron en el estadio ilicitano todavía invictos en el nuevo año, con la “flecha para arriba” y la moral intacta pese al empate en casa ante el Lleida siete días antes. Querían los pitiusos jugar con la ansiedad de un Elche que, pese a ir tercero, quiere (y debería) tener más.

Josico, el míster que apunto estuvo de llevar a la Liga 123 al Atlético Baleares el pasado junio, dispone de una plantilla de muchos quilates, donde seguramente el jugador de banquillo profundo en la rotación sería titular indiscutible para Dani Mori.

Pero la irregular marcha del Elche en Liga hace a sus futbolistas jugar ansiosos, contagiados por una grada que ya no pasa ni media. La Peña salió a lo suyo, con el único cambio de Rueda por Marco Rosa respecto al último partido. La primera mitad fue algo sosa, con un Elche bien atado por el planteamiento defensivo pitiuso, una vez más con Pau Cendrós en el eje de la zaga junto a Borja Navarro.

A la Peña (de nuevo con su equipaje negro con infinidad de patrocinadores, “Moto GP style”) le costaba muchísimo enlazar cinco pases, pero tampoco pasaba apuros. Al descanso se llegó sin prácticamente una ocasión que llevarse a la boca.

Nuevo aire
El paso por vestuarios dio un aire nuevo a la Peña. Ganó metros, y metió el miedo en el cuerpo al Elche en una gran ocasión en la que a Salinas se le hizo de noche en un mano a mano con José Juan. Pero precisamente cuando más controlado parecía el choque, llegó el “minuto de la muerte”.

Primero una doble ocasión clarísima del Elche, prácticamente la primera del duelo para los locales. Lolo Pla estrella una vaselina en el larguero, y el rechace le cae a Nino, que hubiera marcado si no la saca Selfa en la misma línea de gol.

Parecía que la suerte sonreía, pero en la siguiente jugada, no lo hizo tanto. Caída de Pla en el área por agarrón de Navarro, y penalti. Dani Mori se cabreó muchísimo (luego diría en rueda de prensa que de esas acciones “hay 23 o 24” cada partido), pero el árbitro no dudó. Benja transformó bien, con solvencia, desde los 11 metros, y la cosa se puso muy cuesta arriba, todavía con 25 minutos por jugarse.

La Peña acusó muchísimo el golpe. Tanto, que tan sólo 10 minutos después encajó el segundo, ya con algunos desajustes defensivos inéditos hasta entonces. Un balón le cayó dentro del área a Sory Kaba, y el espigado delantero de Guinea Conakry no perdonó y fusiló a Imanol. 2-0 y partido despachado.

De hecho, la recta final fue más un suplicio que otra cosa. El propio Kaba pudo hacer alguno más, pero ya no acertó. Al final, primera derrota peñista del año y tocará seguir insistiendo. El equipo ha mejorado, pero sigue incrustado en la penúltima posición. Y queda una jornada menos.

0-2. Formentera se quema

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La era Juan Arsenal en el Formentera no ha podido empezar de peor manera. Y es que el equipo rojinegro, en el estreno del entrenador de Hellín, ha encajado una dolorosa derrota en casa frente al Llagostera (0-2) con goles de Pablo (m. 52) y Toni Gabarré (m. 83). Al plantel de la Pitiusa menor no le ha salido nada y el conjunto catalán, con un juego serio en defensa y letal en ataque, se ha llevado los tres puntos ante la frustración de la hinchada formenterense, que ve como sus jugadores siguen sin ganar en 2018, encajando cuatro derrotas seguidas sin haber marcado un gol. La mala dinámica del Formentera le acerca peligrosamente a los puestos de descenso.

noudiari.es El único partido que el Formentera no ha perdido en lo que llevamos de año es el duelo que no se pudo jugar la semana pasada en el campo del Ontinyent. Seis veces ha saltado al verde el Formentera y siempre ha acabado hincando la rodilla. En dos ocasiones, contra el Alavés, en la ida y en la vuelta de la Copa del Rey, la derrota era lógica.

En las cuatro jornadas de Segunda B que se han disputado en este año al que ya se le ha escapado un mes, el rosco de victorias no entraba ni siquiera en los planes del más pesimista de los aficionados rojinegros. Este mediodía, el Llagostera, un rival directo para la lucha por la permanencia, le ha sacado los colores al Formentera y ha amargado el debut en el banquillo de Juan Arsenal.

Precisamente, la mala racha formenterense no se puede entender sin la tormenta de altas y bajas que ha sacudido al club desde que se reabrió el mercado de fichajes. Arsenal, el elegido para hacer olvidar la marcha de Tito García Sanjuán (agotado para terminar su segunda temporada con los pitiusos, pero lleno de energía para mantener al Toledo en el Grupo I del fútbol de bronce), no ha podido estrenarse con buen pie.

Bajo un cielo que se ennegrecía, la nueva versión del Formentera -sin Riera, Liñán, Chechu y Muñiz, pero con Ramón Soria en el once y Dani Momprevil esperando su oportunidad en el banquillo- empezaba gustando. Juan Antonio bajaba a recibir al centro del campo, usaba su corpulencia para zafarse de los rivales que venían a presionarle y, en cuanto se ponía de cara a la portería catalana, mandaba buenos pases a Gabri y Bruno Vinicus, hoy extremos con alma de rematadores.

Sin embargo, ni el barcelonés ni el brasileño pudieron devolverle la confianza al nuevo míster con sus primeros goles de la temporada en Liga. Suyas, eso sí, fueron las ocasiones más claras del primer tiempo y, para los locales, de todo el partido. En el 8′, Gabri recogió una falta lejana que Nando Quesada transformó con picardía en uno de esos pases con los que sueñan los delanteros que solo piensan en el gol.

Ocasiones
El ’10’ del Formentera recibió solo, armó la pierna, golpeó con fuerza pero falló la puntería. Minutos después, aunque Contreras entró en calor para detener un tiro lejano de Facu, fue Bruno quien tuvo el 1-0 en sus botas. Un defensa del Llagostera lo evitó colándose entre el remate de Vinicius y la portería que defendía Marcos Pérez. Con la sensación de que el Formentera había cuajado una primera parte llena de ambiciones, pese a lo descontrolado del juego, con demasiadas idas y venidas en algunos momentos, se llegó al descanso.

Y en el entretiempo se deshicieron todas las ilusiones pitiusas como se disuelve un terrón de azúcar en una taza de café. Rápido y sin dejar rastro. Un Llagostera mucho mejor plantado le comió terreno al Formentera en cuanto empezó el segundo acto del partido. Y, además, tuvo una pizca de suerte en el momento preciso.

No se había cumplido el minuto 55 cuando un chut de Pablo se coló por debajo de la axila derecha de Marcos Contreras. Después de haber caído en los tres últimos partidos de Liga por la mínima, el Formentera, que se conoce bien y se sabe sólido en defensa pero romo en ataque, se sobreexcitó, lanzándose a por el empate. Tanto énfasis fue contraproducente porque el equipo se desordenó completamente.

Goalaverage
En medio del caos, el Llagostera remó con placidez. La victoria, tres puntos de oro, estaba a su alcance, a apenas unas paladas de distancia. No contentos con ese premio, los verdiblancos se apuntaron, además, el goalaverage particular con el Formentera, que pudo ganar en Girona por la mínima pero cayó por dos goles de diferencia en Sant Francesc gracias a un tanto rápido y contundente en una contra en la que Chele, que asistió desde la diestra, y Leo, que marcó llegando desde el centro del campo, fabricaron en menos de lo que tardó el Formentera en sacar un córner y perder la pelota que generó la sentencia.

Con un disparo de Bruno Vinicius desde la parte izquierda del área que se quedó cerca de lamer el poste derecho como único argumento ofensivo de los segundos 45 minutos, el Formentera aún pudo lamentar daños extra si su arquero no le hubiera detenido un remate a bocajarro a Toni Gabarre en el último momento.

De todas maneras, el 0-2 es un severo correctivo que deberá espolear a un equipo que acabó la primera vuelta con 25 puntos, un colchón que se ha desinflado después de cuatro jornadas sin sumar. Aunque el Formentera ocupe la plaza de playout y tenga un partido menos, los rojinegros no se pueden despistar: el descenso queda cada vez más cerca.

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