No ganaron el campeonato ni levantaron la copa, pero los alevines del Club Waterpolo Sant Josep volvieron de Elche el pasado fin de semana con algo igual de valioso: una mochila llena de experiencias, dos victorias que saben a gloria y un entusiasmo que no cabe en la isla. El Campeonato de España Alevín Mixto, celebrado en la piscina Esperanza Lag, reunió a 40 equipos de todo el país y fue una fiesta del waterpolo base… en la que los josepins dejaron su sello.
El sorteo no fue precisamente amable. Les tocó en un grupo durísimo, con rivales que llevan años siendo referencia como el Atlètic-Barceloneta (a la postre campeón), CN Caballa, Metropole y CW Godella. Los resultados (3-13, 1-11, 3-13, 4-13) reflejan la diferencia de trayectorias, pero no el coraje con el que plantaron cara en cada partido. Porque si algo no faltó fue actitud: lucharon cada balón como si fuera el último, celebraron los goles como si fueran títulos y nunca bajaron los brazos.
Lo mejor llegó en la fase de eliminatorias. Ahí, con la presión algo más baja y las ganas intactas, sacaron lo mejor de sí. Victoria contra CN Santoña (7-4), otra contra CW Marina Ferrol (8-4), y sonrisas por doquier. Los peques lo dieron todo en el agua y se llevaron merecidas alegrías.
La despedida fue contra CW Algeciras, en el duelo por el 33.º puesto. No pudo ser (4-11), pero el resultado fue lo de menos. Lo importante fue todo lo que aprendieron, la convivencia, la mejora en el juego y esa energía que trajeron de vuelta a Ibiza.
Desde el club aplauden el esfuerzo de cada jugador, el trabajo del cuerpo técnico y el apoyo de las familias, que han sido el motor silencioso de esta aventura. Porque al final, más allá de la clasificación, lo que cuenta es que el waterpolo pitiuso sigue creciendo. Y viendo a estos alevines, el futuro viene cargado de ilusión y muchas ganas de chapuzones competitivos.