1-3. Gabri desarma a un buen Isleño B

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Gabri (derecha) trata de controlar un balón en un lance del partido (Natera).

Segunda victoria consecutiva de un Puig d’en Valls que sigue enzarzado en la lucha por el título de la Preferente y que esta noche duerme líder a la espera de lo que haga el Portmany mañana en el partido que le mide al San José. Esta tarde, los pistachos han picado mucha piedra para doblegar a un buen Isleño B, que acabó sucumbiendo ante la pegada de Gabri, que brilló con luz propia y que fue ovacionado por su hinchada.
Fueron los visitantes los que merecieron, por ocasiones, adelantarse en el marcador, pero el primer tiempo concluyó como empezó, sin goles.
Tras el paso por vestuarios, el Puig, un poco lento en la primera entrega, puso una marcha más y llegó el tanto que abrió la lata. Un pase de Xavi Toledo desde el costado derecho lo enchufó a la red Labi con la testa para alegría de su equipo, que minutos antes había perdido a Dani González, expulsado por doble amarilla por no salir fuera del rectángulo de juego para ser asistido por una lesión.
Los de Juanma Mulió no bajaron los brazos y, pese al mazazo del gol, buscaron la portería defendida por Nico y en el 65, Antonio igualó el duelo al transformar un penalti cometido por Felipe, que derribó claramente a Karim cuando éste encaraba portería tras una acción personal.
El tanto animó a los atléticos y, durante minutos, se adueñaron del balón, pero el Puig cerró filas y no se dejó sorprender. Con todo y eso, los de Buti no renunciaron al ataque, ni mucho menos, y, con uno menos, trataron de igualar un partido que se le puso cuesta arriba. Y fruto de esta ambición, llegó el primer gol de Gabri, quien superó al arquero local con maestría tras una perfecta asistencia al hueco de Xavi Toledo (m. 76).
El equipo del pueblo del molino se ponía de nuevo por delante en el marcador, pero no renunció al ataque y tres minutos después ponía la puntilla al Isleño B. Tras una jugada en la que cayó dentro del ára Xavi Toledo, el balón llegó a las botas de Gabri y éste, sin ángulo, puso el balón por toda la escuadra. Un golazo muy festejado por el Puig y que hundió a un Isleño B que tiraba por la borda en muy poco tiempo un gran trabajo defensivo.
Los de Buti, con el marcador a favor, se dedicaron, hasta el final, a temporizar el partido, pero, en esta ocasión, con otro jugador menos tras la expulsión, por doble amarilla, del portero Nico, que vio la ducha antes de hora por hablar más de la cuenta durante el encuentro.
Al acabar el partido, el entrenador del Puig, Buti, señaló que la victoria había sido fruto del gran trabajo del equipo y recordó que “si no jugamos con intensidad será difícil ganar”.

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