@futbolpitiuso Los futbolistas ibicencos Aitor Ramírez y Manu Moreno, así como el técnico Oliver Mendoza fueron protagonistas junto con Pablo Rota y Albert Benaiges en el programa ‘El Çhiringuito de Jugones’, que presenta Josep Pedrerol. Los cinco españoles cuentan su experiencia en el Cibao, club de la Primera División de República Dominicana. No se pierdan el reportaje.
Doce jugadores ibicencos disfrutan del universo Barça

Paco Natera Doce jugadores ibicencos, junto con los entrenadores Aitor Flores, del juvenil del Santa Gertrudis y Javier Lapuente, del benjamín del Portmany, pudieron comprobar la pasada semana por qué se dice que el Barça es más que un club. Y es que el grupo de futbolistas formó parte del prestigioso Torneo Internacional de la FCBEscola, que alcanza ya su quinta edición.
Los chavales disfrutaron de lo lindo y experimentaron en primera persona la gran pasión por el fútbol que se vive en el entorno culé. Compitieron con el equipo de Illes Balears con compañeros de Mallorca y se dejaron la piel para dejar el pabellón bien alto entre los más de 1200 chicos y chicas de todo el mundo que pisaron el terreno de juego en los campos anexos al Miniestadi.
Los futbolistas fueron protagonistas de la fiesta azulgrana celebrada en Semana Santa y, además de disfrutar del balón, hicieron lo propio con las actividades que se organizaron en la zona de la explanada del Mini, donde los chavales pudieron disfrutar del universo Barça. Incluso, el grupo ibicenco presenció en directo el partido del Barça femenino contra el PSG en la ida de los cuartos de final de la UEFA Women’s Champions League.
Tanto Javier Lapuente como Aitor Flores son técnicos oficiales de la FCBEscola, campus que se ha desarrollado durante los últimos años en Sant Jordi. Ambos dirigieron durante el torneo a las formaciones prebenjamín, benjamín, alevín e infantil. “Hemos podido vivir una experiencia única, espectacular”, comenta Lapuente, conocido en el mundo del fútbol ibicenco como Lapu.
“Los chicos han disfrutado muchísimo en el torneo. Han competido equipos de todo el mundo y la fiesta azulgrana a la que hemos tenido la suerte de poder asistir ha sido espectacular”, añade el míster. “Lo cierto es que sólo veíamos escudos del Barça por todos lados; dudo que los chavales puedan olvidar esta experiencia”, sostiene el preparador portmanyista, quien logró finalizar en novena posición con el equipo prebenjamín.
Uno de los mejores momentos que disfrutó la expedición ibicenca durante el torneo fue el día de la clausura, en el Miniestadi. “Fue una pasada; el estadio estaba lleno hasta la bandera de jugadores y familiares y nuestros niños se lo pasaron muy bien y estuvieron cerca de Iniesta. Lo mala noticia fue cuando se informó de la muete de Cruyff”, recuerda un Lapu que se muestra tremendamente orgulloso de sus pequeños barcelonistas.
A continuación, relación de los jugadores ibicencos que participaron en el torneo.
Prebenjamines: Elia Petrarca (Portmany) e Iker Morales (Portmany).
Benjamines: Marco Petrarca (San Agustín), Eric Torres (Sant Jordi) y Carlos Serra (Sant Jordi).
Alevines: Eiluhan Ramón (Sant Jordi), Marco Soler (Puig d’en Valls) y Joan Vigut (Sant Jordi).
Infantiles: Vicente Costa (Portmany), Sergi Sánchez (Portmany), Pedro Tirado (Sant Jordi) y Marcos Escnadell (Sant Jordi).
Sascha: “Para entrenar con la Peña tuve que raparme el pelo”
David Alba Cuando el entrenador Toni Ortiz convocó al portero cadete Sascha Von Donop Von Cheymann (Berlín, 1981) para que hiciera la pretemporada con el primer equipo de la Peña Deportiva desconocía la sorpresa que le había preparado el canterano. “Me presenté el primer día de entreno con un peinado bastante extravagante – recuerda Sascha–. Llevaba el pelo teñido de amarillo con el dibujo de una telaraña”.
Ni bien saltó al terreno de juego Ortiz, que entiende la importancia de tener cierto grado de disciplina, le paró en seco. “Con este aspecto no puedes entrenar con el primer equipo”, le recriminó el entrenador, que le conocía bien. Él, casi 10 años antes, fue el que vio el talento de Sascha bajo los tres palos en la escuela de la Peña Deportiva y sugirió que esa fuera su demarcación en el campo. El jovencísimo guardameta entendió el gesto del míster y aquella misma tarde se rapó la cabeza al cero. Al día siguiente pudo cumplir su sueño. Y ahora, como entrenador de los prebenjamines de la Peña, busca que otros chicos como él puedan, al menos, debutar con el primer equipo.
A día de hoy no resulta extraño encontrar en el fútbol base jugadores de raza negra. Pero a finales de los 80 y principios de los 90, Sascha destacaba por su agilidad e indudable talento, así como por el color de su piel. “No recuerdo haber tenido ningún problema de racismo en mi infancia excepto cuando era juvenil algún grito racista, pero sin ninguna importancia”, asegura el exjugador, que reconoce que le gritaran le “motivaba más”.
Sin embargo, a pesar de algún episodio aislado, se sentía querido porque “era recordado por todos debido a que era el único niño de color en esa época”. No obstante, en la actualidad ejerce de entrenador de fútbol base de la Peña Deportiva y admite que aún queda mucho por mejorar. “No entiendo como un padre puede llegar a insultar a un árbitro de categorías inferiores –lamenta–. Más de una vez he tenido que dirigirme a alguno para pedirle que, por favor, dejase de insultar al arbitro en presencia de menores”.
Por otra parte, sobre si en la actualidad es más sencillo que los niños progresen señala que “ahora mismo es mucho mas fácil que salgan jóvenes técnicamente buenos”. Sascha opina, en este sentido, que “está todo mucho mejor estructurado y planificado”. El exportero reconoce, asimismo, que es muy feliz entrenando a los pequeños del club. Y es que, con total seguridad, Sascha marcará la vida a más de uno de esos niños. En el futuro, a buen seguro, les aconsejará –por si las moscas– pasar por el peluquero antes de ir a entrenar con el primer equipo.
Matías Vivaldo: “Me crié con la portería encima”
Paco Natera En los años 90, el portero argentino Jorge el ‘Flaco’ Vivaldo triunfaba atajando balones en equipos como el Arsenal de Sarandí, el Deportivo Español, el Colón de Santa Fe o el Chacaritas Juniors, entre otros. El arquero jugó en Primera División e, incluso, estuvo a punto de firmar por Boca Juniors en 2004. Y mientras demostraba su destreza bajo los tres palos, su hijo Matías se iba haciendo mayor al mismo tiempo que soñaba, como hiciera su padre, con llegar algún día a lo más alto del fútbol.
Aquel joven hoy tiene 22 años y ha firmado por el Inter Ibiza para continuar formándose y abrirse camino en el fútbol español. Matías, que debutó con su nuevo equipo la pasada jornada, en el campo del Luchador, agradece la confianza que ha depositado en él Carlos Fourcade, entrenador del conjunto ibicenco, y aspira a lograr muchos éxitos con la camiseta interista. Llega a Can Cantó para aportar la experiencia que acumuló en equipos argentinos como el Brown de Adrogue, Chacaritas, Club Comunicaciones y Lugano.
“Tras una lesión de rodilla, decidí abandonar mi país para empezar una nueva aventura en el Italia, en clubes de Tercera, pero todo se torció. A través de un conocido de mi ‘viejo’, contacté con Carlos Fourcade, quien me abrió las puertas del club y me presentó su proyecto”, cuenta el guardameta. “Estoy contento y quiero sumar para ver si podemos lograr el título de la Primera Regional. De todos modos, mi ilusión es quedarme en la Isla y empezar la temporada que viene porque quiero conseguir grandes gestas en este club”, añade.

Matías, un joven muy religioso, explica que se encuentra muy “cómodo” en el Inter y agradece la gran acogida que ha recibido por parte de compañeros, cuerpo técnico, directiva y afición. “Doy gracias a Dios por esta oportunidad”, sostiene el arquero, que se muestra ambicioso y optimista. “Sé que esta entidad va a crecer y festejar muchos éxitos deportivos durante las campañas venideras. Confío mucho en este proyecto y el formidable grupo humano que tenemos nos llevará a alcanzar altas cotas”, apunta.
Para la nueva incorporación del Inter es un orgullo ser hijo de el ‘Flaco’ Vivaldo. Su progenitor le ha inculcado el amor por el fútbol, así como grandes valores que, hoy en día, pone en práctica. “Mi papá fue profesional en Argentina, por lo que me crié con la portería en encima”, relata, entre risas. “He aprendido mucho junto a él y me ha enseñado como tiene que comportarse un verdadero jugador de fútbol”, añade Matías, que espera poner al servicio del Inter Ibiza todos sus conocimientos.
“Mi fe en Dios y todo lo que he aprendido con muy padre durante estos años me ayudan a afrontar nuevos desafíos con determinación y confianza”, agrega el arquero, que, pese a su juventud, tiene muy claras sus ideas y muy presentes sus objetivos deportivos y personales. “Quiero sumar para que el Inter llegue lo más alto posible”, reitera un Matías que compaginará la portería con los entrenamientos a los jóvenes canteranos de la entidad de Can Cantó.
Formentera se rinde ante la calidad del Málaga
@Noudiari / Son niños, pero juegan muy bien al fútbol. Y los del Málaga, en concreto, mejor que nadie. Por eso se han adjudicado de forma merecida el triunfo en el torneo alevín de Formentera, que un año más, y ya van ocho, ha concentrado en la Isla algunos de los jóvenes futbolistas con más proyección del país.
El Málaga, que ha alcanzado la final tras superar en los penaltis al Villarreal (2-2), ha superado forma clara al Valencia en el partido por el título de campeón, que ha terminado con el resultado de 2 a 0 a favor de los andaluces.
Los valencianistas, que venía de imponerse al Betis por 2-4 en la otra semifinal del torneo, han jugado también un buen partido en la última ronda, aunque no han estado tan acertados en el remate como su adversario, que se ha llevado el gato al agua por su mayor acierto de cara a gol.
En el partido por el quinto y sexto puesto, el Mallorca se ha impuesto al conjunto local, el Formentera, que ha caído derrotado por 7 a 2 ante el cuadro mallorquinista.
Al margen de los resultados, de los vencedores y de los vencidos, los jóvenes canteranos de algunos de los clubes con mejor escuela del país se lo han pasado en grande en un torneo que año tras año mantiene el nivel y del que los futbolistas se marchan con muy buen recuerdo y no solo por el fútbol, sino también por el trato y la hospitalidad dispensada por los organizadores.
Sin duda, ese es el mejor reclamo para que vuelvan. No ha habido en esta ocasión trofeo para el mejor jugador ni al máximo goleador, puesto que en el Formentera piensan que en el fútbol los premios y los méritos son cosa del grupo y no se personaliza.
Aún así, cabe destacar el nivel demostrado por el hijo del exjugador del Athletic Club y la selección española Julen Guerrero, que se llama igual que el padre y va en camino de ser tan bueno o mejor que su progenitor.
Peña y Villarreal, los mejores en la Santa Eulària Cup
@Noudiari / La Peña Deportiva, en las categorías prebenjamín y alevín, y el Villarreal, en benjamín, fueron los campeones de la Ibiza Santa Eulària Cup 2016, que este sábado concluyó en el Municipal de la Villa del Río después de tres días de mucha emoción y, sobre todo, goles.
En prebenjamines la final deparó un duelo fratricida entre la Peña A y la Peña B, que en las semifinales, jugadas este mismo sábado por la mañana, habían eliminado a Rapid y Penya Blanc i Blava, respectivamente. En el encuentro decisivo, la balanza se inclinó a favor del conjunto A, que se impuso por 6-0. A título personal, Samuel fue elegido mejor jugador del torneo en su categoría, mientras que su compañero en la Peña A Noam fue el máximo goleador con 11 tantos. Darío, de la Peña B, fue designado el mejor portero.
La siguiente final enfrentaba al Villarreal contra la Peña B en benjamines, después de superar en las ‘semis’ al Rapid y Atlético Jesús. El submarino amarillo no tuvo problemas para llevarse la victoria, goleando por un contundente 13-0. Tres jugadores del conjunto castellonense, Javi Aznar, Sergio y Pablo Fernádez, que logró la friolera de 21 goles, se proclamaron mejor jugador, mejor portero y máximo realizador, respectivamente.
Por último, en alevines, la Peña consumó el doblete venciendo en el encuentro decisivo al Atlético Jesús (4-1), mientras que Rapid y Santa Gertrudis fueron eliminados en la ronda anterior. Joan y Cristian, del conjunto ganador, se hicieron con el título de mejor jugador y mejor portero del torneo, mientras que, en la tabla de goleadores, empataron con 9 tantos Adri, de la Peña, e Iker, del Jesús.
Betis y Málaga buscan la final del Torneo Alevín de Formentera
@Noudiari / El VIII Torneo de Fútbol Alevín de Formentera, una de las citas imprescindibles de la Semana Santa en las Pitiüses por el gran nivel de los equipos participantes, arrancó este sábado con dos claros favoritos: Betis y Málaga, los dos últimos vencedores del trofeo, que quedaron primeros de sus respectivos grupos y que hoy aspiran a revalidar el título.
El partido entre el Formentera y el Villarreal, que finalizó con una clara victoria de los segundos por 10-0, fue el encargado de abrir la competición. En ese mismo grupo A, el Betis doblegó poco después al Villarreal (3-2) y, por la tarde, se impuso al conjunto anfitrión por 8-2.
Por su parte, en el grupo B, el Málaga demostró su condición de favorito superando al Mallorca (3-1) y al Valencia (7-2), mientras que el conjunto ché se impuso a los mallorquinistas por un ajustado 2-1.
De esta forma, el Betis se medirá al Valencia en la primera de las semifinales, a partir de las 10.00 horas, mientras que el Málaga jugará ante el Villarreal a las 11.00 horas.
Una hora después será el turno del Mallorca y el Formentera, que lucharán por el quinto y sexto puesto. Por la tarde, los perdedores disputarán el partido por el tercer y cuarto puesto a las 17.00, mientras que la gran final se jugará a partir de las 18.00 horas.
Víctor Sánchez: “Nos ha faltado actitud y compañerismo”
Paco Natera Salvo milagro, el Atlético Jesús ha dicho adiós a su aventura en Liga Nacional. A falta de cuatro jornadas para la conclusión, al conjunto rojiblanco, que se encuentra a siete puntos de los puestos de salvación, únicamente le sustentan las matemáticas en el torneo autonómico. El plantel que entrena Mariano Díez hace muchas jornadas que tiró la toalla y domingo a domingo ha ido cavando su propia tumba.
La fuga de jugadores ha sido uno de los lastres que ha sido incapaz de superar el técnico Mariano Díez. A principios de temporada, Cristian y Carlos dijeron adiós por motivos laborales. Además, otros compañeros salieron del club por no comulgar con el míster. Pumu, Vicent y Chiketete se tiraron del barco y provocaron una vía de agua irreparable. Y con el equipo naufragando, Juanjo y Redondo firmaron por la Penya Blanc i Blava.
El vestuario está roto; muchas futbolistas van a lo suyo y la unidad brilla por su ausencia. Incluso, algunos jugadores han optado por no ir a entrenar. Con este panorama, algunos compañeros encaran los últimos cuatro partidos sin fe, desmotivados y pensando ya en las vacaciones. El Atlético Jesús ha dejado de creer en la salvación y se encuentra a merced de su propio destino.
Víctor Sánchez es una de las voces autorizadas del equipo. Formado en la cantera rojiblanca, presencia, impotente, el derrumbe de un proyecto que arrancó con ilusión. Al futbolista, además, no le ha temblado la voz a la hora de hablar de falta de compromiso en el grupo. “Nuestro comportamiento no está siendo el mejor. Nos falta ritmo, sangre y sobre todo, muchos entrenamientos porque muchos ya no vienen”, comenta.
El jugador ve “muy cruda” la situación actual del Atlético Jesús. “Salvarnos es prácticamente imposible y la verdad es que es una pena, una grandísima pena. Llevo toda la vida en el club y me duelo mucho lo que está pasando porque quiero lo mejor para el equipo y éste se ha partido, se ha roto”, añade un Víctor Sánchez que considera que la baja de jugadores importantes ha tenido mucha culpa en la mala dinámica del bloque.
“El adiós de compañeros provocó desmotivación. No hemos puesto las mismas ganas que al principio ni tampoco hemos tenido ilusión por tratar de revertir la situación”, agrega el goleador, que, sin pelos en la lengua, añade: “Algunos jugadores intentamos hacer piña y hacernos fuertes en los malos momentos, pero no hubo manera. O somos todos o nos somos ninguno. Muchos han ido a su royo y ha faltado actitud y compañerismo”.
Lo que más fastidia a Víctor Sánchez es que se construyó un plantel de garantías para lograr la permanencia sin tanto sufrimiento. “A mi parecer teníamos un buen equipo a principio de campaña, pero desgraciadamente decimos adiós a la Liga Nacional”, apunta el futbolista, que culpa a todos los estamentos del club por la triste y agonizante situación del Atlético Jesús en el torneo balear.
“Nadie ha sabido reconducir esta situación; ha habido un fallo muy grande. Debería haber habido cambios desde el día que se veía que el equipo no carburaba. Desde nosotros, los jugadores, hasta la directiva tenemos mucho que ver en cómo nos encontramos en el campeonato”, afirma un Víctor Sánchez que prefiere no mojarse al ser preguntado por qués es lo que, a su juicio, tendría que haber cambiado.
La Peña Deportiva reconoce “discrepancias” pero muestra su respaldo a la sección de fútbol sala
Noudiari.es La Peña Deportiva, mediante un comunicado de prensa realizado por la comisión deportiva del club, reconoce la existencia de “discrepancias” en el vestuario del equipo de fútbol sala de Segunda División B, aunque mantiene su “entera confianza” en que el conjunto ibicenco logrará el objetivo de la permanencia.
“El primer equipo está realizando una fantástica temporada y, a falta de siete jornadas, se encuentra ocho puntos por encima de los puestos de descenso. Por lo tanto, tanto los integrantes de la plantilla como del cuerpo técnico están realizado una buena labor y, aunque haya habido discrepancias, bajas y salidas no deseadas, queremos poner de manifiesto que todos han contribuido a este éxito, destacando la importante labor del entrenador, Marlon Velasco”, asegura la nota de prensa.
Una de las gotas que ha colmado el vaso ha sido la marcha del equipo de Estefan Lanchón por sus desavenencias con el técnico, que se suma así a las bajas de otros jugadores a lo largo de la temporada por diversos motivos: Víctor Prado, Julen, Aitor, Charly, Álex, Nene, Toni Rosselló, Toni Gelabert, Fernando, Fran Heredia, Emiliano y Benja.
“Estefan Lanchón es el directivo responsable del fútbol sala y su trabajo durante todos estos años ha sido ejemplar y se han alcanzado los objetivos de ascender el primer equipo a Segunda División B y crear una cantera de fútbol sala. Por lo tanto, el trabajo desarrollado durante estos años ha sido magnifico y seguiremos trabajando conjuntamente para desarrollar los objetivos de futuro, diferenciando siempre su faceta de jugador de la de directivo”, afirma el comunicado.
Pese a todo, el club mantiene su confianza en la actual plantilla de la Peña FS, con el fin de “acabar de conseguir el objetivo marcado para este año y mantener la categoría”. “Desde el club queremos manifestar que estamos trabajando para conseguir un mejor fútbol sala y que todos los que quieran sumarse a este objetivo tienen las puertas abiertas”, añade la nota enviada por Raúl Casañ y Pere Seguí.
In memoriam: Johan Cruyff, por Miguel Vidal
@noudiari.es Es Nou Diari me pide un obituario de Johan Cruyff y yo prefiero dedicarle un “in memoriam”. Tengo suficientes elementos para hacerlo, porque soy el primer periodista español que le entrevisté cuando era el objeto del deseo del Real Madrid y del Barça. Fue en el verano de 1973, en sus vacaciones en Portugal, cuando aún deshojaba la margarita sobre si dejar el fútbol holandés o no.
Después, finalizada su etapa azulgrana de jugador, volví a entrevistarle con motivo de su sorprendente fichaje por la UD Levante, y ya, como entrenador del Dream Team, coincidí muchas veces con él y casi puede decirse que nos hicimos amigos. Hace unos meses vino a Palma invitado por IB3 TV para el estreno del documental sobre Miquel Àngel Nadal, uno de sus jugadores preferidos en un FC Barcelona que, como el actual, también encandilaba a los aficionados con su fútbol de ensueño, y yo aproveché para regalarle mi libro “Una vida de entrevistas”, en que naturalmente uno de los protagonistas era él.
Y hoy, al recibir la noticia de su muerte, he llegado a la conclusión que mi mejor homenaje a su figura es reproducir literalmente aquella entrevista aparecida en AS en su día, y que a mi modo de ver refleja en toda su extensión al personaje. Fue así:
“El 25 de abril de 1947 nacía en Amsterdam el que con el tiempo iba a ser la figura más controvertida e importante del fútbol holandés de cualquier época: Johan Cruyff. Una historia interesante, entre el fulgor y la leyenda, que se inicia a temprana edad. Hijo de unos modestos tenderos, a los dieciséis años Cruyff debutaba en un amistoso del Ajax frente al cuadro alemán del Kaiserlautern.
Hoy, desde un pedestal de dólares y de gloria balompédica, nuestro personaje contempla el pasado con satisfacción. A Johan Cruyff, como todos los genios del balón, le gusta tener momentos de “debilidad” con los periodistas, arrancar desde su ayer para reconstruir el “puzzle” que ha sido su vida de futbolista en activo. Y más si éste periodista, como era mi caso, había sido el primero en entrevistarlo para un medio español cuando todavía no había fichado por el Barcelona. Fue en Albufeira, una localidad turística de Portugal.
Yo le pillé en uno de estos momentos en el aeropuerto madrileño de Barajas. Cruyff, acostumbrado a todos los oropeles, militaba por entonces en un modesto club de la Segunda División española: el Levante de Valencia. Acababa de dejar el poderoso Barcelona, tenía el mundo en sus manos aún, por lo que nadie podía explicarse las razones de una elección semejante. El caso es que dejó la partida de dados que estaba disputando y aceptó el reto de volver sobre sus pasos, sus vivencias, sus sueños y su peculiar forma, entre romántica y mercantilista, de entender el fútbol.
Visto de cerca, revestido de sinceridad, la dimensión del “tulipán de oro” adquiere otra realidad, una nueva consideración para quien le ha conocido distante y hasta despótico en su papel de “estrella”. Johan Cruyff se sabía al final del largo camino y por eso enfocó el diálogo desde la perspectiva de “vieja gloria”, que es el modo más agradecido de hacer recuento, de atrapar en unas pocas cuartillas una trayectoria que se quiere dejar como ejemplo:
-Yo vivía a dos minutos del campo del Ajax. Todo el mundo me conocía allí y los jugadores del equipo me dejaban entrenar con ellos. Era la época en que todavía no había ningún profesional “full time”: Piet Keizer y yo seríamos los primeros. Cómo tenía condiciones para el fútbol, me ficharon: cuarenta florines a la semana (unas mil pesetas al cambio) fue mi primer contrato. A los dieciséis años jugué un partido amistoso frente al Kaiselautern y al año siguiente ya era titular junto a los Keizer, Nuninga, Swart y Grott. El debut con el Ajax, al igual que con la selección holandesa, fue un sueño, pero recuerdo un partido contra el Liverpool, en 1967, al que ganamos por cinco goles a uno, que supuso el despegue internacional del fútbol holandés.
-¿Cuándo empezó Cruyff a ser el “crack”?
-Casi desde el principio. Puede decirse que nací líder, ya que a partir de los diecinueve años mi carrera fue meteórica. Además hay que reconocer que fue mi generación de jugadores los que hicimos del Ajax uno de los clubes más potentes del mundo, cuando antes de 1965 no contaba siquiera en Holanda. A partir de este año y hasta mi marcha al Barcelona en 1973, y lo digo con orgullo, no con vanidad, el Ajax ganó siete titulos de Liga, cinco de Copa, dos Copas de Europa, una Copa Intercontinental y multitud de torneos.
-Habla de “su” generación de jugadores, así, con propiedad…
-Es que yo era el portavoz de esta generación. Había que cambiar la mentalidad de muchas cosas en el fútbol holandés, quedaban muchas reivindicaciones por hacer, tales como contratos dignos, seguridad para el futbolista frente al despotismo de los clubes, y yo era el indicado para llevarlas adelante. Conmigo no se atrevían y tanto yo como el resto de los jugadores nos aprovechábamos de la situación. Pero también tuve problemas, en especial con la Federación, ya que si sólo he sido 49 veces internacional absoluto con la selección fue debido a muchas razones… políticas.
-El despegue internacional del fútbol holandés se debe, pues, en gran parte a usted…
-No soy tan engreído como para creerme esto. El despegue se debió a muchas cosas juntas, aunque a mí me asignaran el papel de estandarte de la nueva situación. Entre lo que influyó hay que contar una generación de figuras, un importante cambio de mentalidad de los dirigentes y la llegada del profesionalismo. Con la espalda cubierta el jugador rinde más.
La nueva generación de futbolistas holandeses –Jongbloed, Van Hanegem, Suurbier, Krol, Neeskens, Swart, Muhren, Hulshoff, Rep, Haan etc.,– comandados por Johan Cruyff, que tenía un poco de la finura de Boniperti, las pinceladas de genialidad de Faas Wilkes, un atisbo del regate en largo de Di Stéfano, casi la precisión de Puskas, un parecido al dribling corto de Kopa y la seriedad de Bozsik, sorprenderían al mundo llegando a la final del Mundial de 1974. Holanda hasta entonces había sido una potencia muy modesta en fútbol, con una sola y desafortunada intervención en la fase final del campeonato del mundo de 1934, con derrota ante Suiza. Cuarenta años después, la historia había cambiado por completo y Cruyff sacó tajada de ello: llegó a la cumbre y dejó plantada a “la naranja mecánica”, que era el apodo que recibió el equipo nacional holandés por su fútbol total, implacable.
-Al Mundial de Alemania fuimos sin grandes pretensiones. Faltaba unidad entre los componentes y solo cuando conseguimos esta unidad empezamos a tener aspiraciones porque la máquina, el equipo, estaba. Pero nos faltó mentalidad de campeones, por eso perdimos la final, como acabaría perdiéndose la final cuatro años más tarde en Argentina, ya sin mí. Un Mundial no consiste en jugar bien tan sólo, es también un doscientos por cien de mentalidad de victoria.
-Llega al Mundial de Alemania siendo jugador del Barcelona…
-Una época fabulosa para mí, de las mejores de mi vida. Me sentía muy a gusto en el Barcelona.
-¿Vino por dinero?
-No. Mi marcha del Ajax se debió a problemas de envidia. Se imponía un cambio de aires y el fútbol español me interesaba como experiencia personal.
-Hasta que de repente deja la selección holandesa y el Barcelona…
-No estaba más a gusto con el fútbol en su vertiente profesional y lo dije. Me retiré un año, que fue algo muy positivo, ya que me devolvió el placer de jugar por jugar y no con la tensión de tener que ganar. Por eso marché a Estados Unidos, donde además de disfrutar jugando, tenía un programa semanal de televisión en que explicaba a los niños lo que era el fútbol.
-Dejar la selección holandesa de fútbol con el Mundial de Argentina en puertas, ¿fue un nuevo pulso con la Federación?
-Sí. A mi juicio se hacían muchas cosas rematadamente mal y lo denuncié. Puse como condición para mi vuelta al equipo que se cambiaran, en especial la enseñanza a los jóvenes futbolistas y la preparación de los futuros entrenadores, pero no me hicieron caso.
-¿Quizá porque Cruyff había dejado de ser el portavoz de una generación?
-Sí, claro. El resultado es que han desaprovechado mis consejos. El fútbol holandés está planificado como si fuera el trabajo en una oficina, falta libertad para el seleccionador, que incluso en ocasiones no puede llamar a ciertos jugadores por tener contrato con una marca comercial distinta a la que patrocima a la Federación. Una cosa de locos.
-Y ya que tenemos tantas veces en la boca la palabra Mundial, o mundo, ¿ha sido Cruyff el mejor del mundo en una época?
-No pienso en estas cosas, porque si lo hago es para enfadarme conmigo mismo, ya que esta fama ha sido una carga enorme para mí. He tenido que demostrar que era el mejor en cada partido, y eso no hay humano que lo aguante.
-¿Tenía algún ídolo de niño?
-Sí, sí… Alfredo Di Stéfano. Ha sido un futbolista completo.
-¿Y algún defensa al que odiara?
-Odiar es una palabra demasiado fuerte para el caso, pero que me hacían temblar cada vez que tenía que enfrentarme a ellos, dos, y ambos veteranísimos ya entonces: el checo Masopust y el brasileño Djalma Santos.
-¿Cómo desea que le recuerde el aficionado?
-Quiero que me recuerde como un buen jugador que ha aportado algo al fútbol, y no como un “pesetero”, que es una falsa leyenda que circula por ahí sin fundamento alguno. Lo que ocurre es que siempre me ha tocado ser portavoz de los problemas de los compañeros y esto desvirtúa las cosas propias. En España, por ejemplo, nunca he tenido sueldos mensuales ni primas por partido ganado o empatado, y sin embargo defendía a capa y espada las mejoras de estos derechos para los compañeros. Por eso la gente, seguro, debía pensar “ya está otra vez el pesetero de Cruyff pidiendo aumentos de sueldo”. Y lo comprendo. Pero quiero que quede una cosa clara: mis contratos eran siempre por una cantidad global.
-¿Y este triste final en el Levante, Johan… ?
-Para mí no es un triste final. Nunca he ido a un sitio por obligación o por necesidad, y al Levante lo elegí porque me gustaba.
-¿Por tener colores azulgrana como el Barcelona, quizá… ?
-Por eso y por ser de una ciudad española tan importante como Valencia. Me gusta España, sus gentes, el sol, el mar, el abrir la ventana y ver el cielo azul, estas cosas que hacen la vida más agradable y que quien las tiene a veces no sabe aprovechar.
La aventura española del Levante, poco clara al margen de sol y colores, acabó pronto para Cruyff, que volvió a sus orígenes con un conato de vuelta como jugador del Feyenoord de Rotterdam y finalmente como manager del Ajax.
La desgracia es que en Holanda la nueva generación de futbolistas no tiene un líder, un portavoz del carisma, la popularidad y la estima que tuvo en su día Johan Cruyff, que en fútbol lo ha sido todo, pero especialmente cocinero antes que fraile. Sabiendo labrar, eso sí, desde aquellos míticos cuarenta florines semanales de sus inicios, florín a florín, una fortuna”.
Descansa en Paz, amigo. El fútbol ha perdido un gran referente.