El Portmany vivió una montaña rusa de emociones en su enfrentamiento ante el Campos, un partido que prometía ser la chispa para relanzar su trayectoria, pero que terminó dejando un sabor amargo en los aficionados de Sant Antoni. El 2-2 final no solo reflejó el equilibrio de fuerzas en el terreno de juego, sino también la oportunidad desperdiciada por el equipo de Vicente Román para sumar tres puntos vitales.
La tarde comenzó con un arranque esperanzador para los locales. En el minuto 6, un inspirado Vaccarini desató la euforia en el Municipal al transformar un gol que parecía marcar el tono del partido. Con un ataque dinámico y una defensa sólida, el Portmany controló gran parte del primer tiempo, haciendo méritos para ampliar la ventaja. Sin embargo, el descanso llegó con una mínima diferencia que no reflejaba del todo la superioridad mostrada en los primeros 45 minutos.
El segundo tiempo trajo un guion distinto. El Campos, lejos de rendirse, ajustó su planteamiento y encontró el empate en el minuto 59 gracias a Joan Amorós, quien aprovechó un descuido defensivo para poner las tablas en el marcador. Este gol cambió el ritmo del partido y planteó un nuevo reto para el Portmany, que no tardó en reaccionar.
En el minuto 69, el equipo de Román volvió a adelantarse con un tanto de Moler, fruto de un ataque bien estructurado que devolvió las esperanzas a la grada local. Sin embargo, en el fútbol, los errores se pagan caro. Con el reloj marcando el minuto 84, un descuido en la retaguardia permitió a Nofre Vidal del Campos colarse entre líneas y sellar el empate definitivo.
El golpe final dejó al Portmany desconcertado y con poco tiempo para buscar la victoria. Aunque el equipo mostró garra y personalidad durante gran parte del partido, la falta de concentración en momentos clave se convirtió en su principal talón de Aquiles.
Con este empate, el Portmany suma un punto que sabe a poco en su lucha por escalar posiciones en la clasificación. Aún queda mucho por jugar, y la próxima jornada frente al Santanyí será una nueva prueba de carácter para los de Vicente Román. Un triunfo a domicilio podría ser justo lo que necesitan para recuperar confianza y dar un paso adelante en la temporada.
El fútbol siempre da revancha, y el Portmany tendrá que demostrar que ha aprendido la lección si quiere volver a ser protagonista.