La Unión Deportiva Ibiza se llevó un merecido triunfo por 1-0 en un campo complicadísimo como es el Municipal de Butarque de Leganés. Un gol de Bogusz tras un córner permite al conjunto celeste ganar después de casi tres meses. Una victoria importantísima en un partido igualado que a punto estuvo de empatar el Leganés de no ser por la solidez defensiva mostrada por el bloque de Lucas Alcaraz y por un providencial Fuzato.
El partido arrancó con un Leganés más dominador de la pelota. El conjunto de Idiakez tuvo un par de acercamientos sin demasiado peligro al área de Fuzato. La primera llegada visitante se produjo con un disparo de Bogusz, muy activo y participativo pero sin suerte en la primera mitad.
Transcurridos 15 minutos, el Ibiza se sintió algo más cómodo con el balón, con diferentes acercamientos a portería rival sobre todo por los laterales, pero sin demasiado acierto.
El Lega controló el partido durante la mayor parte de tiempo de una primera parte descafeinada. La defensa ibicenca conseguía aguantar las embestidas pepineras que llegaban de forma continua. El acercamiento más claro para el plantel ibicenco en la primera mitad sería un disparo de Escobar que se marchó por muy poco por encima de la portería del Leganés.
Con el inicio de la segunda mitad, se notó un Ibiza más entregado y con una actitud más ofensiva. Al poco de empezar, llegó una ocasión bastante clara de los unionistas. Herrera disparó desde el vértice del área y Riesgo envió a saque de esquina.
Los avances del equipo de Lucas Alcaraz dieron sus frutos transcurridos 18 minutos de la segunda parte. Herrera ponía un córner al primer palo que peinó Ekain. En el segundo, esperaba Bogusz, quien sí pudo rematar con el alma, casi cayéndose al suelo, para hacer el primero del partido para el equipo isleño. Un gol celebrado con rabia por todo el equipo. Un tanto que premiaba una segunda parte de superioridad frente a los locales.
A partir de ese momento, los minutos pasaban y el Leganés lo intentaba como podía. La solidez del equipo celeste en defensa fue algo que se echaba en falta desde hacía bastantes jornadas, y en este partido se mantuvo un gran nivel a pesar de las muchas intentonas locales.
Los últimos minutos fueron un asedio constante de los locales. Sin embargo, el equipo que vestía hoy de naranja se mantuvo con una confianza y una intensidad grandiosa, lo que permitió dejar la portería a cero.
Con el pitido final del árbitro, todo el Ibiza estalló de felicidad. El primer paso hacia la salvación se ha conseguido en Butarque. Una victoria capital.