Nuevo rumbo para la cantera del Formentera. El club rojinegro ha confiado en Julián Marcos para liderar su Escuela de Fútbol, un nombramiento que llega en un momento de renovación interna y que refuerza la apuesta decidida de la entidad por el fútbol base como motor del proyecto deportivo.
Marcos, con experiencia previa en la SD Ibiza, asume el cargo con el reto de dar continuidad a un trabajo formativo cada vez más exigente. No es un desconocido en el panorama pitiuso: su paso por el club ibicenco dejó buen sabor de boca, y ahora aterriza en Formentera con ganas de seguir creciendo desde una parcela clave. Sustituye a Francesco Battaglia, cuya salida ya había dejado entrever que se avecinaban cambios en la estructura de la cantera.
El club no oculta su satisfacción con la incorporación. Valoran su perfil como formador, su implicación y la visión que tiene del fútbol como herramienta de desarrollo, no solo deportivo, sino también personal. En un entorno como el de Formentera, donde los recursos son limitados pero la ilusión abunda, tener a alguien que entienda el contexto y sepa conectar con los chavales marca la diferencia.
Más allá del cargo, lo importante es el mensaje: el Formentera no se conforma con mantener su escuela, quiere mejorarla. Y para eso ha elegido a alguien que conoce bien el terreno, que no viene a improvisar, y que tiene claro que los resultados en la base, además de medirse en victorias también lo hace en progresos.
El fútbol base pide compromiso, constancia y cabeza. Y también paciencia. Si el club logra darle continuidad al trabajo de cantera, el futuro puede traer alegrías no solo para el primer equipo, sino para todo el ecosistema futbolístico de la isla.
Con Julián Marcos al frente, empieza una etapa nueva. El balón ya rueda. Ahora, toca construir.