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El Portmany se mantiene como líder y el Luchador recupera la sonrisa en la Regional juvenil

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Víctor M. Victoria El Portmany se mantiene una semana más como líder de la Regional juvenil pitiusa después de golear con mucha solvencia al Inter Ibiza (11-1). El equipo que dirige Iván Granados encontró en Adrián Martín a su hombre más resolutivo con tres goles (13’, 54’ y 59’), en una tarde plácida y sin muchos sobresaltos. Se unieron a la fiesta realizadora también Nei García, Pedro Martínez, Jonathan Valiente, Marcos Martínez y Rubén Saelices. Los rojillos suman ahora 33 puntos de otros tantos posibles en lo más alto de la clasificación, y trazan hasta la fecha una trayectoria perfecta. El equipo interista, por contra, es antepenúltimo en la tabla con solo cuatro unidades.

El Ibiza Insular regresó a la senda del triunfo tras la derrota de la semana pasada, y lo hizo con un ajustado éxito ante el Santa Eulàlia. Un gol en propia portería del local Juan Moreno en el arranque de la cita (6’) resultó del todo determinante, pues en el resto del duelo las defensas se impusieron a los ataques y el resultado no volvió a moverse. Con esta alegría los insulares recuperan sensaciones tras la derrota ante el líder y se mantienen en la segunda posición con 26 puntos, siete menos que el Portmany, mientras el joven filial peñista rompe una racha de tres partidos sin perder y es ahora noveno con diez unidades en su casillero.

En el duelo más atractivo de la jornada, la Peña Deportiva se impuso 1-2 a la UD Ibiza B, resultado que le permite mantener sus esperanzas de pelear por el liderato. Los peñistas estuvieron especialmente acertados desde el punto de penalti, pues los dos goles suyos se produjeron de semejante manera con la firma de Asier Pantoja (36’) y Alejandro Marí (88’). Los celestes recortaron diferencias por medio de Enrique Molina (90’), pero no hubo tiempo para más y los tres puntos acabaron volando para Santa Eulàlia. El equipo que dirige Raúl Gómez alcanza 23 puntos en la clasificación con dos partidos menos disputados, mientras los chicos de Giacomo Gradara se mantienen en la tercera posición con 24 unidades.

El Formentera consiguió un ajustado triunfo ante el filial del Portmany (3-2), en un arranque de cita explosivo que cosechó cinco goles. Pedro, Ashley e Izán Chiesa pusieron firma al triunfo rojinegro, que después supo mantener la renta adquirida en lo que restó del partido. El equipo que dirige José Ferrer adelanta a su rival y se ubica en la sexta posición con 18 puntos, los mismos que el conjunto que dirige Toni Montalbán, que es ahora séptimo en la clasificación.

Del resto de la jornada, destacó el triunfo del Luchador en el campo de la Penya Independent B (2-4), resultado que consuela al equipo de San Antonio para regresar a la senda del triunfo tras tres jornadas alejado de ella. Además, el Sant Jordi se impuso con claridad al San Rafael (4-1) en un duelo de la zona baja de la clasificación, resultado que permite a los verdinegros escalar algunas posiciones tras tres jornadas consecutivas sumando en positivo.

La Penya Pagesa alza la voz

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El fútbol no es solo un deporte; es un catalizador de emociones, una fuerza capaz de unir comunidades y una bandera que representa la identidad de muchas ciudades e islas. En Ibiza, ese símbolo es la Unión Deportiva Ibiza, un equipo que ha sido el sueño y el orgullo de la isla. Sin embargo, esta temporada está dejando un sabor amargo en la afición, especialmente en la Penya Pagesa, uno de los pilares más comprometidos y apasionados del club.

En las gradas del estadio, los cánticos de esta peña alientan a los jugadores y son el eco de una isla que vive y respira fútbol. Pero el desencanto comienza a teñir esos cánticos de preocupación. La actual campaña no está cumpliendo con las expectativas, y el sentimiento de desilusión comienza a calar entre los aficionados más fieles. Las derrotas en el campo han ido de la mano con una sensación de desconexión entre equipo y afición, una herida que la Penya Pagesa ha decidido señalar, no desde el reproche, sino desde el deseo de reconstruir los puentes.

La Peña Pagesa, conocida por su apoyo incondicional, ha hecho un llamado claro: volver al espíritu que alguna vez unió al club y su gente. Aquel “espíritu de Badajoz” que evocan en su mensaje, donde equipo y afición eran uno solo, es el estándar que desean recuperar. En ese entonces, los colores celestes no solo se defendían en el campo, sino que también representaban una pasión compartida que trascendía los noventa minutos de juego.

Sin embargo, la temporada actual está siendo marcada por una falta de actitud y compromiso que, según los aficionados, no está a la altura de lo que representa la UD Ibiza. La afición entiende que el fútbol es un deporte de altos y bajos, pero exige que, independientemente de los resultados, los jugadores dejen todo en el campo. Para ellos, la entrega y el compromiso son innegociables.

En su mensaje, la Penya Pagesa no busca destruir, sino construir. Es un recordatorio para todos los actores del club: jugadores, cuerpo técnico, directiva y afición. La UD Ibiza no solo representa a quienes visten la camiseta en el campo; es el sueño colectivo de una isla que aspira a ver a su equipo en lo más alto.

La solución, según los aficionados, pasa por un esfuerzo colectivo. Desde el césped, los jugadores deben demostrar la misma pasión y entrega que la afición muestra en cada jornada. Desde la directiva, se necesita un compromiso renovado para reconectar con los seguidores y trabajar en un proyecto que vuelva a ilusionar. Y desde las gradas, la Penya Pagesa seguirá alentando con la esperanza de que su apoyo encuentre eco en el terreno de juego.

A pesar de las dificultades, la Penya Pagesa mantiene viva la llama de la esperanza. “Força Eivissa” no es solo un grito de guerra; es un recordatorio de que la isla y su equipo están hechos para grandes cosas. Para que la UD Ibiza recupere su lugar, se necesita unión, autocrítica y, sobre todo, compromiso. La afición lo tiene claro: el fútbol es mucho más que resultados; es una cuestión de actitud, de espíritu y de identidad.

0-1. La Peña Deportiva se tropieza en casa: Un golpe inesperado ante el Alzira

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Un partido de la Peña Deportiva. Foto: Peña Deportiva

La Peña Deportiva sufrió un revés amargo este domingo al caer por 0-1 ante el Alzira en el Municipal de Santa Eulària. Un gol en el último suspiro del encuentro dejó helados a los aficionados locales, que vieron cómo un partido destinado al empate se les escapaba entre los dedos en una acción inesperada y letal. Fue una tarde marcada por el control estéril y la falta de profundidad, donde los ibicencos dominaron el balón pero no el área.

El duelo comenzó con un aviso del conjunto visitante que encendió las alarmas en la zaga local. Un balón largo permitió al delantero del Alzira ganar la espalda a Cano y obligó a Picón a intervenir con una salida decisiva. Esa acción despertó a la Peña Deportiva, que asumió el control del esférico desde ese momento. Sin embargo, ese dominio no se tradujo en ocasiones claras, dejando la sensación de un equipo atrapado en un bucle de pases horizontales.

La oportunidad más clara para los locales llegó a mediados del primer tiempo. Un centro al área encontró a Montalbán, quien asistió a Larry con precisión milimétrica. Con todo a favor, el delantero cabeceó desviado, desaprovechando una ocasión que pudo cambiar el rumbo del partido. Los ataques de la Peña continuaron siendo previsibles, mientras el Alzira apostaba por el contraataque, sin demasiado éxito pero con la confianza de quien sabe que un error ajeno puede ser oro.

Tras el descanso, el guion del encuentro se tornó más trabado. El Alzira dio un paso al frente, equilibrando la posesión y obligando a Alberto Gallego a mover el banquillo. Los cambios revitalizaron a los locales, pero el equipo seguía sin encontrar la fórmula para romper la defensa rival. Una tímida acción de Bilal, cuyo disparo directo a portería fue atajado sin complicaciones, fue de las pocas muestras de peligro real en toda la segunda mitad.

Cuando todo apuntaba a un empate sin goles, el Alzira aprovechó una grieta en la defensa ibicenca. En una jugada individual brillante, Carretero burló a sus marcadores con habilidad y un poco de fortuna, dejando atrás a Picón con un regate que levantó aplausos, incluso de algunos presentes que reconocieron la calidad del gesto. Su gol sentenció el partido en el minuto final, desatando la celebración de los visitantes y dejando a los locales con un sabor amargo.

Esta derrota supone un jarro de agua fría para una Peña Deportiva que, pese a su dominio, sigue mostrando dificultades para generar peligro en los últimos metros. La falta de contundencia defensiva en momentos clave y la ausencia de un referente ofensivo marcaron una jornada para olvidar. Aun así, el equipo de Santa Eulària deberá extraer lecciones de este tropiezo si quiere mantenerse competitivo en una categoría que no perdona errores.

Con esta derrota, los de Alberto Gallego acumulan su segunda caída en casa esta temporada, un dato preocupante para un equipo que aspira a convertir el Municipal en un fortín. El próximo reto será recuperar confianza y efectividad, elementos imprescindibles para evitar que los puntos sigan escapándose en encuentros donde, a priori, se tiene todo para ganar. Fuente: Periódico de Ibiza y Formentera

2-0. La SD Ibiza tropieza en el derbi balear: Lección amarga en Andratx

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La SD Ibiza vivió una jornada para el olvido este domingo tras caer por 2-0 en el derbi balear ante el Andratx, un rival que lucha por salir de la zona de descenso. Pese a dominar gran parte del encuentro y mostrar destellos de buen juego, los ibicencos sucumbieron a sus propios errores en un partido que deja muchas preguntas y pocas respuestas.

Desde el inicio, el equipo dirigido por Raúl Casañ mostró intenciones claras: control de la posesión, presión alta y un ritmo que incomodó al conjunto local. Sin embargo, la efectividad, ese factor que tantas veces separa el triunfo de la derrota, fue esquiva para la escuadra deportivista. Ocasión tras ocasión se estrellaron contra el muro defensivo rival o contra la falta de puntería, dejando pasar oportunidades de oro para adelantarse en el marcador.

Cuando todo parecía controlado, el infortunio golpeó al cuadro ibicenco. En el minuto 38, una jugada que no entra en el manual de lo permitido terminó por desencadenar la pesadilla. Inglada, en un intento de iniciar desde el fondo, realizó un pase comprometido hacia el portero que se convirtió en una asistencia involuntaria para Valverde. El delantero del Andratx no perdonó y, con sangre fría, definió mano a mano para abrir el marcador. Ese error aislado pero letal marcó un antes y un después en el partido.

El gol dejó a la SD Ibiza tambaleándose y, como suele ocurrir en este tipo de situaciones, la herida no tardó en hacerse más profunda. Apenas tres minutos después, un balón parado ejecutado con precisión quirúrgica encontró a Lalo, quien aprovechó la confusión en el área para rematar al fondo de la red. El 2-0, lapidario, sentenció el ánimo de los visitantes antes del descanso.

En la segunda mitad, el equipo ibicenco intentó reponerse. Casañ movió el banquillo buscando un revulsivo, y la actitud del equipo fue notable. Sin embargo, el Andratx, bien replegado y con una defensa sólida, apenas concedió espacios. Los ataques de la SD Ibiza, aunque constantes, carecieron de chispa en los metros finales, y el tiempo se convirtió en un enemigo implacable.

El pitido final dejó a los ibicencos cabizbajos y a su afición con un sabor amargo. La derrota no solo supone la pérdida de tres puntos, sino también un golpe anímico para un equipo que sigue buscando la regularidad en una temporada llena de altibajos. Mientras tanto, el Andratx celebra un triunfo vital en su lucha por la permanencia, demostrando que en el fútbol, las oportunidades no se regalan, se aprovechan.

Para la SD Ibiza, la lección es clara: el fútbol no solo se juega bien, también se juega con precisión y cabeza fría. Raúl Casañ y su cuerpo técnico tienen ahora la difícil tarea de levantar al equipo, corregir los errores y recuperar la confianza antes de que las jornadas se conviertan en una presión insostenible. La próxima cita será crucial, tanto en lo deportivo como en lo psicológico, para un grupo que todavía tiene margen para revertir su suerte.

0-1. La UD Ibiza sigue sin encontrar el rumbo: Tercera derrota consecutiva

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El presente de la UD Ibiza se ha teñido de preocupación tras una nueva derrota en casa, esta vez por 0-1 ante el Algeciras. En un Palladium Can Misses desconcertado y con pocos motivos para el optimismo, el equipo celeste encadenó su tercera caída consecutiva, adentrándose peligrosamente en la zona baja de la clasificación. Los números no engañan: la UD Ibiza ostenta la peor capacidad goleadora del campeonato y sigue mostrando una preocupante falta de identidad en su juego.

Desde el pitido inicial, el conjunto dirigido por Paco Jémez intentó imponer su sello a través de posesiones largas, pero su propuesta pronto se reveló estéril. La falta de profundidad y de claridad en los últimos metros marcó el ritmo de un primer tiempo en el que los locales no consiguieron generar peligro real. Más allá de algún centro aislado y un remate tímido de Astals, la UD Ibiza dejó una imagen plana, casi irreconocible, incapaz de conectar con su afición o de incomodar a un rival disciplinado como el Algeciras.

Por el contrario, los visitantes aprovecharon las imprecisiones del equipo celeste para ensayar alguna tímida aproximación. El disparo lejano de Merchán y un centro cruzado sin destinatario fueron los únicos sobresaltos para la defensa ibicenca en un primer acto que apenas rozó el umbral de lo aceptable.

Tras el descanso, la UD Ibiza intentó cambiar el guion. Los ajustes tácticos introducidos por Jémez, incluyendo la entrada de Lass para refrescar el ataque, no dieron los frutos esperados. Si bien los celestes mantuvieron su apuesta por el control del balón, su juego careció de ritmo y precisión, lo que permitió al Algeciras reforzar su estructura defensiva y encontrar espacios para contragolpear.

El golpe definitivo llegó en el minuto 73, cuando Rodrigo Escudero aprovechó una desconexión defensiva de Escassi para marcar el único tanto del partido. Una jugada que simboliza la fragilidad del Ibiza en momentos clave, incapaz de reaccionar ante un mazazo que se veía venir.

La recta final del encuentro fue un reflejo de los problemas que han lastrado a la UD Ibiza durante toda la temporada. Intentos aislados como el disparo de Monju desde fuera del área o una falta sin dirección de Naranjo fueron los únicos destellos de un equipo sin ideas ni confianza. El pitido final dejó a los aficionados celestes frustrados y a un técnico que, pese a sus esfuerzos por revitalizar a la plantilla, no encuentra la fórmula para revertir la situación.

Con esta derrota, la UD Ibiza se queda al borde de los puestos de descenso, con solo 22 puntos en su haber. A medida que se aproxima el parón navideño, el equipo enfrenta un reto mayúsculo: encontrar soluciones inmediatas para una plantilla que parece atrapada entre la presión y la falta de autoconfianza. Si el club no reacciona con decisiones firmes y ajustes en el mercado invernal, el riesgo de caer aún más bajo será una amenaza real.

El reloj corre para Paco Jémez y sus jugadores. La UD Ibiza debe recuperar no solo los puntos perdidos, sino también la fe de una afición que anhela ver al equipo luchar con garra y determinación en cada jornada. Fuente: Diario de Ibiza

67-61. El Class Sant Antoni rompe moldes y tumba al líder invicto

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El Class Bàsquet Sant Antoni firmó este sábado una de las victorias más memorables de la temporada al imponerse al Palmer Basket Mallorca Palma por 67-61 en el derbi balear de Segunda FEB. El Pabellón de Sa Pedrera, lleno hasta la bandera, fue testigo de un partido vibrante en el que el equipo ibicenco demostró que con trabajo y carácter se pueden derribar gigantes. Este resultado refuerza las aspiraciones de los pitiusos y pone fin a la racha de nueve victorias consecutivas del conjunto mallorquín, líder hasta la fecha.

Desde el salto inicial, quedó claro que sería un duelo de alto voltaje. El Palmer salió decidido a imponer su ley, aprovechando su dominio en el rebote, con un imponente Moussa Traoré acumulando 18 puntos y 19 capturas. Sin embargo, el Sant Antoni respondió con intensidad defensiva y con un ataque equilibrado liderado por Gantt, máximo anotador local con 17 puntos. Cada posesión se jugaba como si fuera la última, y eso se reflejó en el marcador, que se mantuvo ajustado durante todo el encuentro.

El primer cuarto fue para los mallorquines (14-17), pero los de David Barrio reaccionaron en el segundo periodo con una defensa asfixiante, dejando a su rival en tan solo ocho puntos. Con un parcial de 5-0 antes del descanso, el Sant Antoni dio un golpe sobre la mesa para irse a los vestuarios con una ventaja de cinco puntos (30-25).

Tras el descanso, el Sant Antoni amplió su ventaja hasta los nueve puntos, gracias al acierto desde la larga distancia y al empuje de jugadores como Peris y Rodríguez. Sin embargo, el Palmer, fiel a su condición de líder, no tardó en reaccionar. Un tiempo muerto de Marco Antonio Justo devolvió el orden a los visitantes, que cerraron el tercer cuarto con el marcador ajustado a 43-40.

El último cuarto fue un auténtico espectáculo de nervios y tensión. Los mallorquines lograron empatar el partido en varias ocasiones, pero los locales siempre encontraron una respuesta, con Sa Pedrera convirtiéndose en un jugador más. Un triple de Zidek en los minutos finales fijó el empate a 54, pero el Sant Antoni mostró más temple en los momentos clave. Los puntos de Gantt y el trabajo colectivo en defensa permitieron a los de David Barrio sellar un triunfo que quedará grabado en la memoria de la afición.

Sant Antoni pisa fuerte

Con esta victoria, el Class Bàsquet Sant Antoni suma su tercer triunfo consecutivo y asciende al cuarto puesto en la clasificación con un balance de 6-5. Más allá de los números, los ibicencos demostraron que son capaces de competir y ganar ante los mejores. Este éxito refuerza las aspiraciones del equipo en una temporada que promete emociones fuertes para sus aficionados.

El Pabellón de Sa Pedrera, con su habitual calidez y energía, fue el escenario perfecto para esta gesta. Ahora, el Class mira hacia adelante con la confianza de haber tumbado al líder y con la ambición de seguir escalando posiciones en una liga tan disputada como apasionante.

Ficha técnica:

Class Bàsquet Sant Antoni (14+16+13+11+13): G. Gantt (17), S. Taiwo (4), J. Rodríguez (8), D. De la Rúa (11), E. Arqués (4) -quinteto inicial-. L. Smith (3), J. Peris (9), A. Bouzán, R. Hayes (2), J. Zidek (9) y J. Llamas.

Palmer Basket Mallorca Palma (17+8+15+14+7): A. Chapela (6), A. Urdiain, M. Y. Traoré (18), Ch. J. Easley (16), G. Bastante -quinteto inicial-. S. F. Niang (7), M. Servera (8), J. Feliu (2), M. Enanubele (2) y A. Comendador (2).

Árbitros: Julio Rijo Muñoz y Eduard Montiel Molina. Eliminaron, por faltas personales, al visitante Niang.

Incidencias: Partido disputado en el Pabellón de Sa Pedrera, correspondiente a la undécima jornada del grupo Este de Segunda FEB.

1-1. Un punto con sabor a esperanza: El Sant Jordi se rearma para la salvación

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El Sant Jordi rozó el triunfo en el siempre complicado campo del Binissalem, pero un gol en los minutos finales le arrebató lo que parecía un premio merecido tras un duelo de gran intensidad. Los verdinegros, dirigidos por Carlos Tomás, dejaron en el césped una imagen sólida y competitiva, logrando cortar la mala racha de dos derrotas consecutivas. Aunque los tres puntos se escaparon por un suspiro, el empate final (1-1) deja un regusto positivo y una buena dosis de confianza para lo que queda de temporada.

El partido comenzó con un Sant Jordi bien plantado, demostrando que las lecciones de jornadas anteriores estaban aprendidas. La defensa, liderada con firmeza, se mostró compacta ante los intentos iniciales del Binissalem, que apostó por un juego directo desde el primer minuto. Fue, sin embargo, el conjunto salinero quien golpeó primero. En el minuto 29, Toni Riera aprovechó un error defensivo local para enviar el balón al fondo de la red con una definición precisa. El tanto desató la euforia entre los jugadores y el pequeño grupo de seguidores desplazados, que soñaban con un triunfo revitalizador.

El Binissalem no tardó en responder, empujado por su público y su necesidad de puntuar, pero el Sant Jordi resistió. Los hombres de Carlos Tomás supieron gestionar los tiempos del partido, bajando el ritmo cuando era necesario y buscando la velocidad al contragolpe. Sin embargo, a medida que avanzaba la segunda parte, el desgaste físico empezó a pasar factura, y los locales intensificaron sus ataques.

El golpe llegó en el minuto 85. Una jugada bien ejecutada por el Binissalem, encontró a Murillo, que con un certero remate firmó el empate. Fue un mazazo para el Sant Jordi, que había defendido su ventaja con uñas y dientes, pero el equipo supo mantener la compostura para cerrar el encuentro sin más sobresaltos.

Con este resultado, el Sant Jordi suma un punto que, aunque no le permite salir de los puestos de descenso, sí sirve para frenar la dinámica negativa y renovar los ánimos de cara al último partido del año. El próximo domingo, el equipo se enfrentará al Porreres en el Kiko Serra, un duelo que promete emociones y donde el conjunto verdinegro buscará despedir 2024 con una victoria que refuerce su lucha por la permanencia.

En un año marcado por altibajos y emociones fuertes, el Sant Jordi, que recientemente celebró su 75 aniversario, sigue demostrando que su historia y su escudo representan más que fútbol: son la pasión y el esfuerzo de una comunidad que no se rinde. La salvación aún está al alcance, y con partidos como el de Binissalem, el equipo de Carlos Tomás ha dejado claro que tiene con qué pelear hasta el final.

2-0. El Portmany gana en el campo y en el corazón con su recogida solidaria de juguetes

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El Municipal de Sant Antoni se convirtió en el escenario de una despedida por todo lo alto. El Portmany, con una actuación sólida y llena de determinación, derrotó al Migjorn por 2-0, logrando tres puntos que consolidan su posición en mitad de la tabla y dejan un dulce sabor de boca a su afición antes de las fiestas. El equipo dirigido por Vicente Román ha encontrado, por fin, la consistencia que tanto anhelaba y despide el año en casa con una racha positiva que invita al optimismo.

El triunfo no solo suma en el marcador; también marca un hito en la temporada para el conjunto de Sant Antoni, que encadena su segunda victoria consecutiva y amplía a seis los partidos sin conocer la derrota, con un balance de cuatro triunfos y dos empates. Este impulso le permite ascender a la novena posición, con 21 puntos en su haber, y encarar con confianza el complicado duelo que le espera en Manacor.

El encuentro contra el colista no fue un trámite sencillo. Aunque el Migjorn llegaba a Sant Antoni como el rival más débil de la competición, los visitantes plantearon un bloque defensivo compacto que complicó el juego del Portmany durante la primera mitad. Sin embargo, la paciencia y el orden de los locales terminaron dando sus frutos en el segundo acto.

El quiebre llegó en el minuto 50, cuando Vaccarini, con la frialdad que lo caracteriza, transformó un penalti que desató el primer grito de gol en las gradas. Ese tanto liberó al equipo, que comenzó a desplegar un juego más fluido y ofensivo. La sentencia llegó en los instantes finales, cuando Robertito, con su habitual olfato goleador, aprovechó un para sellar el 2-0 y asegurar la victoria.

Una base sólida para soñar

Con esta última actuación en su feudo, el Portmany demuestra que ha dejado atrás los altibajos que marcaron el inicio de su campaña. La mejora defensiva y la eficacia en los momentos clave han sido determinantes en esta buena racha, cimentada en el trabajo colectivo y en la dirección de Vicente Román, que parece haber encontrado la fórmula para sacar el mejor rendimiento de su plantilla.

El desafío ahora es mantener esta inercia positiva en su visita al Manacor, un rival de entidad que pondrá a prueba la solidez del conjunto ibicenco. Será la última parada antes del parón navideño, un momento crucial para consolidar las buenas sensaciones y seguir escalando posiciones en la tabla.

El Portmany cierra el año en casa con una lección de fútbol eficaz y, sobre todo, con la certeza de que está en el camino correcto. La afición de Sant Antoni puede soñar con una segunda mitad de temporada llena de emociones y, quién sabe, con nuevos objetivos por alcanzar.

Solidaridad desde el Municipal de Sant Antoni

Antes del emocionante encuentro, el Municipal de Sant Antoni se convirtió en un escenario de solidaridad con una recogida de juguetes destinada a llevar alegría a los más pequeños. La iniciativa, bajo el lema “Ni un niño de Valencia sin su juguete”, invita a toda la comunidad a colaborar y demostrar su lado más humano.

Las fechas para aportar a esta noble causa se amplían hasta hoy, 15 de diciembre, ofreciendo una oportunidad perfecta para unirse al esfuerzo solidario. Cada juguete cuenta y cada gesto suma para que estas fiestas sean especiales para todos los niños. ¡Anímate y colabora!

1-1. Empate con sabor amargo: La Penya Independent tropieza en su fortaleza

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Una alineación de la Penya Independent esta temporada. Foto: Xisca Fotografía (Fútbol Balear).

La Penya Independent, líder en solitario con 30 puntos en la clasificación, no logró superar al Felanitx en un duelo marcado por la resistencia táctica del rival y la falta de precisión en los momentos clave. El empate 1-1 en el campo municipal de Sant Miquel dejó un sabor amargo entre los seguidores anaranjados, que veían en este partido la oportunidad perfecta para consolidar su posición antes del parón navideño.

El choque comenzó con buen ritmo para el conjunto dirigido por Ramiro González. Con una presión alta y combinaciones rápidas, los locales desbordaron las líneas defensivas del Felanitx en los primeros compases. Fruto de esa intensidad llegó el gol de Callejo, quien, con una definición precisa en el minuto 19, puso en ventaja a los suyos y desató la euforia en las gradas. Todo apuntaba a una tarde plácida para la Penya.

Sin embargo, el Felanitx no tardó en ajustar su estrategia. A medida que el partido avanzaba, el bloque mallorquín cerró filas, anuló los espacios y llevó al conjunto ibicenco a un juego más trabado. La fluidez ofensiva de los locales se diluyó entre el entramado defensivo visitante y un cúmulo de imprecisiones en los metros finales. Los intentos de los anaranjados por ampliar la ventaja chocaban una y otra vez contra un muro compacto y disciplinado.

El tiempo corría a favor de la Penya, pero el guion dio un giro inesperado en los últimos minutos. Nicolás Rubio, del Felanitx, aprovechó un balón en el 81′ para igualar el marcador con un disparo seco y ajustado al poste. El gol silenció a los aficionados locales y dejó al equipo con la sensación de haber dejado escapar una victoria que parecía segura.

La Penya, fiel a su carácter combativo, buscó hasta el final romper el empate. Sin embargo, la chispa que tantas veces ha inclinado la balanza esta temporada no apareció. A pesar de su esfuerzo, los anaranjados no lograron concretar las oportunidades necesarias para cerrar el partido a su favor.

Con este empate, el equipo ibicenco deberá encarar su próximo desafío con la mentalidad de recuperar la senda del triunfo. La visita al Campos en la última jornada del año será una prueba exigente, pero también una oportunidad para demostrar la fortaleza y calidad que los ha llevado a lo más alto de la tabla.

Aunque el resultado frente al Felanitx deja un sabor agridulce, la Penya Independent sigue firme en su objetivo de cerrar 2024 como líder destacado. Queda claro que este equipo tiene el talento y la determinación para superar los obstáculos y seguir escribiendo una temporada memorable.

2-2. El Formentera logra un empate con alma de victoria en Mercadal

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Un lance del partido disputado en Mercadal. Foto: Fútbol Balear

El Formentera continúa demostrando que es un equipo que nunca se rinde. En una tarde de tensión y emoción en tierras menorquinas, los rojinegros lograron arrancar un punto valioso frente al Mercadal, gracias a un gol agónico de Nahuel Losada en el minuto 85. Un empate que refuerza su carácter competitivo y les mantiene firmes en la pelea por los puestos de playoff, aunque sin alcanzar la racha soñada de tres victorias consecutivas.

El encuentro no comenzó con buen pie para el equipo de Maikel Romero. Apenas habían pasado seis minutos cuando Javi Hernández, del Mercadal, abrió el marcador, desatando la euforia local. La presión inicial de los menorquines encontró recompensa pronto, complicando las aspiraciones de un Formentera que buscaba consolidarse en los puestos altos de la tabla.

Pero si algo caracteriza al conjunto pitiuso es su capacidad de reacción. En el minuto 16, Javi López igualó las acciones con un remate que celebró con rabia, señal de un equipo decidido a no ceder terreno. El empate llegó en un momento crucial, devolviendo el equilibrio al duelo y dejando claro que el Formentera no había viajado para ser un simple espectador.

Con el marcador igualado, ambos equipos salieron del vestuario dispuestos a imponer su ley en la segunda mitad. Fue el Mercadal quien volvió a adelantarse. En el minuto 57, Xavier Fedelich aprovechó una desatención defensiva para poner el 2-1, un jarro de agua fría para los visitantes, que veían cómo el esfuerzo por mantener el control del partido se venía abajo.

A pesar del golpe, el Formentera mostró una resiliencia encomiable. El equipo rojinegro, lejos de desmoronarse, redobló esfuerzos y ajustó su planteamiento para buscar un empate que se resistía.

Nahuel Losada, el héroe inesperado

El partido parecía inclinarse a favor del Mercadal hasta que, en el minuto 85, apareció Nahuel Losada para cambiar el guion. El defensa argentino, en un alarde de oportunismo, cazó un balón para enviarlo al fondo de la red y silenciar a la afición local. Un gol que supo a gloria para el Formentera, que demostró una vez más que es un equipo que lucha hasta el último aliento.

Con este empate, el Formentera se mantiene en la sexta posición de la tabla con 23 puntos, a un paso de los ansiados puestos de playoff. Aunque no lograron encadenar su tercera victoria consecutiva, el equipo de Maikel Romero dejó claro que tiene el carácter necesario para afrontar los desafíos que vienen.

El próximo reto será despedir el año con una victoria en casa, frente al siempre competitivo Collerense. Una oportunidad para seguir construyendo su camino hacia la cima y consolidar una identidad que combina esfuerzo, talento y corazón. El Formentera sigue soñando, y con actuaciones como la de Mercadal, nadie puede dudar de que este equipo tiene argumentos para dar la campanada en esta temporada.

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