En una jornada dominical cargada de emociones y fútbol de alto voltaje, el Portmany se anotó una victoria clave que asegura su permanencia en la Tercera RFEF, derrotando al Constància en un duelo que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos hasta el pitido final. El equipo de Sant Antoni, que no se jugaba el descenso de forma inminente, pero que aún tenía una matemática posibilidad de caer en la temida zona roja, saltó al campo con un objetivo claro: la victoria.
Desde el pitazo inicial, el conjunto local mostró su hambre de triunfo. No se hicieron esperar las acciones destacadas, y es que apenas a los dos minutos, Gorka, en una jugada que bien podría catalogarse de manual, encontró el fondo de la red para poner en ventaja a su equipo. El gol tempranero puso el partido cuesta arriba para el Constància, que se vio obligado a remar contra corriente.
El resto del primer tiempo fue un tira y afloja constante. Ninguno de los equipos cedió terreno fácilmente, y las oportunidades claras de gol fueron escasas. Con el marcador mínimamente inclinado a su favor, el Portmany se fue al descanso saboreando la ventaja, aunque consciente de que el fútbol es impredecible.
Y así lo demostró el conjunto visitante tras volver del descanso. Con renovados bríos, sorprendieron a la defensa local y, al minuto 52, Mateo Ferrer logró la igualada, poniendo el partido en un emocionante 1-1. Sin embargo, la respuesta de Portmany no se hizo esperar. A los 68 minutos, en una jugada que levantó a la grada, Vaccarini se redimió con el gol de la victoria, devolviendo la alegría y las esperanzas a su afición.
El encuentro bajó su intensidad tras el segundo gol local, y aunque el Constància intentó cambiar su suerte, el marcador no se movió más. Con este triunfo, Portmany, además de festejar su permanencia en Tercera RFEF, escala a la undécima posición en la clasificación con 38 puntos, dando un respiro a sus seguidores y poniendo la mira en su próximo encuentro contra el Poblense.
