En la rueda de prensa posterior al último partido contra San Fernando, el entrenador de la UD Ibiza, Guillermo Fernández Romo, no ocultó su desilusión tras la segunda derrota consecutiva de su equipo, una racha que se extiende ahora a ocho partidos sin conocer la victoria. Este resultado adverso ha llevado al técnico a admitir abiertamente que el ascenso directo ya no figura en el horizonte del equipo celeste.

Fernández Romo enfatizó la necesidad de que el equipo se libere de la presión de conseguir el primer puesto, sugiriendo que este cambio de mentalidad podría ser clave para mejorar su papel en el terreno de juego. El entrenador madrileño destacó la importancia de concentrarse en cada partido con el objetivo de asegurar la mejor posición posible de cara a los playoffs de ascenso.

La falta de acierto ante la portería rival fue, según el técnico, uno de los principales factores que condenaron al equipo en su último encuentro. A pesar de generar múltiples ocasiones de gol, la UD Ibiza no logró materializar sus oportunidades, una tendencia preocupante que el entrenador está ansioso por revertir.

El técnico también señaló el duro golpe anímico y futbolístico que suponen estas derrotas para el equipo, pero se mostró esperanzado de que, al aliviar la presión de obtener el primer lugar —un objetivo ahora considerado inalcanzable—, sus jugadores puedan centrarse en recuperar su forma y enfrentar los desafíos venideros con renovada determinación.

Fernández Romo hizo hincapié en la importancia de abordar los próximos partidos con humildad y mejorar el trabajo en equipo, reconociendo que, a pesar de las aparentes buenas actuaciones, los resultados no han estado a favor de la UD Ibiza. La meta ahora es clara: ajustar la estrategia, reforzar el ánimo del equipo y prepararse para una lucha ardua en los playoffs.

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