En la trastienda del fútbol modesto se están gestando movimientos que hablan de ambición y de proyecto con rumbo claro. La SD Ibiza, con discreción y buen criterio, sigue dando forma a su plantilla de cara a una temporada donde cada pieza cuenta. Esta semana, el club rojiblanco ha sumado dos nombres con perfiles distintos pero complementarios: Sergio Rico y Tomás Bourdal.
Uno aporta chispa y futuro. El otro, jerarquía y solidez. Dos fichajes que refuerzan el bloque desde la cabeza… hasta los pies.
A sus 19 años, Sergio Rico es uno de esos talentos que no pasan desapercibidos. Mediapunta de los que se ofrecen siempre entre líneas, llega procedente de la Peña Deportiva, donde dejó muestras de su calidad pese a su corta edad. Es un jugador con visión, con capacidad para asociarse, desequilibrar y generar fútbol en los últimos metros.
Su fútbol tiene algo de descaro y mucho de inteligencia. Conducción elegante, lectura de espacios y un primer toque que desarma a cualquier marca. Rico se une a la SD Ibiza para aportar frescura y creatividad, justo lo que todo equipo necesita cuando los partidos se cierran y el talento debe marcar la diferencia.
La apuesta por él no es solo deportiva, sino estratégica: invertir en futuro con jugadores que pueden convertirse en pilares si se les da confianza y minutos.
Tomás Bourdal: oficio sudamericano para blindar la zaga
En el otro extremo del campo, la SD Ibiza se hace con los servicios del argentino Tomás Bourdal, central de 27 años que aterriza en la isla con la maleta cargada de experiencia. Su llegada, libre, responde a una necesidad clara: fortalecer la defensa con un perfil físico, contundente y con lectura táctica.
Formado en el competitivo fútbol argentino, Bourdal aporta jerarquía en el área propia, voz de mando y una mentalidad ganadora que contagia. No se complica cuando no hace falta, pero tampoco rehúye el balón. Es de esos centrales que entienden cuándo hay que cortar… y cuándo hay que construir.
Su fichaje eleva el nivel competitivo de una defensa que busca consolidarse como un bastión esta temporada.
La SD Ibiza sigue su hoja de ruta con paso firme. Sin grandes estridencias, pero con un trabajo silencioso que empieza a dar forma a un grupo equilibrado, con mezcla de juventud y experiencia. Rico y Bourdal representan esa dualidad: uno mira al futuro con hambre, el otro llega para marcar territorio desde el primer entrenamiento.
En el Sánchez y Vivancos se respira ilusión. Y con estos fichajes, el mensaje es claro: la SD Ibiza quiere ser protagonista. Sin ruido, pero con fútbol.