La Peña Deportiva suma artillería de calidad para su frente de ataque con la incorporación de Ander Montori, un delantero navarro de 28 años que llega con un currículo que respira gol, experiencia y un hambre competitiva intacta. El club blanco apuesta por un perfil versátil, curtido en los campos de Tercera y Segunda RFEF, pero con el instinto depredador de quien ha saboreado el éxito individual en el fútbol modesto.
Montori no es un desconocido para el balompié balear. Su paso por el Llosetense fue tan brillante como inolvidable: 26 dianas en la temporada 2021/22 lo coronaron como el máximo goleador de toda la Tercera RFEF. Una cifra que, más allá de engrosar estadísticas, disparó su cotización en los despachos. No era casualidad. Un año antes ya había dejado señales de su olfato con 15 tantos en su estreno en el conjunto mallorquín.
Su eclosión en Lloseta lo catapultó a la Segunda RFEF con el Antequera, donde, pese a no repetir cifras de escándalo, contribuyó con seis goles al ascenso del conjunto andaluz a la Primera RFEF. Su recorrido posterior lo llevó al Mutilvera y al CE L’Hospitalet, antes de defender los colores del CD Badajoz en el último curso, equipo con el que cerró su etapa más reciente antes de recalar en Santa Eulària.
Futbolista de recorrido heterogéneo, Montori ha vestido camisetas de equipos como San Juan, Burladés, Calahorra, Haro Deportivo y Cirbonero, consolidando su reputación como un delantero siempre al acecho, capaz de adaptarse a diferentes contextos tácticos y exigencias competitivas. Esa riqueza de vivencias lo convierte en un valor seguro para una Peña que busca renovar su ambición ofensiva.
La entidad pitiusa suma, así, un nuevo perfil que conjuga experiencia, gol y compromiso. En un grupo balear siempre competitivo, el regreso de Montori a un entorno conocido puede ser el catalizador perfecto para que el delantero recupere su versión más letal. La Peña Deportiva, que apunta alto, encuentra en su nuevo ariete una pieza con pasado goleador y presente desafiante.
El municipal de Santa Eulària tiene nuevo inquilino en su área rival. Un viejo conocido del gol vuelve a la islas con la puntería cargada y la mirada puesta en una sola dirección: el éxito colectivo.