El baloncesto tiene noches mágicas, y este martes en Es Viver se vivió una de esas que quedarán grabadas a fuego en la memoria de una afición entregada. El Class Bàsquet Sant Antoni firmó una gesta de las que no se olvidan, eliminando al Grupo Alega Cantabria, equipo de Primera FEB, en una batalla sin tregua que terminó con un vibrante 94-92. Un triunfo que no solo mete a los pitiusos en los octavos de final de la Copa de España, sino que eleva la moral de un grupo que demostró carácter, coraje y calidad cuando más difícil estaba todo.
La noche empezó cuesta arriba. El conjunto cántabro salió más fino, más certero, y aprovechó la muñeca afinada de Samuel Rodríguez para castigar desde la larga distancia. En apenas unos minutos, el marcador ya reflejaba un preocupante 6-19 para los visitantes. Berrocal buscó soluciones desde el banquillo, pero el primer cuarto acabó con el Class a remolque, 14-24, y con sensaciones poco alentadoras.
Sin embargo, el baloncesto no entiende de lógica cuando un equipo cree. El segundo cuarto fue otra historia. Los isleños endurecieron su defensa, aceleraron en ataque y empezaron a recortar diferencias. Un parcial de 7-1 sirvió de aviso. La grada, repleta y bulliciosa, se contagió del empuje de los suyos. El mate de Stoilov fue una declaración de intenciones. Poco a poco, los de Sant Antoni se sacudieron los complejos y, con Solarin y Johnson marcando el paso, llegaron al descanso con empate en el marcador: 41-41 y todo por decidir.
El tercer cuarto fue el punto de inflexión. El Class olió la sangre y no dudó. Por primera vez, se puso por delante tras una canasta de Santi Paz. A partir de ahí, se soltó la melena. Rodri Gómez hizo daño desde fuera, Johnson atacó con potencia y Gantt aportó puntos claves para lanzar al equipo hasta una renta de nueve puntos (70-61). El Cantabria respondió, pero ya no se sentía cómodo. El viento empezaba a soplar hacia el lado local.
Pero la historia aún reservaba un giro. En el último cuarto, el físico empezó a pasar factura y los cántabros, empujados por Powell, se crecieron. Llegaron a voltear el marcador y ponerse ocho arriba a falta de seis minutos. Era el momento clave. Muchos equipos se habrían rendido. El Class no. Berrocal pidió tiempo muerto y lo que vino después fue puro corazón.
Con el grito de guerra “¡A por ellos, oé!” retumbando en las gradas, llegó un parcial de 9-0 que devolvió el aliento y el liderazgo al cuadro local. El final fue de taquicardia. Cada posesión contaba, cada segundo pesaba. Y entonces emergió Kai Johnson, que firmó los cinco puntos finales que sellaron la victoria. El marcador, inamovible: 94-92. La afición en pie. La épica consumada.
Este triunfo es un golpe sobre la mesa de un equipo que no quiere ser actor secundario en esta Copa. Es un premio al trabajo de una plantilla comprometida y a una afición que, cuando aprieta, convierte Es Viver en un infierno para los rivales. Y es, sobre todo, un recordatorio de que en el deporte, a veces, los más pequeños también escriben las páginas más grandes.
El siguiente reto del Class Sant Antoni ya tiene nombre: Club Ourense Baloncesto, que se impuso al Cartagena en su cruce de Copa. La eliminatoria, a partido único, se disputará el 18 o 19 de noviembre, y todo apunta a que será en el Pabellón de Sa Pedrera, donde los pitiusos buscarán seguir agrandando su sueño copero.
Ficha técnica:
Class Bàsquet Sant Antoni (14+27+34+19), 94: G. Gantt (3), K. Johnson (21), D. De la Rúa (12), R. Gómez (11) y E. Stoilov (14) -equipo inicial-. G. Blat (7), J. Rodríguez (4), S. Paz (2), N. Zizic (10), J. Solarin (10) e I. Ruiz.
Grupo Alega Cantabria (24+17+29+22), 92: S. Rodríguez (11), J. Yu P. (1), P Hernández (4), J. Pérez (14) y R. Johnson (8) -equipo inicial-. J. Powell (26), C. Taboada (3), B. Lugarini (2), G. Martínez (11) y G. Kande (12).
Árbitros: Jordi Domingo Vilalta, Alejandro López Lecuona y Alberto Lázaro Rodríguez. Sin eliminados.
Incidencias: Partido disputado en el Pabellón de Es Viver, en Eivissa, correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa de España.
