En Sant Antoni se respira fútbol, pero también incertidumbre. La SD Portmany aguarda, con los pies en la tierra y la mirada puesta en la Real Federación Española de Fútbol, una posible oportunidad de regresar a la Tercera RFEF. Un regreso que no depende de méritos deportivos ni decisiones técnicas, sino del incierto desenlace institucional de un tercero: la Penya Independent.
La situación, retratada con detalle por Diario de Ibiza, mantiene en vilo a los rojillos. Todo gira en torno a una hipotética vacante en la categoría nacional, que podría abrirse si se confirma oficialmente la renuncia del club de Sant Miquel. Sin embargo, y pese a las declaraciones recientes de su hasta ahora presidente, Toni Curuné, asegurando que la entidad ha renunciado a la plaza, lo cierto es que ninguna notificación oficial ha llegado a los despachos del Portmany.
María José Castillo, presidenta de la entidad de Sant Antoni, lo tiene claro: mientras no haya comunicación formal, todo sigue igual. Y es que, aunque el runrún en el fútbol pitiuso lleva semanas señalando el ocaso competitivo de la Penya Independent, la Federación solo actúa sobre hechos constatables. Según explica Castillo, el plazo de inscripción finalizó el pasado 15 de julio, y ninguna ausencia fue detectada. Todos los clubes, al menos administrativamente, siguen inscritos.
El calendario, sin embargo, aún deja una rendija abierta. La Federación Española se encuentra ahora en el proceso de revisión documental, que podría extenderse hasta el 29 de julio. Solo si durante esa supervisión se detecta alguna irregularidad o se oficializa una baja no subsanable, se abriría la puerta a una nueva adjudicación. En ese escenario, el Portmany estaría en primera línea.
Pero mientras tanto, el club mantiene los pies en el suelo. Con serenidad y sin falsas expectativas, la directiva trabaja en la planificación de un equipo que, a día de hoy, está inscrito en la Regional Preferente. Una plantilla perfilada con aspiraciones de volver a subir, aunque pendiente de posibles ajustes si finalmente se confirma la continuidad en Tercera.
En este juego de tiempos y papeleos, el Portmany navega con prudencia. Hay ilusión, sí, pero también experiencia. Porque en el fútbol modesto, donde cada paso se mide con esfuerzo, se sabe que la única certeza llega cuando la Federación habla. Y hasta entonces, en Sant Antoni prefieren mantenerse firmes en la realidad, sin dejarse arrastrar por el oleaje de los rumores.
Fuente: Diario de Ibiza