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Santjosep.net: El tenis de mesa vibra en Can Guerxo con su primera victoria

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El tenis de mesa no suele ocupar las portadas deportivas, pero en Can Guerxo se vivió una jornada histórica que merece ser recordada. En la séptima jornada de la máxima categoría nacional, el Santjosep.net logró su primera victoria al imponerse al Tecnigen Linares por un contundente 4-1. Un resultado que trasciende los números, reflejando el espíritu de superación de un equipo que ha encontrado su lugar entre los grandes.

Desde el primer enfrentamiento, la atmósfera en el pabellón auguraba algo especial. Tomasz Lewandoski, pieza clave del equipo de Sant Jordi, se midió al también polaco Piotr Chodorski en un duelo que rozó lo cinematográfico. Cada punto se disputaba con la intensidad de una final y el público, entregado, celebró la victoria de Lewandoski por 3-1 como si ya se hubiera sellado el triunfo total.

El segundo choque presentó a Georgios Stamatouros, el griego con manos de seda, frente al andaluz Carlos Caballero. Aunque el rival mostró destellos de calidad, Stamatouros hizo valer su experiencia para dominar el encuentro con un 3-1 que encendió aún más a los casi 100 asistentes que abarrotaron las gradas.

Con el marcador 2-0 a favor del equipo local, entró en escena el coreano Sungbin Ha, quien plantó cara al español Carlos Vedriel. Fue un enfrentamiento de máxima tensión en el que cada set se decidió por márgenes mínimos. Aunque Vedriel luchó con el corazón, terminó cediendo 2-3 ante el implacable jugador del Tecnigen Linares. Un revés que no apagó los ánimos en el pabellón, sino que los encendió aún más.

El cuarto partido trajo de nuevo a la mesa a Stamatouros, esta vez contra Chodorski. El griego supo mantener la calma en un duelo de infarto que se decidió en el quinto set (3-2), dejando al Santjosep.net a un paso de la victoria soñada. Entonces llegó el momento más emocionante de la noche. Tomasz Lewandoski, con el peso de la historia sobre sus hombros, remontó un 0-2 adverso frente a Sungbin Ha en un alarde de técnica y coraje. Con un 3-2 final, selló la primera victoria de su equipo en la categoría reina.

La euforia se apoderó de Can Guerxo. No solo se trataba de una victoria, sino de una declaración de intenciones: el Santjosep.net no ha llegado a la élite para ser un espectador más, sino para competir y dejar huella. La afición, protagonista silenciosa pero decisiva, despidió a sus jugadores con una ovación que resonará durante mucho tiempo.

Este triunfo marca un antes y un después en la historia del equipo de Sant Jordi. Con esfuerzo y talento, los jordiers han demostrado que los sueños no entienden de límites. El camino es largo, pero la primera piedra ya está colocada. Y en Can Guerxo, el tenis de mesa ya tiene reservado su lugar de honor.

1-1. El Formentera resiste: Adrián Oancea salva el honor en los últimos compases

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El Formentera se aferra a la lucha con uñas y dientes. En una jornada donde el equipo dirigido por Maikel Romero necesitaba reencontrarse con la victoria, los rojinegros lograron rescatar un punto en su visita al campo del Porreres, gracias a un gol salvador de Adrián Oancea en el minuto 86. El desenlace, digno de un guion de suspense, dejó al Formentera con sentimientos encontrados: alivio por no marcharse de vacío, pero también preocupación por su falta de efectividad en los últimos metros.

Desde el pitido inicial, el Formentera dejó clara su intención de controlar el partido. Con un planteamiento valiente y un fútbol directo, los de Romero buscaron constantemente la portería rival. La presión alta y el juego vertical generaron ocasiones interesantes, pero la falta de precisión condenó al equipo, que se marchó al descanso con el marcador en contra tras un penalti transformado por Alberto Castaño en el minuto 45.

El tanto del Porreres dejó un sabor amargo en el conjunto rojinegro, que veía cómo su esfuerzo inicial no se reflejaba en el marcador. La pausa fue crucial para reorganizar ideas, y el equipo regresó al terreno de juego con el mismo hambre, pero las ocasiones seguían diluyéndose sin éxito.

El héroe inesperado

El tiempo corría en contra y los fantasmas de una nueva derrota empezaban a asomarse. Entonces, en un movimiento estratégico, Romero apostó por Adrián Oancea, un cambio que resultó determinante. Apenas tres minutos después de su ingreso al campo en el 83, el jugador respondió a la confianza depositada en él con un gol que desató la euforia visitante. Con una definición precisa, Oancea rescató un punto que bien podría valer su peso en oro al final de la temporada.

El tanto llegó en un momento en que el Porreres ya se sentía ganador. La insistencia del Formentera dio frutos en los últimos compases, confirmando que el equipo, aunque falto de victorias, no carece de carácter.

El empate no termina de aliviar la situación del Formentera, que encadena tres jornadas sin ganar. Con una derrota y dos empates consecutivos, el equipo insular ve cómo se le escapan puntos importantes en partidos ajustados. La visita del Constància en la próxima jornada será una prueba clave para medir la capacidad del equipo de volver a la senda del triunfo y recuperar la confianza perdida.

Aunque el empate tiene sabor agridulce, el gol de Oancea podría ser el catalizador que el equipo necesita. En una liga tan competida, cada punto cuenta, y este empate podría ser el empujón moral para un equipo que tiene la calidad y las herramientas necesarias para luchar por objetivos mayores.

El próximo reto en casa será una oportunidad perfecta para demostrar que el Formentera tiene mucho más que ofrecer. La afición, como siempre, estará ahí para empujar, y el equipo rojinegro deberá corresponder con una actuación que no solo emocione, sino que también sume de tres.

2-2. De la gloria al desencanto: El Portmany cede puntos en los últimos minutos

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El Portmany vivió una montaña rusa de emociones en su enfrentamiento ante el Campos, un partido que prometía ser la chispa para relanzar su trayectoria, pero que terminó dejando un sabor amargo en los aficionados de Sant Antoni. El 2-2 final no solo reflejó el equilibrio de fuerzas en el terreno de juego, sino también la oportunidad desperdiciada por el equipo de Vicente Román para sumar tres puntos vitales.

La tarde comenzó con un arranque esperanzador para los locales. En el minuto 6, un inspirado Vaccarini desató la euforia en el Municipal al transformar un gol que parecía marcar el tono del partido. Con un ataque dinámico y una defensa sólida, el Portmany controló gran parte del primer tiempo, haciendo méritos para ampliar la ventaja. Sin embargo, el descanso llegó con una mínima diferencia que no reflejaba del todo la superioridad mostrada en los primeros 45 minutos.

El segundo tiempo trajo un guion distinto. El Campos, lejos de rendirse, ajustó su planteamiento y encontró el empate en el minuto 59 gracias a Joan Amorós, quien aprovechó un descuido defensivo para poner las tablas en el marcador. Este gol cambió el ritmo del partido y planteó un nuevo reto para el Portmany, que no tardó en reaccionar.

En el minuto 69, el equipo de Román volvió a adelantarse con un tanto de Moler, fruto de un ataque bien estructurado que devolvió las esperanzas a la grada local. Sin embargo, en el fútbol, los errores se pagan caro. Con el reloj marcando el minuto 84, un descuido en la retaguardia permitió a Nofre Vidal del Campos colarse entre líneas y sellar el empate definitivo.

El golpe final dejó al Portmany desconcertado y con poco tiempo para buscar la victoria. Aunque el equipo mostró garra y personalidad durante gran parte del partido, la falta de concentración en momentos clave se convirtió en su principal talón de Aquiles.

Con este empate, el Portmany suma un punto que sabe a poco en su lucha por escalar posiciones en la clasificación. Aún queda mucho por jugar, y la próxima jornada frente al Santanyí será una nueva prueba de carácter para los de Vicente Román. Un triunfo a domicilio podría ser justo lo que necesitan para recuperar confianza y dar un paso adelante en la temporada.

El fútbol siempre da revancha, y el Portmany tendrá que demostrar que ha aprendido la lección si quiere volver a ser protagonista.

1-2. Luz al final del túnel: El Sant Jordi encuentra el camino a base de coraje

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El Sant Jordi dio un golpe en la mesa en su visita al Llosetense, firmando una victoria que trasciende lo numérico y que habla de carácter, fe y determinación. Con un 1-2 que les otorga su segunda victoria de la temporada —ambas como visitantes—, los de Carlos Tomás encaran el futuro con una renovada dosis de confianza. Aunque el equipo verdinegro sigue ocupando la última posición en la tabla, los tres puntos logrados en esta jornada tienen un valor anímico incalculable.

El partido comenzó con un Sant Jordi desatado, dispuesto a demostrar que las malas rachas no son eternas. En apenas 15 minutos, el equipo salinero convirtió su ambición en goles. Nicholas Rozo abrió el marcador en el minuto 10 tras aprovechar una jugada de combinación que desarmó la defensa local. Cinco minutos más tarde, Agustín Carella culminó una contra letal con un remate certero que puso el 0-2 en el luminoso.

El Llosetense, herido en su orgullo, intentó reaccionar y encontró un resquicio en el 37, cuando Gálvez acortó distancias con un tanto que dio alas al equipo mallorquín. Sin embargo, la defensa del Sant Jordi se mostró sólida y disciplinada, cerrando filas y negando cualquier oportunidad de empate al conjunto local.

Lo que hace especial esta victoria no es solo el resultado, sino la manera en que se consiguió. El Sant Jordi mostró una gran cohesión y una capacidad de sacrificio. En un tramo final de partido marcado por la presión del Llosetense, los verdinegros supieron mantener la calma, gestionando los tiempos y defendiendo con todo para llevarse un triunfo que reafirma su capacidad para competir en esta categoría.

Carlos Tomás ha insistido en la necesidad de remar juntos y este encuentro parece ser la prueba de que su mensaje está calando en el vestuario. Con seis puntos en su casillero, el equipo sigue lejos de la zona de salvación, pero ha demostrado que tiene los recursos para luchar y que no se resignará a su destino.

Un reto por delante: consolidar la reacción

La próxima parada para el Sant Jordi será el duelo en casa frente al Mitjorn, un escenario idóneo para regalar una alegría a su afición, que ha permanecido fiel incluso en los momentos más complicados. El reto ahora es lograr regularidad, encadenar victorias y hacer de su feudo una fortaleza donde sumar puntos vitales.

El fútbol, como la vida, se construye con pequeños pasos, y el Sant Jordi acaba de dar uno enorme. La victoria en Lloseta no solo añade cifras a la clasificación, sino que demuestra que la lucha por la permanencia está lejos de ser una causa perdida. La esperanza, vestida de verde y negro, vuelve a latir en Sant Jordi.

4-1. La Peña Deportiva despliega su mejor versión y firma una goleada de altura

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La Peña Deportiva regaló a su afición una de esas tardes inolvidables que consolidan la identidad de un equipo con ambición. En un duelo vibrante disputado en Santa Eulària, los ibicencos tumbaron al Cornellà con un contundente 4-1 que dejó patente su superioridad en todos los aspectos del juego. Fue un recital de fútbol liderado por Barroso y Bilal, los protagonistas de un encuentro que sirvió para reafirmar el potencial del equipo dirigido por Alberto Gallego.

El choque comenzó con ritmo vertiginoso. Ambos conjuntos se mostraron decididos a buscar el arco contrario, pero el equilibrio duró poco. La Peña, con un esquema ofensivo y líneas adelantadas, pronto impuso su dominio. En el minuto 12, una triangulación perfecta entre Elorza y Bilal rompió el muro defensivo catalán, y el delantero no falló al definir con elegancia para abrir el marcador. Desde ese momento, los locales se adueñaron del balón y del partido.

El segundo gol fue una muestra de insistencia y calidad. Barroso, que se mostró como una amenaza constante, cazó un balón suelto dentro del área para ampliar la ventaja. Con el Cornellà a la deriva, la Peña aún tuvo oportunidades de incrementar el marcador antes del descanso, pero se topó con la firmeza del guardameta Miño.

Tras el paso por vestuarios, el Cornellà intentó reaccionar, presionando con mayor agresividad. Sin embargo, la Peña respondió con inteligencia, administrando el ritmo y buscando espacios. Fue en el minuto 63 cuando el talento individual se combinó con el trabajo colectivo. Una exquisita jugada de asociación terminó con Barroso cara a cara con el portero rival, y el atacante definió con sangre fría para firmar su doblete y el 3-0 en el luminoso.

El momento más emotivo llegó con el cuarto gol, obra de Marc Fraile. El mediapunta, que regresaba tras una larga recuperación, selló su retorno con un tanto que celebró todo el estadio. Fue la guinda a una actuación sobresaliente de los de Santa Eulària, que aprovecharon cada oportunidad para dejar huella en su juego.

Un final relajado, pero sin perder el control

Con el marcador decidido, la Peña bajó el ritmo en los últimos minutos, lo que permitió al Cornellà descontar por medio de Bouba en el 82. Los visitantes buscaron un segundo tanto para maquillar aún más el resultado, pero la madera y las intervenciones del portero Picón evitaron cualquier amenaza seria.

El pitido final confirmó una victoria que trasciende los tres puntos. La Peña Deportiva demostró ser un equipo compacto, con recursos en todas sus líneas y una capacidad de combinación que la convierte en uno de los conjuntos más sólidos de su categoría.

El triunfo deja un mensaje claro: la Peña Deportiva está lista para pelear en la zona alta de la clasificación. Con una plantilla equilibrada, una dirección técnica acertada y una afición entregada, los de Alberto Gallego miran al horizonte con optimismo y ambición. Este domingo no solo fue una goleada, sino una declaración de intenciones. El equipo de Santa Eulària quiere soñar en grande, y con actuaciones como esta, no hay duda de que tiene argumentos para hacerlo.

0-1. La SD Ibiza toma aire con una victoria crucial en Badalona

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El fútbol no se trata solo de técnica y estrategia; es un arte de resistencia y superación. Este domingo, la SD Ibiza dejó claro que aún queda mucha historia por escribir en su lucha por permanecer en la categoría. En un duelo que enfrentó a dos equipos necesitados, los pitiusos lograron imponerse al Badalona Futur (0-1) con un gol madrugador que cambió el guion del encuentro.

El partido comenzó con una declaración de intenciones por parte del equipo catalán. En su casa y con la presión de un inicio de temporada complicado, el Badalona Futur arrancó con ímpetu. Nando Quesada y Guianini lideraron las primeras acometidas, y este último rozó la gloria con un disparo que estremeció el larguero antes de que se cumpliera el minuto diez. Era un inicio frenético que auguraba un partido de alta intensidad.

Sin embargo, los partidos no se ganan con intenciones. La SD Ibiza, liderada desde el banquillo por Raúl Casañ, supo aguantar la embestida inicial. Y en su primer destello de claridad ofensiva, los visitantes lograron golpear. Un desborde magistral de Marquitos por el costado derecho culminó en un centro medido que encontró a Bengoetxea en el área. Con precisión quirúrgica, el delantero ajustó el balón al fondo de la red y silenció al público local. El reloj marcaba el minuto 17, pero el gol ya tenía aroma de sentencia.

Lejos de conformarse, los pitiusos intentaron ampliar la ventaja. Josán, el guardameta local, se erigió como figura al evitar que la SD Ibiza ampliara su renta con una intervención felina a la media hora de juego. Era un aviso de que los deportivistas no estaban dispuestos a entregar su ventaja sin luchar.

La segunda mitad tomó un cariz diferente. Consciente de la importancia de los tres puntos, Casañ optó por un planteamiento más conservador. Su equipo tomó las riendas del control del balón, enfriando el ímpetu del Badalona y reduciendo al mínimo sus incursiones ofensivas. El cronómetro se convirtió en el mejor aliado de los visitantes, y aunque el marcador no se movió, la tensión se mantuvo hasta el pitido final.

La victoria no solo representa tres puntos para la SD Ibiza; es una inyección de moral y una reafirmación de que el camino hacia la salvación pasa por competir cada balón como si fuera el último. El gol de Bengoetxea, la sobriedad de Edu Frías bajo palos y la disciplina táctica del equipo fueron los pilares de un triunfo que puede marcar un antes y un después en la temporada.

En un campeonato donde cada punto pesa como oro, los ibicencos dieron un paso al frente. Aún queda mucho trabajo por delante, pero esta victoria demuestra que la SD Ibiza no está dispuesta a rendirse. Porque en el fútbol, como en la vida, los héroes se forjan en las adversidades.

Puertas de leyenda: El homenaje a Casanova y Ferrer en Can Misses

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En el fútbol ibicenco, dos nombres resplandecen con la fuerza del legado: Feliciano Casanova y Antonio Ferrer. Este sábado, el estadio municipal Can Misses se convirtió en el epicentro de un emotivo homenaje a estas dos figuras emblemáticas, cuyos nombres ya forman parte del paisaje eterno del deporte local al ser grabados en las puertas 3 y 5 del recinto.

El evento, organizado por el Ayuntamiento de Eivissa, fue más que un tributo; fue un recordatorio del impacto que tienen los valores del deporte en la sociedad. Bajo la dirección del alcalde Rafael Triguero, la ceremonia puso en valor el sacrificio, la humildad y la perseverancia que definieron la carrera de ambos futbolistas, quienes, con su trayectoria, han inspirado a generaciones de deportistas en la isla.

Feliciano Casanova, nacido en Eivissa, personifica la historia de superación y valentía que caracteriza al fútbol de la isla. Tras forjarse en las filas de la S.D. Eivissa, su camino lo llevó a disputar partidos en la Tercera División y Segunda B antes de dar el salto al fútbol peninsular. Su carrera alcanzó un punto álgido en la temporada 1992-93 cuando, vistiendo los colores del Cádiz C.F., debutó en Primera División. Aquella tarde de octubre en el Sánchez Pizjuán, donde tuvo la tarea titánica de marcar a Diego Armando Maradona, marcó un antes y un después en su carrera.

Por su parte, Antonio Ferrer, oriundo de Dalt Vila, representa la elegancia y el liderazgo en el campo. Tras iniciar su carrera con el Club Hospitalet, se consolidó en la S.D. Eivissa y más tarde brilló en equipos como el Eldense, Levante y Valencia C.F. En el club ché, dejó una huella imborrable, enfrentándose a gigantes como el Real Madrid y el Barcelona. Su estilo de juego sereno y su destreza técnica le valieron no solo el respeto de sus compañeros, sino también la admiración de toda una generación de aficionados.

El acto, que tuvo lugar antes del partido de Primera RFEF entre la UD Ibiza y el Marbella FC, fue una celebración de lo que significa el fútbol para Eivissa. Las palabras del alcalde Triguero resonaron como un himno: “Casanova y Ferrer son un ejemplo vivo de cómo los valores del deporte pueden trascender generaciones”.

El homenaje recordó las hazañas deportivas de estos jugadores y también reafirmó el compromiso del Consistorio con la preservación de la memoria deportiva. Este esfuerzo por enaltecer a los héroes locales se enmarca en una estrategia más amplia que incluye la reciente dedicación de la pista de atletismo a Sánchez y Vivancos y de la puerta 1 a Toni Arabí.

El estadio como museo del legado

Can Misses no es solo un lugar donde se juega al fútbol; es un museo vivo que narra la historia del deporte en Eivissa. Con las puertas 3 y 5 ahora inmortalizando a Casanova y Ferrer, el estadio se convierte en un espacio donde cada rincón respira historia y pasión.

Este reconocimiento, además de un acto simbólico es una invitación a mirar al futuro con orgullo por el pasado. En cada entrenamiento, en cada gol y en cada ovación, el espíritu de estos dos futbolistas seguirá vivo, recordándonos que, en el fútbol, como en la vida, el verdadero éxito se mide en el impacto que dejamos en los demás.

Can Misses ya no será el mismo. Ahora, cada entrada será un portal hacia el legado, hacia la historia, y hacia el orgullo eterno de ser parte del fútbol de Eivissa.

2-0. Paco Jémez revoluciona el Palladium Can Misses: La UD Ibiza se reencuentra con la victoria

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La UD Ibiza estrenó una nueva etapa con Paco Jémez al mando de manera brillante, dejando atrás una serie de resultados adversos y brindando a su afición una victoria convincente (2-0) ante el Marbella CF, un rival directo en la lucha por los puestos de play-off. El estadio Palladium Can Misses fue el escenario de un renacer futbolístico que ilusiona a la hinchada celeste.

Un cambio de mentalidad visible desde el inicio

Desde el primer minuto, quedó claro que la propuesta de Jémez traía aires frescos y agresivos. La UD Ibiza saltó al césped con la intención de imponer su estilo: presión alta, control del balón y transiciones rápidas. El juego combinativo se convirtió en el pilar del planteamiento, y el equipo no tardó en generar peligro. Álex Gallar dispuso de dos ocasiones clarísimas en los primeros compases, pero la fortuna no estuvo de su lado.

El dinamismo y la valentía del conjunto ibicenco dejaron en evidencia la transformación táctica respecto a jornadas anteriores. El sistema, más compacto en defensa y ambicioso en ataque, ofreció una versión renovada de un equipo que parecía haber perdido el rumbo.

El gol como premio a la intensidad

La recompensa a un inicio arrollador no tardó en llegar. A los 12 minutos, Quique González se adelantó en el primer palo para rematar con precisión quirúrgica un centro de Javi Jiménez. El tanto, el primero del delantero en esta campaña liguera, encendió a la grada y marcó el comienzo de la etapa Jémez con un aire de optimismo.

El Marbella, obligado a reaccionar, intentó saltar líneas con rapidez, buscando la creatividad de José Callejón. Sin embargo, cada intento era neutralizado por un bloque defensivo que mostró una solidez hasta ahora esquiva. A pesar de algunos sustos, como un disparo al poste en el primer tiempo, el equipo de Jémez mantuvo el control gracias a su capacidad para monopolizar el balón.

Un segundo tiempo de inteligencia y carácter

En la reanudación, el Marbella intentó igualar la intensidad celeste con un doble cambio, pero la UD Ibiza no bajó el pie del acelerador. El mediocampo, liderado por Marc Domènech y Eugeni, continuó distribuyendo con claridad, mientras las bandas ofrecían constante profundidad. La entrada de Mo Dauda en el minuto 57 añadió frescura y explosividad al ataque, generando aún más problemas para la defensa visitante.

A medida que avanzaban los minutos, el esfuerzo físico comenzó a pasar factura. Sin embargo, el equipo mostró madurez para gestionar la ventaja y no ceder terreno. En los instantes finales, la estrategia de balón parado surtió efecto: Álvaro Olabe, con un certero cabezazo tras un córner perfectamente ejecutado por Gallar, selló el triunfo en el minuto 90.

Un nuevo horizonte para la UD Ibiza

Con esta victoria, la UD Ibiza no solo rompe una racha de cuatro derrotas consecutivas, sino que envía un mensaje claro: está preparada para competir con ambición bajo la dirección de Paco Jémez. La afición, que despidió al equipo con una ovación, se marcha de Can Misses con la ilusión renovada de que este sea el punto de inflexión en la temporada.

El regreso de Paco Jémez no podía haber empezado de mejor manera. Ahora, queda por ver si el conjunto celeste será capaz de mantener este nivel en los próximos encuentros, pero lo que es seguro es que la UD Ibiza ha recuperado algo esencial: su identidad en el juego.

3-0. La Penya Independent, un ciclón imparable que sueña en grande

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El fútbol vive momentos mágicos en Sant Miquel de Balansat. La Penya Independent, protagonista indiscutible de la temporada, ha sellado su quinta victoria consecutiva tras imponerse por 3-0 al Mercadal menorquín. Con un estadio entregado, el equipo de Ramiro González sigue liderando la tabla con 26 puntos, mostrando un fútbol brillante y un bloque que parece invulnerable.

El conjunto anaranjado está protagonizando una de las mejores campañas de su historia. Invictos tras diez jornadas, acumulan ocho triunfos y dos empates, estadísticas que los colocan como la referencia en la categoría. Con 21 goles anotados y solo cuatro recibidos, la solidez defensiva se erige como el gran pilar del equipo, reflejando el esfuerzo conjunto de jugadores, cuerpo técnico y un público que no deja de apoyar.

El partido contra el Mercadal fue una auténtica exhibición. La Penya se adelantó en el minuto 35 gracias a Bilal, quien definió con precisión para abrir la lata. Solo tres minutos después, Rinaldi aprovechó un error defensivo para ampliar la ventaja y poner el 2-0 en el marcador. Con el partido controlado, Bilal cerró su mañana de ensueño al firmar su doblete en el minuto 60, reafirmándose como el máximo anotador de la liga.

Bilal, el goleador que marca la diferencia

El nombre de Bilal resuena con fuerza en Baleares. Con ocho goles en diez partidos, lidera la tabla de goleadores junto a Aitor Pons, del Poblense. Su capacidad para decidir encuentros y su eficacia frente al arco rival son el arma secreta de un equipo que, jornada tras jornada, refuerza su candidatura a luchar por el ascenso.

Pero la grandeza de la Penya no radica únicamente en las cifras de su ariete. Cada jugador en el campo entiende su rol, y bajo la batuta de Ramiro González, la sinergia colectiva ha alcanzado niveles extraordinarios. Incluso en un escenario complicado por las bajas, el grupo mantiene una dinámica positiva que deja claro que su fortaleza va más allá de los nombres.

Una afición entregada y un futuro prometedor

El ambiente en Sant Miquel de Balansat es eléctrico. La ilusión crece a medida que la Penya consolida su liderato. Aunque el camino es largo y las sorpresas nunca faltan en el fútbol, los aficionados ya sueñan con un final de temporada histórico.

Con la solidez defensiva como seña de identidad y un ataque que combina talento y efectividad, la Penya Independent está demostrando ser el rival a batir. Si el equipo sigue en esta línea, las puertas de un logro mayor están más que abiertas.

Por ahora, la Penya disfruta de su dulce momento, regalando fútbol de calidad y encendiendo la pasión de su afición. En Sant Miquel, el cielo es anaranjado y las esperanzas de ascenso se viven como una realidad palpable.

La Peña Deportiva marca el gol más humano en el Hospital Can Misses

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El fútbol no solo vive de goles, estadísticas y partidos memorables. Hay momentos en los que el verdadero espíritu del deporte cobra vida fuera del terreno de juego, como sucedió este viernes, cuando la Peña Deportiva demostró que su impacto trasciende el césped. El equipo de Santa Eulària protagonizó una emotiva visita a la planta de pediatría del Hospital Can Misses, llevando consigo más que balones y bufandas: llevaron esperanza, alegría y una bocanada de aire fresco a quienes más lo necesitan.

Los jugadores del primer equipo, Lolo Garrido, Marc Fraile y Víctor Barroso, acompañados por los jóvenes talentos Marc Riera, Rares Mihai y el pequeño Enzo Pantoja, se unieron al entrenador Alberto Gallego y a la presidenta del club, Ana María Mateu, para sorprender a los niños ingresados en el centro hospitalario. Armados con regalos simbólicos —balones, álbumes de cromos y bufandas con el escudo de la Peña— los integrantes del club lograron transformar un día cualquiera en una tarde inolvidable.

El fútbol como puente de emociones

El recorrido por los pasillos del hospital fue mucho más que una simple entrega de obsequios. Las sonrisas de los pequeños pacientes, las miradas emocionadas de sus familias y el cálido recibimiento del personal médico fueron el mejor gol que la Peña pudo marcar. Los jugadores compartieron charlas con los niños, pequeños toques con los balones y momentos de cercanía que difícilmente olvidarán. Porque en esa tarde, las camisetas blanquinegras dejaron de ser solo un uniforme para convertirse en símbolo de solidaridad y humanidad.

La presidenta del club encabezó esta iniciativa con el convencimiento de que el deporte es una herramienta poderosa para conectar con la comunidad. En cada gesto, la Peña demostró que su escudo no solo representa a un equipo competitivo, sino también a una familia comprometida con su entorno.

Un impacto que trasciende lo inmediato

Para el entrenador Alberto Gallego y sus jugadores, la experiencia también fue transformadora. Acostumbrados a la intensidad de los entrenamientos y la presión de los partidos, el contacto con los niños y sus historias les permitió redescubrir el verdadero significado de la palabra “esfuerzo”. Frente a los desafíos diarios que enfrentan estos pequeños héroes, las victorias y derrotas en el fútbol toman una dimensión completamente distinta.

La jornada culminó con fotos, risas y el compromiso de la Peña Deportiva de seguir impulsando estas iniciativas. Más allá de los aplausos en el campo, estos gestos son los que consolidan a un club como un verdadero pilar en su comunidad. En Santa Eulària, la Peña sigue demostrando que su grandeza no se mide solo en títulos, sino en la capacidad de estar presente cuando su gente más lo necesita.

El balón que nunca deja de rodar

En un deporte donde muchas veces las historias giran en torno a los grandes escenarios y a las hazañas deportivas, la Peña Deportiva recuerda que la esencia del fútbol radica en las conexiones humanas. En Can Misses, el club sembró algo más valioso que puntos: sembró ilusión. Porque al final, el fútbol es eso, un juego que une corazones, dentro y fuera del campo.

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